18 de octubre de 2023

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Expandiendo significados a través de la producción artística

por David Serra Navarro

El uso de la inteligencia artificial (IA) en el proceso creativo puede interpretarse como una limitación de la singularidad en la producción artística, pero también puede devenir una poderosa herramienta en función de cómo se integre en el proceso creativo.

 

La relación entre creatividad e inteligencia artificial es compleja y multifacética. Pese a que René Descartes nos apuntaba la imposibilidad de que una máquina pudiera ser inteligente, dados sus mecanismos predecibles, inflexibles y limitados (González, 2011), el avance de la IA con sus algoritmos de aprendizaje pueden desempeñar un papel clave en los procesos de generación, optimización y exploración de la creatividad, aunque cabe decir que el pensamiento creativo humano sigue siendo un desafío para las máquinas debido a su dependencia en la comprensión emocional, el contexto cultural y la intuición, áreas en las que los seres humanos todavía tienen una ventaja distintiva. De esta manera, al hablar de IA, ya sea como sistema informático o conjunto de ideas, nos es necesario comprender que no se trata únicamente de un sistema de lógica, sino de algoritmos que tienen la capacidad de aprender, y que no son simplemente órdenes programadas para realizar tareas específicas. Quizá no estemos tan lejos de una computación con una estructura física con chips que contengan axones, dendritas y núcleos para acercarnos a la lógica difusa de nuestro cerebro humano que es plástico y flexible.

La percepción de la IA entre los creativos es diversa y evoluciona con el tiempo a medida que la tecnología avanza y se integra más en la industria creativa. Algunos creativos adoptan la IA con entusiasmo y curiosidad, mientras que otros tienen reservas y preguntas sobre su impacto en la creatividad y la profesión en general. No obstante, los conceptos IA y creatividad están interconectados de varias maneras y la forma en que interactúan puede variar según el enfoque y la aplicación específica de la IA.

El avance de la IA con sus algoritmos de aprendizaje pueden desempeñar un papel clave en los procesos de generación, optimización y exploración de la creatividad

Sintéticamente podemos realizar una primera clasificación de virtudes de las herramientas IA dónde encontramos: la generación creativa que se basa en patrones y datos previamente aprendidos; la propia indagación de las ideas, lugar para generar conceptos iniciales o inspirarse en formas; la aceleración de la iteración y la toma de decisiones, permitiendo a los creativos centrarse en aspectos más conceptuales; la resolución de problemas creativos complejos al analizar grandes cantidades de datos e identificando patrones; la rápida exploración de variedad de diseños y conceptos en poco tiempo; la revisión de ideas con procesos de filtraje y, finalmente, el reto del aprendizaje creativo por parte de la máquina, imitando y tratando de mejorar los propios procesos humanos.

La relación hombre-máquina está cambiando la forma en que producimos y experimentamos el arte (Manovich, 2018), abriendo una nueva forma para relacionarnos con el mundo, revelando poco a poco nuevos procedimientos co-creativos entre inteligencia humana (IH) y IA en los que, parafraseando a Joseph Weizenbaum, ninguna máquina debería nunca tomar decisiones de forma completamente autónoma (1976, pág. 42). Hay que señalar que estas poderosas herramientas, que potencialmente permiten expandir las limitaciones humanas, también pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad si no se usan con precaución y crítica reflexiva (Latour, 2005), hecho que conlleva el tratamiento ético y responsable inherente a la IA1. En unos pocos años, artistas como Refik Anadol2, Holly Herndon3 o Mario Klingemann4 son una robusta muestra de cómo el arte hecho con IA va adquiriendo protagonismo en el contexto social y cultural, y cómo la IA se establece como medio expresivo en el territorio artístico. En una visión duchampiana, descubrimos un diálogo cultura-valor que se reinventa a través de la experimentación con algoritmos y nos aproximan a nuevos significados relacionales.

En este contexto de investigación, de co-creación IH-IA, surge la pieza El perro AIndaluz de Kenneth Russo5 presentada en el Centro Buñuel Calanda (2023), a la que le prestaremos atención como ejemplo de aplicación creativa de procesos algorítmicos para reinterpretar en clave contemporánea, casi 100 años después, mediante herramientas de IA los poemas de Luis Buñuel.

