13 de enero de 2021

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Guerra al pasado

por Patricia Godes

Aviador DRO y sus Obreros especializados proclamaron en los años ochenta la “guerra al pasado”. Su llamamiento a la Revolución Dinámica promueve la vida sistematizada, la ciborgénesis y la curiosidad, el conocimiento y la creatividad para impulsar el cambio social a partir del trabajo colaborativo y la integración del hombre y la máquina. Sus intenciones y motivos constituyen el principio de un movimiento tecnocientífico que sigue vivo cuarenta años después.

 

[ FOTOGRAFÍAS: Anarquía científica. La fascinante revolución tecno
del Aviador DRO
. Editorial La Felguera ]

 

Anarquía científica, la fascinante revolución tecno del Aviador DRO1 es el título que el equipo de redactores, documentalistas y colaboradores eligió para el libro antológico sobre los cuarenta años del grupo musical Aviador DRO y sus Obreros especializados. Fue una decisión rápida y de común acuerdo. ¿Por qué dos metáforas políticas en un libro musical?

Contemporáneos de la juerga juvenil mejor documentada de la historia, recogida en los anales con el nombre de La Movida, Aviador DRO, uniformados con sus monos de trabajo, hablan de política y reparten panfletos y postres sintéticos. ¿Por qué? Dentro del hedonismo de la época, Aviador DRO ocupaba —quizás junto con Glutamato Ye-yé— la posición más radical con su activismo sideral y futurista mezclando alegremente propuestas realistas con pura ciencia ficción —Clarke, Asimov, Heinlein, Roddenberry…—.

Cuarenta años después, resulta intrigante evaluar la actividad panfletaria y artística de Aviador DRO como ideología aplicable en el devenir histórico para conseguir eso que algunas constituciones —la más famosa, la de
EE. UU.— y los avances científicos prometen a la humanidad que es la felicidad y el buen vivir. Espigando sus proclamas se encuentran frases, propuestas y consignas que aún hoy día incitan a pensar, a enfadarse y, por supuesto, a bailar. Discernir lo que es pura disrupción cultural, ironía, humor y provocación lo dejamos a pensadores y analistas más avezados. Y a la opinión del lector.

 

 

“La Revolución Dinámica es la corriente irresistible y aplastante que la evolución genética y la ciencia humana disponen para acabar con las tendencias inmovilistas y arcaizantes de las lacras pasadistas: conservadores, iglesias, heavy metal”, explicaron en su manifiesto. El desarrollo teórico de la Revolución Dinámica se fue presentando, día a día, en la calle, en El Rastro, en los conciertos, discos y envíos promocionales, a través de panfletos y slogans ingeniosos que invitaban a pensar o a soltar un exabrupto y tirarlo todo a la papelera. La Revolución Dinámica pretendía crear una sólida estructura ideológica para conducir a la sociedad humana al establecimiento de un régimen de anarquía científica y al progreso puro.

En 1983, el folleto Síntesis de la Revolución Dinámica —incluido en el doble álbum Síntesis: la producción al poder— es un trabajo ímprobo de creación y exposición de las teorías, ideas y opiniones. El folleto se inicia con una advertencia: “Cualquier parecido de esta síntesis a una proclama materialista es absolutamente cierta” y recoge los manifiestos de la Revolución Dinámica: el Manifiesto de la Violencia Práctica, Manifiesto El Destino Contra Dios, Manifiesto de la Antipolítica, el Manifiesto del Arte Artificial.

Aunque solo tres estudiantes de ciencias han formado parte de Aviador DRO, los Obreros especializados se definen a sí mismos como expertos en estética informativa y prospectiva tecnocientífica: “Musicamos la ciencia como Serrat musica a Machado”, dicen. Inspirándose, por un lado, en la revolución creada por las computadoras y ordenadores y, por otro, en las corrientes vanguardistas radicales y guerrilleras. Biovac (identidad mutante de Servando Carballar, fundador del grupo) y los DRO crean sus canciones y estructuran su ideología. Una pila de papeles ciclostilados, fotocopias y folletos amarillentos y una miríada de propuestas, consignas y sugerencias basadas en la aplicación de la tecnología, pero también en la tradición contestataria, aguarda al estudioso que se anime a investigar el pensamiento contestatario de los jóvenes de los años ochenta a través del activismo del grupo musical llamado Aviador DRO y sus Obreros Especializados.

Los punks londinenses recogen y amplifican por los cuatro puntos cardinales la idea de que la humanidad ha fracasado. Los años setenta se enfrentan a la primera gran crisis económica desde la posguerra de 1945, precios estratosféricos del petróleo, escasez de puestos de trabajo, primeras alarmas medioambientales… El Aviador DRO preconiza establecer una nueva civilización de ocio y movimiento como una necesidad para tiempos cambiantes y de crisis. La clave está en la guerra al pasado irracional y oscurantista. La estrategia consiste en borrar de un plumazo el lastre de las tradiciones y confiar en las máquinas para enfrentarse con ellas a las muchas fuerzas pasadistas que perviven en la sociedad de 1983. Lo mismo que en la actual. “Odio al pasado y a todo lo que pretende regresar a él” es la consigna. “El futuro es vuestro”, dictaminaba la Síntesís. “Con computadoras, con la verdad científica, intenta razonar. Intenta convencerles con tu razonamiento”.

