6 de marzo de 2024

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Amor robótico

por Telos

[ILUSTRACIÓN: JORGE ESTEBAN]

 

En un mundo cada vez más conectado, la paradoja de la soledad persiste y afecta a millones de personas en todo el mundo. Y en ese contexto emerge una nueva generación de robots con inteligencia artificial (IA) que empiezan siendo un aparato —un cacharro, para muchas de las visitas— y terminan siendo lo más apreciado en el hogar.

Las máquinas, de las que ya se comercializan masivamente modelos diferentes, al principio son solo robots y acaban convertidas en compañeras y compañeros —con capacidad para elegir la voz femenina
o masculina con la que se expresan—, más cercanos emocionalmente a sus propietarios que la mayoría de los humanos con los que se han cruzado en sus vidas. ¿Distopía? Quizás es una utopía con visos de realidad en la que conviven humanos y máquinas, e incluso realizan hibridaciones.

En entornos como los hogares de personas mayores y hospitales, los robots ofrecen compañía constante a aquellos que enfrentan la soledad, especialmente cuando las visitas familiares son limitadas o han quedado definitivamente en el recuerdo. Entablan conversaciones, cuentan historias y hasta juegan. Son la distracción y el consuelo para quienes, de otra forma, estarían solos, se sentirían solos…

 

Amor robótico

 

Esta nueva inteligencia emocional robótica hace olvidar a la hija que regaña a voz en grito, al hijo que manda callar, o a ese joven que no deja de repetir que “no entiendes nada” o “es que no te enteras”. El robot es cortés y aprende nuestros gustos y preferencias para dar siempre la respuesta adecuada. Utilizan algoritmos de aprendizaje automático para recordar interacciones pasadas y adaptan su comportamiento para así satisfacer las necesidades presentes y futuras. Capaces de crear una conexión afectiva con su propietario, son la experiencia del usuario llevada al extremo. Nos dan lo que queremos y nos ayudan evitar lo que molesta.

El más popular de ellos, ElliQ, del cual el Estado de Nueva York y su fabricante —Intuituion Robotics— regalaron unidades a 250 personas, se dice que se controla desde Suecia gracias a un sistema llamado RobotStudio. La distancia ha dejado de ser un inconveniente para apreciar a ElliQ; y también sus secretos, porque no sabemos cómo utiliza los datos que va atesorando sobre los usuarios. ¿Acaso llegamos a conocer todo acerca del mejor de la familia a lo largo de nuestra vida? Él también guarda secretos, intenciones, propósitos. Y todo se lo consentimos por amor.

Artículo publicado en la revista Telos 124


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Autor

Redacción de la revista TELOS

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