Ilustrar la incertidumbre

La artista Laura Wächter, encargada de ilustrar el Cuaderno de TELOS 118 – Escenarios de futuro, comparte con los lectores su proceso creativo marcado por la incertidumbre.

Cuando acepté encargarme de las ilustraciones del cuaderno de TELOS 118, aún no sabía muy bien cuál iba a ser el tema. No sabía que iba a tener que ilustrar algo que aún no existe: Escenarios de futuro. Lo que sí tenía claro es que con ellos me tiraba a la piscina. Tenía la certeza de que se me estaba entregando un honor y un reto.

Me he sentido muy cómoda trabajando con el equipo de TELOS, he tenido libertad total y el proceso de maquetación y diseño ha sido al revés de lo que estoy acostumbrada. “Tú dibuja, que luego nosotros encajamos”. Y encajan a la perfección. Es algo muy característico y admirable cómo partiendo de esa libertad son capaces de mantener una línea visual tan pulida y estable. ¡Así da gusto!

Probablemente es uno de los proyectos más intensos e interesantes en los que he trabajado, no por la cantidad de ilustraciones, sino por la profundidad y nivel de abstracción de los textos. Aunque el futuro es un tema del que se habla habitualmente a nivel personal, no estaba familiarizada con él a nivel académico y prospectivista. Antes de que empezasen a llegar los artículos, no podía visualizar otra cosa que escenarios distópicos, de desastre y destrucción. Me preocupaba un poco no ser capaz de reflejar la esencia de las diferentes ideas de los artículos, que la desesperanza no me dejase imaginar.

Creo que esta ilustración que acompaña al artículo de David Alayón refleja de alguna manera la actitud que tomé frente al proyecto. Él habla de que las utopías ya no mueven a la acción, y de que las distopías ha copado el imaginario colectivo y nos paralizan. Si quería hacer un buen trabajo con el cuaderno, necesitaba mirar más allá, apartar ese manto negro, y empaparme de posibilidades.

Conforme los artículos me fueron llegando, las visiones de los distintos autores me abrieron la mente a imágenes más diversas. Algunas deseables, otras no tanto; algunas contradictorias entre sí, y otras que podrían coexistir. No se trataba de “un tema”, sino de escenarios múltiples y complejos.

Esta ilustración acompaña al artículo Cristina Estébanez, en el que hace una reflexión importante contraponiendo la sociedad del entretenimiento y el metaverso; y una en la que se eduque en la creatividad y la invención. Creo que esta ilustración sigue la línea de otras muchas del cuaderno, en general todas tienen un matiz oscuro, pero dejan una puerta abierta.

La ilustración del póster es probablemente mi favorita. Refleja de alguna manera un sentimiento primordial que creo que necesitamos como humanos y que debemos potenciar. El sentimiento de comunidad y equilibrio entre nosotros y con el entorno. Es una imagen desde luego utópica, casi onírica, pero calma mis demonios.

Calmar los demonios, algo que necesitamos cada vez más. Un futuro en el que eso se tenga en cuenta realmente es lo que refleja Juan Carlos Pérez en su texto Futuro Ultrahumano. Usé el color frío para la base del personaje por el matiz emocional que tiene, y quise hacer entrever lo que estaba ocurriendo en su interior con esas viñetas de color intenso. Esas manos que aparecen de la nada se inspiran en la idea del apoyo sólido y seguro.

Aunque la idea era que la portada fuese ilustrada, como en TELOS 117, en este número tan marcado por la incertidumbre y la necesidad de llenar con escenarios lo que está por venir, el equipo decidió que fuese una bonita y elegante portada en blanco. Un lienzo vacío sobre el que imaginar cualquier cosa. Me pareció una idea brillante.

Aún así, me propusieron rellenar mi lienzo, imaginar mi portada. Me venían demasiadas imágenes a la cabeza. Pensé en el caos, la plausibilidad, el azar, lo imprevisto, elegir caminos y estrategias… Y este fue el resultado. Cuatro personas anónimas en un escenario vacío con un extraño juego de mesa con varios caminos posibles y diferentes finales. ¿El resultado? Habrá que imaginarlo.