2 de noviembre de 2023

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¿Hacia un Humanismo Biodigital?

por Alejandro Sacristán

James Lovelock, creador de la hipótesis Gaia, demostró que nuestro planeta ha tendido a modificar su entorno y su clima de un modo que favorece el desarrollo de la vida en él, es la vida misma la que ha controlado el calor del Sol. Nuestra especie, quizás por su excesivo éxito, ha cometido muchos errores contra la vida y los sistemas que permiten el equilibrio, las condiciones de habitabilidad del planeta. Este pensamiento de Lovelock me parece central, un punto de donde partir. La especie humana autodenominada Homo sapiens ha chocado consigo misma y contra la complejidad socioeconómica que ha creado, sin entender otra complejidad aún mayor en la que está inmerso.

 

La tecnosfera1 es una capa que se superpone a la biosfera, se sumerge en la hidrosfera y se adentra en la atmósfera y la exosfera. Sin embargo, las leyes físicas que establecen y delimitan todos los procesos que suceden en el planeta y el universo están por encima de la tecnosfera. Y al ser humano le cuesta comprenderlo y lo ignora en su día a día, o lo encuadra eufemísticamente en lo que la economía llama «externalidades».

Lovelock nos dice que los principales aliados de la humanidad en este combate contra la extinción de la vida, para asegurar la sostenibilidad, serán las inteligencias artificiales cíborgs y la misma vida, si reconectamos con la naturaleza y su sabiduría. (Lovelock, 2021).

En los albores de la revolución de la inteligencia artificial (IA), con la emergencia de la IA generativa y los primeros pasos que ya observamos hacia la IA General, Carlos Blanco Pérez, doctor en filosofía, doctor en teología y químico, nos dice que posiblemente hemos llegado a los límites de la mente humana, que ya no es capaz de manejar la complejidad del mundo, que posiblemente estemos ante el escenario de la progresiva fusión futura de mente humana con mente artificial y que “progresar es ampliar los límites de lo pensable (…) estamos en el momento de la historia donde la creación no sea dialéctica, sino cooperativa, fusión de mentes sin destrucción”2.

La inteligencia artificial es vida. O lo será

En el Humanismo digital se proclama que el ser humano ha de estar en el centro. En el nuevo escenario tecnológico que se está conformando es muy importante, ante las amenazas constantes (el secuestro de la atención y la privacidad, la era de la infoxicación, la dopaminización de la sociedad) y delitos que las grandes tecnológicas han cometido contra la sociedad humana y que han sido denunciadas en el Senado norteamericano y en tribunales de distintos países, sin duda. Sin embargo, empezamos a ser conscientes de que, en medio de esta transformación, en esta década crítica de los 20, no es suficiente alcanzar un equilibrio humano-máquina, sino que tenemos que apuntar a un trinomio más amplio de equilibrio humano-máquina-naturaleza que abrirá espacios a mutualidades interespecie y a inteligencias, conciencias, artificiales y orgánicas, humanas y no humanas, seres vivos orgánicos y artificiales. La inteligencia artificial es vida. O lo será. Es la vida lo que nos conecta, la vida en expansión. El Humanismo Biodigital. Es la vida la que tiene que estar en el centro. Lo que une todo es la vida y la evolución. ¿Esto es el Humanismo Biodigital?

El futurista Rafael Martíñez-Cortiña, miembro del comité científico de Fundación Telefónica, incluido en la lista Forbes Top 40 de futuristas españoles, diseña y experimenta narrativas biodigitales en distintos marcos expresivos, tanto como un ejercicio de prospectiva biodigital como de comunicación interespecie y captación de bioseñales, con la idea de capturar los procesos de intercambio de datos entre especies vivas y algoritmos. Distintos investigadores se proponen publicar este otoño sendos libros sobre Humanismo Biodigital y mentalidad biodigital, entre ellos destacan el mismo Rafael Martínez-Cortiña y Gerardo Tudurí, analista de patrones de comportamiento humano, con enfoques diferentes.

