31 de julio de 2018

C

Ciencia abierta

por Luciana Atela Deltell
Jessica Bermúdez Pérez

Desde la aparición de las academias primero y las revistas científicas después, la ciencia se ha beneficiado de las sinergias entre diferentes equipos de investigación. No es necesarios inventar la rueda una y otra vez, los descubrimientos y las herramientas desarrolladas por un proyecto pueden servir de guía para otro y así avanzar más rápidamente hacia los resultados.

En el contexto actual, en el que la difusión del conocimiento está a tan sólo un clic, la colaboración entre la comunidad científica resulta más fácil que nunca. Aquí aparece el movimiento de Ciencia Abierta (Open Science), que aboga por el libre acceso a datos, metodologías y resultados para toda la población: el conocimiento científico como bien universal al que todos podemos acceder y al que todos podemos contribuir.

Sin embargo, esta apertura plantea algunas dudas: ¿quién es el autor de un descubrimiento en el que han participado decenas de agentes? ¿supondrá esta atomización la pérdida de un control de calidad sobre los hallazgos? ¿cómo se financian estos proyectos? El debate también está abierto.

Autor

Diseñadora gráfica graduada en la Universidad de Buenos Aires, especializada en diseño de branding y editorial. Ha trabajado para Endemol, en Argentina y para Summa Comunicación y The Brand Union Madrid, en España.  Actualmente es Responsable de Marca e Imagen Corporativa de Ferrovial.

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Autor

Redactora y productora de la revista Telos. Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada, Máster en Comunicación y Responsabilidad Corporativa por la Universidad de Ávila y en Gestión Directiva de Entidades No Lucrativas por la UNED, actualmente dirige el área de Producción de The Tab Gang y escribe para publicaciones como la Revista Don o Tentaciones. Fue Responsable del Área de Acción Social de Ferrovial.

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