23 de septiembre de 2022

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42, el tesoro de la innovación

por Luis Miguel Olivas
Ilustrador Sr García

42 viene a romper las reglas del aprendizaje, colocando al alumno en el centro de su toma de decisiones y fomentando la capacidad de ser autónomo. 42 da respuesta a los retos de empleabilidad que nos trae la digitalización.

 

Estamos en un momento único y mágico para la historia de la humanidad. Vivimos en un mundo lleno de incertidumbre y, a la vez, repleto de oportunidades. Probablemente muchos de nosotros estemos cansados de oír noticias negativas en torno al desempleo, a la cantidad de puestos de trabajo que están desapareciendo. Por otro lado, nos encontramos con noticias que hablan de una gran cantidad de empleos que no se están cubriendo y que las empresas no están encontrando a los perfiles que necesitan. La realidad de nuestra sociedad, que evoluciona cada vez más rápidamente, está en medio de esta paradoja, en un momento en el que han cobrado mucha importancia el ya y el para ahora. ¿Qué está pasando?

Cuando cursaba COU (ahora segundo de bachillerato) no tenía mucha idea de qué quería estudiar; estaba algo perdido, como le pasa a un gran porcentaje de los jóvenes hoy en día. En aquel entonces mi padre me dijo: “Hijo, estudia lo que puedas y trabaja en lo que quieras. Ahora lo importante es que saques buenas notas, que estudies una carrera, que aprendas inglés y luego, haciendo buenos contactos, encontrarás trabajo seguro en lo que quieras”. Esa podría ser una perfecta definición de empleabilidad hace veintidós años, y esa podría ser la mejor orientación vocacional y profesional que podíamos recibir.

Sin embargo, en un mundo tan cambiante como el nuestro, con tanta incertidumbre en la que la robotización está cambiando muchos de los empleos existentes, en el que la digitalización ha llegado ya para transformar todos los sectores productivos al tiempo que es una herramienta fundamental para la escalabilidad y sostenibilidad de muchos negocios, necesitamos una nueva visión, una nueva definición de qué es la nueva empleabilidad.

Necesitamos una nueva visión, una nueva definición de qué es la nueva empleabilidad

Este nuevo modelo de empleabilidad nos afecta de lleno y nos obliga a repensar los modelos relacionales, tanto desde el punto de vista de la educación como de los procesos empresariales internos fruto de la gran transformación cultural que están viviendo y deben vivir las empresas. Nos enfrentamos a uno de los mayores retos a los que nuestra sociedad debe hacer frente: conseguir que las personas se suban al barco de la digitalización independientemente del grado de digitalización que tengan, de las motivaciones, del sector en el que se estén desarrollando.

La digitalización es y debe ser justa e inclusiva, sin dejar a nadie atrás: “O te mueves o caducas”. Sí o sí estamos obligados a “movernos” porque la fecha de caducidad es más larga de lo que podemos imaginar, y nuestro modelo, nuestra forma de vida solo es sostenible si apostamos por acompañar a las personas en su camino a la digitalización. Hoy más que nunca las personas deben estar en el centro de nuestra toma de decisiones continua.

Antes estas premisas de partida, con este contexto ya conocido, nos encontramos con la metodología 42. Un modelo de aprendizaje diferente, innovador, donde se rompen las reglas y el paradigma educativo; en 42 es la persona la que toma la riendas de su propio aprendizaje, sin la figura de alguien que le diga lo que tiene que hacer, o que le explique el contenido que tiene que aprender; un estudiante en 42 desarrolla la capacidad de “buscarse la vida” para ir aprendiendo de sus propios compañeros, para averiguar, explorar y filtrar la información relevante que necesita en cada momento, para avanzar según su propio ritmo invirtiendo el tiempo que necesite. Nuestra metodología busca la personalización de la experiencia del estudiante. Es absurdo pensar que en esta nueva empleabilidad tenemos que seguir tratando a nuestros estudiantes como un rebaño cuyos integrantes se mueven a la vez y con los mismos ritmos.

 

Cinco campus

Hoy hay unos 15.000 estudiantes activos en los más de treinta campus en el mundo. De la mano de Fundación Telefónica, hemos construido cinco campus: Madrid, São Paulo, Urduliz (Bizkaia), Barcelona y Málaga. Recientemente 42 ha sido reconocida como la octava universidad más innovadora del mundo, según World’s Universities with Real Impact (WURI)1 y la primera en valores éticos. ¿Y esto es casualidad? Esto es fruto de apostar por un aprendizaje de calidad, diferente, con resultados demostrados de plena inserción laboral, ya que esta formación da respuesta a las necesidades que tienen las empresas, en cualquier parte del mundo, que demandan expertos en ciberseguridad, big data, inteligencia artificial, programadores web, aplicaciones, videojuegos…

Hace tres años tuve la suerte de ir a Marruecos, a Khouribga, a una hora y media en coche de Casablanca, a visitar el campus de 42, llamado 1337 en aquel momento. Cuando el coche llegó, pregunté: “¿Dónde está el campus?”, y me señalaron un edificio viejo, en proceso de reforma, en mitad de la nada. Alrededor, además de tierras desérticas, había un pequeño supermercado y bar. Le pregunté al director del campus: “Y cuando se formen los estudiantes de 42, ¿dónde van a trabajar?”. Sin pensarlo ni un segundo, me contestó: “El tesoro más preciado en Marruecos es el talento, y alrededor del talento se va a crear todo un ecosistema de start-ups tecnológicas y empresas”. Y efectivamente, tres años después, ya tienen las semillas de dicho ecosistema.

42 es mágico, es especial, es un proyecto que verdaderamente cambia la vida a muchas personas. Cuando decidimos traer la metodología a España, se generó un debate interno: si era un proyecto que solo era para la élite de la programación, muy alejado de la realidad. Parte de la esencia de 42 es esa comunidad o “piña” que se crea como base fundamental de su aprendizaje, en la que logran convivir perfiles muy, muy diferentes, de muchas familias profesionales. Es asombroso cómo una metodología funciona para personas de 18 años, de 40 o de 55 años, o cómo te encuentras a estudiantes que vienen de ramas como la Psicología, la Administración y Dirección de Empresas, Turismo, Hostelería… trabajando codo con codo con personas que quizás sí sabían algo de programación.

42 es una clara opción para reinventarse, para adentrarse y descubrir un nuevo lenguaje: el código. 42 es una posibilidad real de abrazar las oportunidades existentes en esta sociedad digital, la cual no entiende ni de edad, ni de sexos, ni procedencia… solo entiende de actitud.

Apostar por el tesoro más valioso, el talento, es apostar por crear el motor de la revolución digital y social. Sabemos que la tecnología nos va a generar grandes oportunidades, pero somos las personas las que vamos a transformar.

Notas

 1WURI evalúa las contribuciones reales de la universidad a la sociedad, destacando los enfoques creativos e innovadores de los programas educativos y de investigación de las universidades, basados ​​en seis categorías. Más información disponible en: https://www.wuri.world/about-wuri-1a

Artículo publicado en la revista Telos 120


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Autor

Ingeniero de Telecomunicaciones, apasionado de la innovación, de las personas y de la tecnología. Dirige el área de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica, donde ha lanzado proyectos innovadores como los campus 42.

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