Vida sistematizada

Contra el hedonismo que domina los primeros ochenta y la confusión estructural entre juerga y libertad de la época “asimila el sentido de tu vida sistematizada”. Se trataba de convencer al mundo de que no había escapatoria a admitir y aprovechar el impacto de la tecnología en nuestras vidas y desarrollar con ella un mundo mejor de igualdad política, económica y social de todas las clases y pueblos de la tierra. Por fin iba a tener lugar la abolición de la propiedad hereditaria y el reparto de medios de producción entre asociaciones industriales y rurales.

De haber triunfado la Revolución Dinámica, el plan era reorganizar el sistema administrativo y judicial hacia formas más participativas, flexibles y dinámicas. Por supuesto, hubiera tenido lugar la sustitución de gobiernos, estados y naciones, considerados inútiles, por células autogestionadas. Inevitable la supresión de los organismos de orden público, inoperantes tras las colectivizaciones, al igual que las instituciones militares devenidas absurdas frente a una eventual “misión internacional e interplanetaria”.

“La anarquía científica es, al tiempo, objetivo final y herramienta para conseguir el triunfo de la Revolución Dinámica. Pero la anarquía requiere de la ciencia y la tecnología, entre otras cosas, para que los individuos puedan coordinarse entre sí”, explica Marta Cervera, conocida como ArcoIris, encargada de estética informativa y de teclados en los Obreros especializados de Aviador DRO.

 

 

Los panfletos de Aviador DRO propugnan varias aplicaciones revolucionarias de la tecnología. La primera es inalienable para lectores de ciencia ficción y niños televidentes del verano de 1969: la tecnología para alcanzar estrellas. “Necesitamos llegar a las estrellas porque lo queremos”, proclamaba la Síntesis. Además del viaje espacial, se incluye el dominio del átomo, la creación de vida artificial y la destrucción de las fuerzas inmovilistas del pasado entre otros usos subversivos de los adelantos técnicos y científicos.

Respecto a la tecnología para la cotidianeidad, la propuesta era un clásico futurista: en un sistema en el que los productores sean a la vez propietarios, la ciencia y la tecnología nos permitirán ir delegando responsabilidades en las máquinas que sustituirán al trabajador en las tareas más rutinarias. Los trabajos que son imprescindibles para la sociedad, pero inútiles para el crecimiento han de ser llevados a cabo por máquinas no autoconscientes y se producirá un desplazamiento del obrero hacia tareas más sofisticadas. Menos trabajo manual para la misma productividad y mayor nivel de vida para las personas. Los sectores creativos son los únicos que se mantendrán en ese futuro. Mínimo esfuerzo físico para la concentración en el esfuerzo psíquico permitiendo el desarrollo constante del conocimiento.

El ejemplo práctico elegido versaba sobre las ventajas de la maquinización en la ocupación de las amas de casa. “Lavadoras, lavavajillas y neveras han aumentado su tiempo de ocio y la mujer, tradicionalmente adiestrada en labores que ahora realizan máquinas, en lugar de perder el tiempo con trabajos manuales y neolíticos, puede estudiar, trabajar o divertirse”. De este modo, “aumenta el rendimiento productivo de la sociedad y el poder adquisitivo de parejas, rompiendo una estructura patriarcal causante de innumerables males contra la civilización”.

Transhumanismo

A pesar de películas como Encuentros en la Tercera Fase o Star Wars, que habían puesto la ciencia ficción sobre el tapete, en 1979 muchas teorías pos-hippies deslavazadas todavía impregnaban la sociedad. Muchos se escandalizaron cuando Aviador DRO se presenta ante los corrillos musicales madrileños como un “ente producto de un experimento fallido de biología artificial que promueve la Revolución Dinámica, la vida sistematizada, la ciborgénesis y, sobre todo, la música de las máquinas”.

Reivindicar la ciborgénesis, la biología sintética y la mutación, o sea convertirnos en poshumanos amplificados y conectados a las máquinas era una tarea considerada evangelizadora. “Somos mutantes porque así lo hemos decidido. Es mucho más divertido”, gritaban los Obreros especializados, una vez terminado su proceso de mutación y exigían libertad genética y el derecho de clonación para todos.

La mutación y la tecnología serán los elementos liberadores de la humanidad. Daba un poco igual cuál fuera el proceso, el objetivo es conseguir convertirse en hombres-máquina. Los Obreros especializados se declaran preparados para una nueva especie que constituya una simbiosis entre la supercapacidad de las computadoras y la creatividad de los técnicos. “Amo las máquinas”, sigue declarando Biovac en la fecha mitológica de 2001. “Somos mutantes porque somos flexibles, cambiamos y nos reconstruimos día a día”. La mutación se define dentro de la teoría de la anarquía científica como “la transformación de la gente para divertirse y sobrevivir”. Los medios para alcanzarla son la evolución genética, la ciencia y, en principio, el arte.

