6 de febrero de 2023

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Calidad del empleo en un mundo digital

por Laura Pérez Ortiz

La digitalización del mercado laboral está siendo progresiva y acelerada tras la pandemia. ¿Somos conscientes de cómo la inteligencia artificial y la robotización han ido ganando terreno en nuestras tareas diarias? ¿De cómo afecta esta digitalización a la calidad del empleo?

 

Casi un 54% de la población considera que la introducción de robots y sistemas automáticos de procesamiento de la información en las empresas provocará un aumento del desempleo, mientras que solo el 14% opina que creará nuevos puestos de trabajo (ONTSI, 2022). Sin embargo, según Cedefop (2022) solo un 14% de quienes trabajan de forma remunerada en Europa señala que, debido a la digitalización, ahora no realiza algunas tareas que sí hacía antes, mientras un 31% además de dejar de hacer algunas tareas también ha incorporado algunas diferentes o nuevas.

Una sociedad digital

Vivimos en una sociedad que se ha transformado en muy poco tiempo. La digitalización ha modificado nuestra forma de trabajar, de comprar, de relacionarnos con nuestro entorno… Llevamos un miniordenador en el bolsillo constantemente conectado a Internet, que utilizamos para pedir un taxi o consultar el estado de la red de carreteras, encargar comida, contestar el correo, gestionar un pago en el banco o enviar un informe a la oficina.

Este entorno creciente de digitalización se basa en varios avances tecnológicos fundamentales: la velocidad y capacidad de almacenamiento y procesamiento de la información en microchips cada vez más pequeños1 que se conectan a una red más rápida y con menor latencia y la expansión de las infraestructuras de redes hasta cubrir prácticamente todo el globo terráqueo. Esta conexión, velocidad y capacidad para procesar la información permite avanzar en el aprendizaje automático que requiere de ingentes volúmenes de datos (big data) para expandir lo que hemos llamado «inteligencia artificial». La conjunción de todas estas cuestiones es lo que ha permitido ese desarrollo acelerado en los años recientes, incrementado durante la pandemia.

Las nuevas formas de trabajo a través de las plataformas pueden aumentar la desprotección de los trabajadores

No solo consumimos y demandamos nuevos productos, sino que la forma de producirlos y realizar los servicios también se está transformando. En el mundo había más de 3,5 millones de robots industriales en 2021, especialmente en la industria automotriz y de la electrónica para la fabricación de vehículos y de electrodomésticos, maquinaria eléctrica, semiconductores, ordenadores o múltiples artículos de entretenimiento. En Europa se traduce en que el 8% de trabajadores utilizan robots en su proceso productivo, aunque el 87% de las personas ocupadas trabaja con dispositivos informáticos (ya sea ordenadores, smartphones o tablets) o maquinaria informatizada, como pueden ser aparatos para escanear y controlar existencias o procesar pedidos, impresoras 3D u otro tipo de controladores lógicos programables (conocidos como «PCL» en inglés) (Cedefop, 2022). Es decir, el uso de herramientas digitales en el trabajo diario es cada vez mayor.

¿Más o menos empleos?

La digitalización puede llevar a que en más trabajos se hagan menos tareas (porque ya se ocupará la inteligencia artificial de ellas), de manera que con menos personas se podría hacer la misma cantidad de trabajo o más que antes. Esto significa que puede aumentar la productividad, pero también es probable que se destruya parte del empleo. Al mismo tiempo, surgen nuevas tareas que en algunos casos requerirán de nuevos empleos hasta ahora inexistentes. Como interpretar los resultados del análisis de la inmensa cantidad de datos que se generan y hacerlos útiles para la medicina avanzada, la radiología o la estrategia de ventas de una empresa de fabricación de telas.

Quién iba a decir hace solo unos años que habría un puesto de trabajo como community manager para llevar la comunidad online de una empresa. Quién iba a decir que habría una legión de posibles compradores online. Quién iba a pensar que pilotar drones iba a ser un trabajo. Quién iba a pensar que la industria de los eSports iba a ser el principal producto de ocio. Quién iba a pensar en las crecientes necesidades de ciberseguridad en las empresas.

Los nuevos trabajos, más el uso de herramientas o procesos digitales en los ya existentes y las nuevas formas de empleo, hace que cada vez sea más necesario adquirir habilidades digitales para mantenerse en el mercado laboral. Porque hay una asociación entre cualificación y digitalización del puesto de trabajo: aquellos trabajos que requieren de una educación terciaria tienen también una intensidad digital más alta o al menos moderada (en el 75% de los trabajos), mientras solo el 35% de los puestos que no necesitan más que educación secundaria inferior son trabajos de intensidad digital media a alta (Cedefop, 2022). Asimismo, quienes se emplean en trabajos que requieren habilidades digitales más avanzadas, tienen una mayor remuneración, mayor autonomía para organizar su trabajo y mayor satisfacción.

