3 de septiembre de 2018
por Pablo Rodríguez Canfranc
Blockchain es la gran candidata a liderar la próxima revolución tecnológica mano a mano con otros campos destacados, como son la inteligencia artificial o el Internet de las cosas. Su primera función como estructura subyacente de la criptomoneda bitcóin probablemente sea ampliada en breve cuando las cadenas de bloques comiencen a utilizarse en muchos otros sectores de actividad aparte del financiero. Ya se habla de aplicaciones para gestionar los derechos de autor en la industria de la música o para mejorar los servicios públicos, entre muchas otras. La educación no es una excepción.
Las posibilidades de utilizar las cadenas de bloques en la enseñanza han centrado la temática de la nueva publicación de la colección Transmedia XXI que edita Learning, Media & Social Interactions de la Universitat de Barcelona Blockchain en Educación. Cadenas rompiendo moldes 1 es probablemente el primer libro, publicado en español, sobre las aplicaciones de la tecnología blockchain en educación, según sus autores. En cualquier caso, es un largo y profundo análisis sobre las ventajas que podría aportar esta tecnología a los sistemas formativos, que además presenta ejemplos concretos de experiencias en marcha al respecto de centros como el MIT, la británica Open University o la Universidad de Nicosia en Chipre.
Mucho se ha escrito a estas alturas sobre la filosofía que subyace en esta base de datos o libro de contabilidad descentralizado. Bástenos recordar las principales ventajas que ofrecen las cadenas de bloques frente a otros sistemas de validación digitales:
Blockchain contiene tres tipos de registros:
A la vista de estas características de las cadenas de bloques, los autores del informe proponen varias aplicaciones relacionadas con la educación:
El uso más inmediato de blockchain en la educación es la generación de los certificados académicos de los alumnos.
La trayectoria formativa de cada persona podría estar albergada en una de estas cadenas para ser consultada sin intermediación cuando haga falta, por ejemplo, al solicitar un empleo.
Las cadenas de bloques pueden mantener un listado de emisores y beneficiarios de cada certificado junto a una huella o firma digital (hash) en una base de datos pública almacenada de forma idéntica en miles de ordenadores por todo el mundo.
Las ventajas que ofrece frente a otros tipos de certificación digital son:
En esta línea de trabajo, el MIT ha creado, junto con la empresa informática Learning Machine, un estándar abierto bautizado como Blockcerts para emitir y verificar certificados en blockchain. Se trata de un software libre que la institución bostoniana ofrece de forma gratuita a todo centro formativo que quiera utilizarlo. Gracias a este sistema los estudiantes pueden operar sin la intermediación de la universidad, es decir, su expediente académico reside en blockchain y ellos tienen el control de sus propios registros sin la intermediación de la secretaría de la facultad.
Otra aplicación de blockchain es el facilitar el pago de los gastos asociados a la formación, por ejemplo, las tasas de matrícula, admisión y acceso, con la criptomoneda bitcóin. Este particular es especialmente relevante en el caso de los alumnos extranjeros, pues les evita las comisiones bancarias asociadas al envío de remesas, que pueden llegar a suponer el algunos casos hasta un 20% más de las tasas de matrícula.
La Universidad de Nicosia en Chipre es pionera en la apuesta por introducir blockchain en su funcionamiento. Aparte de emitir certificados académicos a través de este medio y de ofrecer formación específica a los alumnos sobre las cadenas de bloques (Master of Science in Digital Currency), acepta bitcóin para el pago de matrículas de todos sus grados mediante Bitpay, su propia pasarela de pago, ofreciendo un 5% de descuento al alumnado.
Las cadenas de bloques también pueden transformar la forma tradicional de enseñanza y aprendizaje, en la que el profesor es el portador del conocimiento y el alumno debe recibir ese conocimiento de su maestro. Concibiendo la educación como un proceso emprendido por el alumno, que construye su propio conocimiento en base a un aprendizaje individualizado, los autores del libro afirman que “la tecnología blockchain permite tratar el conocimiento como una construcción elaborada por individuos a través de fragmentos similares de conocimiento”.
De esta forma, establecen una metáfora entre los elementos de la arquitectura blockchain y la enseñanza, que reproduzco a continuación:
En este contexto, aunque los alumnos reciben fragmentos similares de conocimiento, blockchain permite que cada uno construya su itinerario personal de aprendizaje individualizado: “la combinación/disposición/secuenciación de esos bloques de conocimiento no tiene que ser necesariamente la misma para cada estudiante; a veces estos itinerarios son distintos para cada persona.”
El aprendizaje diseñado a medida de cada alumno es una vieja demanda de la tecnopedagogía, frente al aula tradicional, en la que todos reciben el conocimiento de forma uniforme. Quizá blockchain permita algún día llevar a cabo ese salto en los modelos de enseñanza y aprendizaje.
[ Fotografía de Pexels ]
1Disponible en http://www.ub.edu/ire/es/novedad-editorial-blockchain-en-educacion-cadenas-rompiendo-moldes/?_ga=2.255818952.1990136591.1538379392-299343837.1518693160
Economista especializado en el estudio del impacto de la tecnología en la sociedad. Actualmente trabaja en el área de estudios y publicaciones de Fundación Telefónica.
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