 

 

ç“La curiosidad es el impulso genético que nos causa satisfacción ante la acumulación de datos útiles a nuestra supervivencia física y mental. Supervivir es la necesidad genética de las especies racionales de adquirir conocimientos empíricos y divertirse”. Aviador DRO afirmaba haber llevado a cabo una “investigación previa sobre la calamitosa situación social de los humanos elaborando un esquema previo de factores que posibilitarían el impulso y desarrollo de la misión genética corporativa en su lucha contra el arcaico sistema conservador”.

¿Solución? “La utilización de las propiedades transformadoras de la tecnología para alcanzar conocimiento mediante la creación de redes informativas de transmisión horizontal para lograr el control y la orientación de la información actualmente en manos de transnacionales”. Cuando Arpanet solo conectaba unas docenas de nodos entre universidades y organismos militares, el corpus de panfletos y octavillas sobre la Revolución Dinámica y la anarquía científica insiste repetidamente en la idea de poner en marcha una acción informativa basada en una red de ordenadores asamblearios dirigida por las centrales sindicales.

“Aprendizaje y conocimiento”, alentaban los Obreros Especializados. “Llena tu cerebro de datos, memoriza la información necesaria” aconsejaban, mientras propugnaban la utilización de la publicidad y los medios de difusión para dar a conocer ideas y como catapulta ideológica. En resumen: “Ampliación del horizonte de la nueva humanidad y su mutación mediante una corriente informativa aplastante”.

Antipolítica

La politización de Aviador DRO pasó etapas más ardientes y otras más diluidas. Hacia 1986, Biovac anunciaba unos planes de crear un partido político que nunca vieron la luz. Desde la Revolución Dinámica se trata de erradicar a la clase política y su falsa lucha de clases al igual que los partidos e instituciones añejas como “simple lucha de poder comparable a animales en época de celo”. Desde un punto de vista más pragmático, la Síntesis de la Revolución Dinámica se propone mantener una crítica constructiva a la política de izquierdas y, por supuesto, el enfrentamiento directo contra conservadores, socialdemócratas, liberales, cristiano-demócratas, lo mismo que la ultraderecha. Contra el autoritarismo y el fascismo, se planea poner en marcha una vibrante exigencia de acción defensiva: “Unas pocas mentes no pueden someter a toda una población” y “es necesario olvidar las fronteras y los nacionalismos que plagaron de guerras el siglo XX”.

Menos conocida y chocante por lo que tiene de reencuentro con sociedades primitivas es la propuesta de creación de un comité de sabios ciudadanos para consultas, arbitrajes y otras decisiones.

La Revolución Dinámica propugnaba una ética y una estética basada en el trabajo y el equipo: grupos de individuos ligados por amistad genética con un objetivo único, sin jerarquías. El equipo será la nueva célula primaria de la organización social una vez destruida la familia nuclear, el estado y sus instituciones represivas. “El equipo es tu fuerza, tu ejército. Con él debes librar tus batallas”. Siempre con la idea de la cooperación y la participación activa de los espectadores, los Obreros especializados publican un anuncio: “Buscamos ayuda para formar los nuevos sindicatos futuristas que tal vez mañana sean la base de la estructura planetaria”.

Notas

 1Varios Autores. Edición de Godes, P. (2019): Anarquía científica, la fascinante revolución tecno de Aviador DRO. Madrid, Editorial La Felguera.

Bibliografía

Asimov, I. (2001): Foundation series. Estados Unidos, varios editores.
Aviador Dro y Sus Obreros Especializados (1983): Síntesis de la Revolución Dinámica (folleto de 50 páginas incluido en el álbum Síntesis: La producción al poder). Discos Radiactivos Organizados, DRO-055, DRO-056, Madrid.
Kubrick, S. (1971): A Clockwork Orange. (Dirección: Stanley Kubrick. Guión: Stanley Kubrick, basado en la novela A Clockwork Orange, de Anthony Burgess, 1962).
Kubrick, S. (1968): A Space Odyssey. (Dirección: Stanley Kubrick. Guión: Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke).
Moore, A., Lloyd, D. (1982-1989): V for Vendetta. Nueva York, Vertigo/DC Comics.
Padgett, L. (Kuttner, H. y Moore, C. L.) (1953): Mutant. Nueva York, Gnome Press.
VV. AA. (2019): La fascinante revolución tecno de Aviador Dro (edición de Patricia Godes). Madrid, La Felguera.
Wells, H. G. (1933): The Shape Of Things To Come. Londres, Hutchinson.

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Artículo publicado en la revista Telos 115


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Autor

Es traductora y periodista especializada en cultura popular, música y tendencias. Fan de la ciencia ficción desde antes de nacer. Actualmente trabaja en recopilar un archivo oral online de nuestra memoria musical y pop.

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