La línea que une el humano digital y la inteligencia artificial

Una línea une dos números de la reciente etapa de TELOS: el 108 dedicado al Humano digital y el 123 dedicado a la Inteligencia artificial. David Sánchez, autor de las ilustraciones de ambos números, reflexiona sobre el proceso creativo de plasmar en imágenes estos mundos tan complejos.

En primer lugar, quiero agradecer que los procesos creativos para plasmar en ilustraciones los dos números en los que he trabajado para TELOS se caracterizan con la total libertad con la que me han permitido trabajar. Cuando me encargaron la tarea de ilustrar la inteligencia artificial en verano de 2023, solo tenía en mente cómo conectar TELOS 108 – Humano digital con este TELOS 123 – Inteligencia artificial, tal y como me pidieron. Juan Zafra, el director de TELOS, quería conectar temáticamente las dos publicaciones, los dos mundos, a través de las ilustraciones. Ese fue el motivo de volver a ilustrar el Cuaderno central de la publicación.

En este número sobre la inteligencia artificial he utilizado un estilo más elaborado, más pictórico, que en humano digital, pero intentando conservarlo frío. Las ilustraciones comparten escenario, una especie de habitación que va cambiando de una ilustración a otra pero que a la vez es la misma. Quería sugerir que todo ocurre dentro de la «mente» de la IA, y mezclar los conceptos humano/máquina pero de una manera distinta a como lo hice con el humano digital, donde todo era más físico, más cíborg, aquí trato de que la mezcla humano máquina sea más mental y más antagónica.

¿Y cómo veo yo la IA? La inteligencia artificial debería ser aplicada en áreas que nos faciliten la vida a los humanos. Que la IA haga «arte» mientras los humanos seguimos haciendo el trabajo sucio me parece muy distópico. Veo artistas que utilizan la IA como una herramienta, pero es gente que ya tenía una trayectoria, un talento, que ya sabían dibujar, animar… y que han incorporado la IA como una herramienta más a su trabajo. Por otro lado, veo que la IA está dando la oportunidad de sentirse un artista a mucha gente sin talento, que están generando un «arte» muy malo, pero con un acabado muy profesional.