Nueva organización del trabajo: las plataformas digitales

Junto con el surgimiento de estos nuevos empleos aparece también una nueva forma de prestar servicios gracias al desarrollo de la tecnología digital. La división del trabajo en tareas, o incluso microtareas, permite aplicar la misma lógica de las cadenas globales de valor a los servicios. Nacen las plataformas de trabajo online2, que funcionan conectando a demandantes y oferentes del servicio, partiendo de un algoritmo de distribución de tareas en función de las valoraciones que cada trabajador/a recibe. El perfil de las personas que trabajan en estas plataformas online señala que el prototipo es un varón joven con estudios superiores, que utiliza este trabajo como forma complementaria de obtener ingresos. Es decir, trabajan horas adicionales a su empleo principal, todos los días de la semana (el 36% así lo señala) y durante la noche (43%), con los problemas de conciliación y riesgos psicosociales que conllevan las largas jornadas laborales (OIT, 2022).

Estas plataformas van ampliando cada vez más su repertorio de tareas, entre las que destacan las relacionadas con contenidos creativos y multimedia, de administración e introducción de datos, de escritura y traducción, de ventas, marketing, servicios profesionales de contabilidad o de otro tipo y la programación y desarrollo de software. Y aquí es donde aparece la inteligencia artificial, pues buena parte de esas tareas se pueden hacer ahora con automatización robótica de procesos (RPA) a partir del aprendizaje automático o machine learning.

La digitalización puede asociarse con empleos de más calidad

En estas plataformas, o a través de la externalización de servicios, se produce no ya una individualización de las relaciones laborales, sino prácticamente su desaparición al ser el interlocutor un algoritmo y estar localizados oferentes y demandantes en cualquier parte del mundo, dificultando la selección de la legislación laboral a aplicar. De ahí la necesidad de avanzar en regulaciones como la ley Rider en España o el Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea que marquen las directrices de estas nuevas relaciones.

Calidad del empleo en dos direcciones

La digitalización puede asociarse con empleos de más calidad, en sectores en expansión con trabajos estables, bien remunerados, que aportan una mayor satisfacción por el tipo de tareas más creativas y la autonomía en la organización del trabajo, que requieren de una mayor cualificación y formación en habilidades digitales. Junto con este tipo de empleos, observamos la aparición de plataformas de trabajo online, que igualmente requieren de una alta cualificación y que aparentemente aportan una mayor autonomía para organizarse el trabajo, lo que permitiría también una mejor conciliación de la vida personal y laboral. Sin embargo, se observa que en estas plataformas predomina un trabajo que aporta un ingreso adicional, que supone un exceso de horas sobre las trabajadas en un empleo principal y que, al llenar todo el tiempo con trabajo, no permite conciliar. Es más, este tipo de tareas ahora están amenazadas por el desarrollo del machine learning y la mejora de los sistemas de reconocimiento de imágenes, traducción, procesamiento de lenguaje natural, web scraping

Las desigualdades entre quienes tienen formación y capacidad de adaptación en un entorno enormemente digitalizado y quienes no tienen acceso a herramientas, habilidades y conocimientos digitales, ya sean empresas o trabajadores, marcarán la evolución del mercado laboral y de la sociedad. Las nuevas formas de trabajo a través de las plataformas pueden aumentar la desprotección de los trabajadores ante la pérdida de ingresos y de derechos laborales. De ahí la necesidad de seguir avanzando hacia empleos de calidad trabajando al mismo tiempo con nuevas políticas de relaciones laborales y de protección social.

Notas

 1Microchips que caben no solo en nuestro bolsillo, sino que se pueden incorporar en cualquier objeto, lo que favorece el desarrollo del internet de las cosas.

 2Diferentes de las plataformas de trabajo in situ, que requieren localizar a quienes trabajan en el territorio para prestar los servicios (de reparto, transporte o cuidado de personas). En este tipo de plataformas este trabajo sí es la principal fuente de ingresos de manera mayoritaria. Aunque cada vez más sectores de actividad tienen presencia en este tipo de plataformas, en la Unión Europea, hay una importante concentración (el 44%) en el sector transporte. En este tipo de plataformas es más fácil que los trabajadores puedan organizarse en grupos o sindicatos, ya que se localizan en un mismo territorio (OIT, 2022).

Bibliografía

Cedefop: «Setting Europe on course for a human digital transition: new evidence from Cedefop’s second European skills and jobs survey» en Publications Office of the European Union, 2022. Disponible en: http://data.europa.eu/doi/10.2801/253954

Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad – ONTSI:  «Robotización y automatización. Oportunidades para la sociedad española 2022» en Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, 2022. Disponible en: http://doi.org/10.30923/094-22-046-3

Organización Internacional del Trabajo – OIT:  «Trabajo decente en la economía de plataformas. Documento de referencia para la Reunión de expertos sobre el trabajo decente en la economía de plataformas (Ginebra, 10-14 de octubre de 2022)» en OIT, 2022. Disponible en: https://www.ilo.org/global/topics/non-standard-employment/whatsnew/WCMS_855050/lang–es/index.htm

Autor

Doctora en Economía y profesora en el departamento de Estructura Económica y Economía del Desarrollo en la Universidad Autónoma de Madrid, miembro del grupo de investigación sobre Socio Economía del Trabajo (SET-LASE).

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