6 de septiembre de 2021
por
Juan M. Zafra
En los años noventa del siglo XX se impuso la globalización como consecuencia, entre otros factores, de la extensión de redes de telecomunicaciones en todo el mundo y de los cambios legislativos, la desregulación y el fin de los monopolios, en un mundo conectado. En el siglo XXI la complejidad marca nuestra existencia; la realidad que vivimos ha dejado de ser lineal; el efecto mariposa es ya un fenómeno tan cotidiano como el de los cisnes negros y a la humanidad se nos exige flexibilidad y agilidad máxima para afrontar situaciones cambiantes e imprevisibles.
En esas llegó la pandemia. COVID-19 ha evidenciado una realidad que ya estábamos experimentando, a veces de forma consciente y otras, sencillamente, como consecuencia de la aplicación constante de los avances tecnológicos en nuestra vida. Nuestro mundo es híbrido: es producto de la combinación de una experiencia física, corpórea, analógica, con una práctica cotidiana fundamentada en las tecnologías digitales, desde el móvil a las redes sociales pasando por la inteligencia artificial básica y el blockchain.
Híbrido/a es la palabra que utilizamos para describir muchas de las realidades que han cambiado como consecuencia del confinamiento global y del salto experimentado en los procesos de transformación digital que estábamos apenas iniciando, no sin resistencia en algunos ámbitos.
Desde todas las instancias se trabaja para organizar el trabajo híbrido —presencial y en remoto—; las instituciones académicas quieren una educación que combine la asistencia al aula con las oportunidades del conocimiento en red; las administraciones buscan fórmulas para que la ciudadanía pueda realizar los trámites desplazándose a las dependencias oficiales o mediante aplicaciones digitales…
Construimos los espacios, buscamos las soluciones, revisamos los procedimientos y así empezamos a asumir, de manera colectiva, que nuestra propia esencia, nuestro ser, nuestra existencia es ya híbrida: una combinación de tecnologías, canales y contextos y de sentimientos, emociones y lenguajes que conforman una nueva experiencia vital. “Somos cíborgs, personas híbridas fundidas con la tecnología”, afirma Eurídice Cabañes, filósofa y autora de La tecnología en las fronteras.
Es solo el comienzo. En la sociedad digital hay fronteras que desaparecen, pero también barreras que se perpetúan; espacios que se abren y otros a los que muchos no podrán acceder sin un esfuerzo de colaboración e inteligencia colectiva. Las redes y los equipos físicos de telecomunicación son la puerta de entrada a una nueva experiencia, a un universo en el que, gracias a la tecnología, se abren un sinfín de oportunidades. Sin embargo, ni el acceso a esas redes está garantizado ni ese nuevo mundo está exento de riesgos de exclusión por razones económicas, culturales o ideológicas.
El acceso físico a la Red es imprescindible para entrar en esa nueva realidad digital híbrida, pero ese elemento físico no es suficiente sin un esfuerzo por conocer y adquirir nuevas habilidades, sin adoptar y asumir una nueva conciencia para un nuevo contrato social. “Lo que nos hace humanos es la parte no biológica de nuestra conciencia. Se trata de otra singularidad, con minúsculas, la de las prótesis artificiales que constituyen la cultura y el entorno social que los humanos hemos creado”, afirma Roger Bartra, el sociólogo que acuñó el concepto de exocerebro para referirse a una nueva conciencia humana que se amplifica con aparatos que nos ayudan a codificar una nueva realidad híbrida en la frontera que marca un cambio de era.
Director de TELOS. Profesor de Periodismo en la Universidad Carlos III. Es secretario general de Club Abierto de Editores (CLABE), la primera asociación de editores en España. Patrono de Fundación España Digital; forma parte del comité asesor del Foro de Gobernanza de Internet (IGF-Spain), miembro del consejo editorial de la revista latinoamericana Ibercampus; del Consejo Asesor de Cibervoluntarios y forma parte del consejo del Cluster de Ciberseguridad del Ayuntamiento de Madrid. Trabajó en medios como El País y Radio Nacional de España y fundó el diario digital bez.es. Fue asesor del gabinete del secretario de Estado de Comunicación del Gobierno de España y responsable de comunicación del Plan Avanza para el impulso de la sociedad de la información. Es licenciado en Ciencias de la información y ha realizado Programas Directivos en Inteligencia Artificial por la UNIR y en Transformación digital por el Instituto de Empresa. Es fellow de la German Marshall Fund y miembro de VIA Círculo Jefferson, la asociación de alumnos del Programa de Liderazgo de Visitantes en EEUU.
Ver todos los artículosDirector de TELOS. Profesor de Periodismo en la Universidad Carlos III. Es secretario general de Club Abierto de Editores (CLABE), la primera asociación de editores en España. Patrono de Fundación España Digital; forma parte del comité asesor del Foro de Gobernanza de Internet (IGF-Spain), miembro del consejo editorial de la revista latinoamericana Ibercampus; del Consejo Asesor de Cibervoluntarios y forma parte del consejo del Cluster de Ciberseguridad del Ayuntamiento de Madrid. Trabajó en medios como El País y Radio Nacional de España y fundó el diario digital bez.es. Fue asesor del gabinete del secretario de Estado de Comunicación del Gobierno de España y responsable de comunicación del Plan Avanza para el impulso de la sociedad de la información. Es licenciado en Ciencias de la información y ha realizado Programas Directivos en Inteligencia Artificial por la UNIR y en Transformación digital por el Instituto de Empresa. Es fellow de la German Marshall Fund y miembro de VIA Círculo Jefferson, la asociación de alumnos del Programa de Liderazgo de Visitantes en EEUU.
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