21 de abril de 2020
por
José María Álvarez-Pallete
Hace apenas un mes hubiera sido difícil imaginar que en las dos últimas semanas del mes de marzo nuestras redes iban a experimentar el crecimiento del tráfico que esperábamos para todo 2020, sobre todo teniendo en cuenta que esos crecimientos nada despreciables nos obligan cada año a casi duplicar la capacidad de nuestras redes. Tampoco hubiéramos podido anticipar que el voraz consumo de datos iba a registrar una caída todos los días sin excepción a las 8 de la tarde para permitirnos a todos volcarnos en el aplauso, en el homenaje y en la solidaridad. El mundo ha cambiado y ya nada será igual.
Sabíamos que las telecomunicaciones son esenciales, pero esta crisis ha puesto de manifiesto que son la columna vertebral de la sociedad y de la economía. Gracias a la conectividad que nosotros mismos ofrecemos, más del 90% de los profesionales de Telefónica en España han seguido desempeñando su actividad desde casa, lo que nos ha permitido mantener el servicio, que es crítico para la sociedad, garantizando al mismo tiempo la seguridad de todos. Nuestro propósito es más relevante que nunca y nos hemos volcado en “hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas”.
Ayudamos a las personas y a las familias a sobrellevar el confinamiento, manteniendo el contacto con sus seres queridos. Nuestra conectividad permite a muchos negocios seguir abiertos, aunque hayan cerrado sus puertas. Apoyamos a las administraciones públicas para gestionar la que ya se estima que es la mayor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial. Hemos llevado la mejor conectividad de fibra en unas horas a los hospitales que nuestro país ha levantado en tiempo récord y a los hoteles medicalizados. Nuestras redes han pasado la prueba de esfuerzo con matrícula de honor y demostrando que son parte de la solución.
Cuando el mundo real ha tenido que cerrar, el virtual ha abierto sus puertas. En estas semanas se ha producido la explosión de lo digital, en sectores madu-ros, como el comercio electrónico, y en otros hasta ahora más discretos, como la telemedicina o la educación digital. Ya no es una cuestión de oferta tecnológica sino de rápida adopción e intensa demanda desde la sociedad y las empresas. En las últimas semanas hemos recorrido una década en la evolución de los indicadores de digitalización, en teletrabajo o en gestión de las emisiones.
Este giro puede ser el catalizador que faltaba para dar un paso de gigante en la digitalización y para impulsar una transición digital sostenible y con foco en las personas. Es probable que estemos preparados y dispuestos a hacer que de esta crisis emerja un futuro mejor. Entre todos tenemos la oportunidad de hacerlo realidad y desde nuestro sector tenemos el orgullo de saber que las te- lecomunicaciones serán sin duda parte de ello. Porque lo que pasa por nuestras redes no son minutos de voz ni volúmenes de datos. Lo que pasa por nuestras redes es la vida misma.
Buenísima la revista!!
Me muy oportuno un mensaje alentador,así nos da la certeza de que la seguridad en sentirnos comunicados en estos tiempos difíciles que todos estamos atravesando con la pandemia global covid-19.
Encontraremos la mejor solución para proteger nuestras vidas:porque tambien tenemos un instinto de supervivencia que del cual tomamos fuerza para seguir en la lucha contra ese virus,que esta poniendo en peligro nuestra salud y nuestras vidas.
Gracias por sus palabras de aliento
Afectuosamente,
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