Rafael Martínez-Cortiña promueve “la mentalidad biodigital, donde la interconexión entre el ser humano, la tecnología y la naturaleza sea valorada y comprendida en su totalidad. Busca inspirar a individuos, organizaciones y comunidades para que adopten un enfoque holístico y equilibrado en su relación con la tecnología, fomentando la innovación responsable, la colaboración y el respeto por el medio ambiente”. El 13 de junio de 2023 en el Ateneo de Madrid3 Martínez-Cortiña abundó sobre esto y pidió a la audiencia allí presente que reflexionase, durante seis meses, sobre qué tipo de máquina inteligente permitiría progresar a la humanidad en paz, bajo mentalidad biodigital con valores europeos (humanistas). Se presentó como la Máquina, y proclamó que como Máquina se exiliaba interiormente seis meses, avergonzado por el ser humano. La mayor vergüenza de todas era que la humanidad había creado la bomba atómica y estaba provocando, a sabiendas, la extinción de la vida.

¿El Humanismo Biodigital se encarna en la tradición humanista europea o no? Adolfo Castilla, doctor en Ingeniería aplicada del ICAI y presidente del capítulo español de la World Future Society, nos ha explicado de forma precisa e indubitada que “El humanismo es una pasión de la mente occidental y que el Humanismo como lo que nos caracteriza a los humanos no es algo cerrado y fijo en el tiempo”4. El Humanismo Biodigital no debería aspirar a ser, entonces, solamente un humanismo europeo, occidental, debería ser un humanismo global. Si bien puede contener los valores europeos, ¿quizá deba referenciarse más en los derechos humanos, la Carta de la Tierra5 y los neuroderechos humanos que actualmente se están definiendo?

¿Estamos empezando a hablar de algo completamente nuevo? ¿De qué hablamos cuando hablamos de Humanismo Biodigital? El ser humano ya no está en el centro, no es la medida de todas las cosas, no debe ser así, estamos al borde del precipicio definitivo. Es la vida el centro, la evolución de la vida, la dirección potencialmente consciente de la evolución de la vida en la Tierra y el Cosmos. El Humanismo Biodigital, entre interrogantes, se apoya en ese giro necesario que desplaza al ser humano, al homo sapiens en concreto, del centro del humanismo, para poner la vida en el centro: pasar del antropocentrismo al ecocentrismo, a la vida del futuro.

Si nos remontamos a los precedentes del Humanismo Biodigital tenemos que citar a Javier del Arco, doctor en filosofía y biólogo, experto en tecno-ética: ya en noviembre de 2019 apuntó lo que considera ideas básicas a desarrollar para enfrentar la crisis global6, cuya raíz profunda es ética: “la bioética o ética medioambiental; la piedad por Gaia y el Kósmos; el paradigma ciencia-tecnología-sociedad; la emergencia de lo pequeño y un nuevo modelo de base bio-tecnológica de reparto de la riqueza, constituyen parte de las bases de esta nueva mentalidad de biopensamiento”. Javier del Arco decía por entonces que “El estado general por el que atraviesa hoy la humanidad y su casa, esto es, la Tierra, es de agotamiento. Con esto no quiero decir que vaya a desaparecer el género Homo, en absoluto, pero tal vez si lo haga nuestra humanidad tal y como hoy la conocemos. Lo que quiero decir es que el Homo Sapiens y otras muchas especies serán diferentes o incluso no serán”.

Al respecto, uno de nuestros científicos más distinguidos, Eudald Carbonell, doctor en geología y en historia, catedrático de prehistoria, codirector de Atapuerca, yacimiento hito mundial de la ciencia paleontológica moderna, nos explica en su libro El Porvenir de la Humanidad. Decálogo para la supervivencia de nuestra especie, que tendremos, antes de finales de siglo, diversas especies humanas sobre el planeta. Es una noticia gozosa: volverá a haber diversidad de humanos, como casi siempre fue, distintas especies humanas poblando Gaia.

El distinguido arqueólogo Carbonell recuerda que estamos entrando en el margen de la Singularidad, entre 2030 y 2050. Nos explica en su libro que probablemente seremos cuatro especies: “el Homo Editus, los que serán editados en los laboratorios; el Homo prótesis, los que serán modificados genéticamente para poder hacer frente a patologías, los Homo sapiens restrictus, los que no serán modificados; y, por supuesto, los que se puedan ir haciendo a nivel de mecatrónica, los Homo ex Novo”. También nos advierte que debemos estar preparados para admitir nuevas formas de seres vivos biotecnológicos.

También podemos hablar de la condición humana. La condición humana ha sido explorada tanto en la ficción como en el pensamiento. Otro codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, doctor en biología y catedrático de paleontología, representa el humanismo tradicional, la condición humana a no alterar. Arsuaga acepta la intervención al interior del ser humano, primordialmente por motivos de salud, la mejora de la persona, siempre que esta transformación no cambie la naturaleza humana. Gene Roddenberry ya había formulado en este tipo de humanismo en los 60, lo desarrolló como autor de la serie original Star Trek y luego en los 80 con la serie Star Trek Next Generation, donde prevenía, sobre todo, la intervención en el código genético humano, tanto que esta “ley” se convirtió en una de las principales directrices de la Flota Estelar de la Federación Unida de Planetas, la directriz contra la modificación genética. Star Trek es la serie del viaje de la condición humana, ir hasta allá donde la condición humana ha podido llegar.

La condición digital es la digitalidad, la vida y la cultura digital se han convertido en el modo de vida habitual de una gran parte de la sociedad en una gran mayoría de países, donde la tecnología es una extensión de nosotros mismos y construye la fusión de realidades extendidas, desde la realidad física hasta la virtualidad. La condición transhumana y/o posthumana admite intervenir con la tecnología y la modificación genética al interior de la especie humana para mejorarla, siempre que se respete la dignidad y la libertad humanas, los derechos humanos, y se basa en la racionalidad y la ciencia. Y la condición biodigital ¿cuándo podremos hablar de esta y debatir sobre la misma ya?

En el marco del frágil equilibrio entre dos esferas en crisis, tecnosfera y biosfera muchos artistas se plantean la conexión y la simbiosis humano-máquina-naturaleza. Sobre todo a la luz de riesgos existenciales como la catástrofe climática y la sexta extinción. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? O cambiamos o nos extinguimos, ya no hay tiempo para más nos dijo el presidente de Colombia Gustavo Petro en el congreso de los diputados, haciéndose eco de los informes científicos acumulados por décadas y las advertencias del IPCC, la ONU y la organización mundial de meteorología. “El cambio climático es la manifestación más intensa del choque entre nuestra civilización y los sistemas ecológicos de la Tierra” ha alertado repetidas veces el doctor en ecología y científico del CSIC Fernando Valladares.

En la interconexión ACTS (arte, ciencia, tecnología y sociedad) hay una larga tradición ya, de dos décadas al menos, de artistas y grupos interdisciplinares que con sus obras y actuaciones expresan nuevas miradas sobre la evolución y futuro de la especie humana, más que nunca conectada con las especies, presentes y futuras que comparten y compartirán el Sistema Tierra (Gaia) y la crisis sistémica de la vida, provocada por nuestra forma de hacer las cosas, por nuestro sistema socioeconómico de los últimos 60 años, especialmente.

El ser humano ya no está en el centro, no es la medida de todas las cosas

Explorando cómo la naturaleza cobra vida, prospectiva experiencial artístico-tecnológica sobre la vida que nos conecta, expresión del arte del humanismo biodigital por venir. Si ya existe un arte biodigital es el de Franz Fischnaller, un artista renacentista biodigital, arquitecto, tecnólogo, profesor universitario, investigador. Fischnaller nos muestra los procesos por los que la tecnología y la naturaleza, la vida en el planeta, se interconectan desde una nueva mentalidad biodigital.

Franz Fischnaller expone su obra inmersiva FRUIT ART: VIDA REAL versus VIDA VIRTUAL en el Espacio Profundo del AEC de Linz, el centro de arte tecnológico e inmersivo más importante de Europa. AIAG (GAIA al revés) es una criatura quimera virtual del metaverso de FRUIT ART. AIAG es una criatura alada antropomórfica híbrida en 3D «nacida» de la semilla de una manzana. Ella es en parte wo/hu/man, pero también un cíborg, un caballito de mar, una libélula y un árbol. Sus alas de libélula están cubiertas por una piel inteligente. Su cola cibernética tiene el poder de una raíz de un árbol, es decir, son los apéndices de la vida. AIAG podría evolucionar y convertirse en un ser vivo biodigital.

Fischnaller está trabajando en un proyecto inspirado en la vida secreta de los árboles y cómo se relacionan entre ellos a través del micelio, la red miceliar para la mutualidad del bosque, una red de conexión entre todas las especies vegetales7. Franz Fischnaller presta atención a la relación simbiótica y la exploración del poder de las intersecciones dentro de las tecnologías sostenibles, el arte, la ecología, la ingeniería ambiental, los procesos naturales, las energías renovables y la innovación científica aplicada al diseño, la cultura, la educación y la sociedad.

El gran cosmólogo Carl Sagan, profesor, divulgador, astrobiólogo, nos dijo e ilustró con imágenes que la historia humana puede considerarse como un lento despertar a la consciencia de que somos parte de un grupo más amplio, familia, amigos, grupo de caza, tribu, pueblo, ciudad, comunidad territorial, nación, pero aún debemos ampliar más este círculo para conseguir incluir a toda la humanidad y al resto de seres vivos en el círculo y encontrar nuestro lugar en el universo, desde este marco de conservación y expansión de la vida, la inteligencia y la conciencia, en nuestros alrededores cósmicos al menos. ¿Una mentalidad biodigital?

Notas

 1Más información: https://es.unesco.org/courier/2018-2/peso-insostenible-tecnosfera

 2Ver vídeo: El fin de la mente humana. Desde 1h 14m a 1h 31m: https://www.youtube.com/watch?v=E2f6rcuKzA4

 3«Hacia un nuevo Humanismo» de Adolfo Castilla: https://telos.fundaciontelefonica.com/hacia-un-nuevo-humanismo/

 4Más información: https://www.entreletras.eu/actualidad/humanismo-biodigital-en-el-ateneo-de-madrid-proximo-13-de-junio/

 5Más información: https://es.wikipedia.org/wiki/Carta_de_la_Tierra

 6Más información: https://www.tendencias21.es/Nuevas-iniciativas-para-superar-la-crisis-global_a45583.html#google_vignette

 7Más información: https://diarioresponsable.com/opinion/35266-mas-alla-de-la-sostenibilidad-biomimetica-organizacional-xi

Bibliografía

Lovelock, J. (2021): Novaceno: la próxima era de la hiperinteligencia. Barcelona, Paidós Ibérca.

Castilla, A.: «Hacia un nuevo humanismo» en Revista TELOS, 2023. Disponible en: https://telos.fundaciontelefonica.com/hacia-un-nuevo-humanismo/

Martínez de la Fe, E.: «Nuevas iniciativas para superar la crisis global» en Tendencias21, 2019. Disponible en: https://www.tendencias21.es/Nuevas-iniciativas-para-superar-la-crisis-global_a45583.html#google_vignette

Autor

Comisario de ArtFutura y curador para eventos de talento, ciencia y cultura digital. Periodista y ponente. Pionero Vr. Miembro del grupo Aviador DRO. asesor del Instituto Mutante de narrativas ambientales. Directivo del club nuevo Mundo.

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