El pensamiento creativo humano sigue siendo un desafío para las máquinas

Esta propuesta, experimental y surrealista de naturaleza, toma los textos de Luis Buñuel como semillas engendradoras de nuevas producciones artísticas. La IA no pretende sustituir al humano, ni la expresión artística, ni reemplazar el propio pensamiento, más bien hace de intermediaria en un diálogo entre substrato cultural y contemporaneidad. En esta línea El perro AIndaluz deviene un proceso inagotable de intercambio de datos, un ir y venir de información contextual que explora desde la especulación visual la interpretación de los textos de Buñuel en relación a referentes de la historia del arte. La simbología de autores como Goya, Murillo, Velázquez, Leonardo, Dalí, etc., se suma y se multiplica en diferentes capas, llegando a una saturación plástica que se detiene en una de las palabras que contiene el poemario6 homónimo el famoso cortometraje experimental de 1929 Un perro andaluz (Un chien andalou, título original en francés). Esta réplica incesante de datos sigue la misma lógica que el proceso creativo, donde un guion se acaba convirtiendo en una imagen tangible, y donde el espectador es quién completa y se suma el círculo de significaciones. Por lo tanto, se trata de una obra interactiva en la que la IA solamente nos da un empujón para descubrir las zonas ocultas del mágico y poliédrico mundo de Buñuel e invita a revisar su obra en la faceta más atemporal.

La metodología utilizada consistió, en primer lugar, en reunir el conjunto de poemas que integran el «collage-guion» del film de 1929, datos intertextuales analizados y clasificados en el estudio de Jordi Xifra (2023) y que, como el autor nos afirma, constituyen un diálogo permanente con la película. Posteriormente, se filtró cada frase del poema en función de su relevancia conceptual y se tradujo a lenguaje natural para hacer uso de las herramientas IA que funcionan en base a un modelo de difusión7. Esta técnica implica controlar los infinitos resultados visuales a través de prompts (órdenes de lenguaje natural) que la máquina interpreta según el entrenamiento previo obtenido de bases de datos abiertas. En esta secuencia, los outputs (Fig.1), los innumerables outputs, nos relatan la consistencia de esta interrelación conceptual que expande el marco de investigación en un despliegue de la obra original.

Fotogramas extraídos de la producción El perro AIndaluz (Kenneth Russo, 2023)

Fotogramas extraídos de la producción El perro AIndaluz (Kenneth Russo, 2023)

Imágenes generadas a partir de:

1 – Me gustaría para mí. “…en cada pececillo un diente de oro…”
2 – No me parece ni bien ni mal. “…Yo creo que he de morir con las manos hundidas en el lodo de los caminos…”
3 – Al meternos en el lecho. “…los restos de estrella que quedaron entre tus cabellos…”
4 – Cavalleria rusticana. “…mi hermana asomada al gótico ventanal…”
5 – Ménage à trois. “…en los labios que de lívidos fueron insesiblemente transformándose…”
6 – Bacanal. “…cuando cruzamos los pulgares para formar una aspa se renueva el martirio…”
7 – Olor de santidad. “¡Que me estrello!”
8 – Palacio de hielo. “…se me van a comer una miga de pan en el interior del cerebro.”
9 – Pájaro de angustia. “…Tu cuerpo se ajustaba al mío como una mano…”

En resumen, la co-creación con inteligencia artificial ofrece la posibilidad de combinar las capacidades únicas de las máquinas con la creatividad y el juicio humano, compartiendo conocimiento y experiencias. Sin embargo, es importante recordar que la IA todavía se basa en patrones y datos existentes, por lo que la verdadera originalidad y la comprensión emocional todavía son dominios humanos distintivos.

Notas

 1Véase: https://futureoflife.org/open-letter/ai-principles/

 2Refik Anadol. Unsupervised — Machine Hallucinations — MoMA. 2022: https://www.moma.org/calendar/exhibitions/5535

 3Sónar+D Talks (2019): Listening to the Voice of #AI, with Holly Herndon and Mat Dryhurst: https://youtu.be/k67IKMXzD7A

 4Según nos describe el propio autor, su trabajo combina la mente analítica de un codificador, el fervor creativo de un artista y una pizca de «científico loco»: https://aiartists.org/mario-klingemann

 5Véase exposición virtual IA Art: https://dahj.org/ai-featured-artists/kenneth-russo-waai

 6Véase: https://lbunuel.blogspot.com/2014/08/el-perro-andaluz-polismos.html

 7Véase: https://www.assemblyai.com/blog/diffusion-models-for-machine-learning-introduction/

Bibliografía

Buñuel, L. (2023): El perro andaluz/Un perro andaluz. Estudio y edición de Jordi Xifra. Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza.

González, R. (2011): “Descartes: las intuiciones modales y la inteligencia artificial clásica” en Alpha (Osorno), nº32, págs. 181-198.

Latour, B. (2005): Reassembling the Social: An Introduction to Actor-Network-Theory [Reensamblando lo social: Introducción a la teoría del actor-red]. 1era Edición. Nueva York, Oxford University Press.

Manovich, L. (2018): Estética de la IA. Moscú, Strelka Press.

Weizenbaum, J. (1976): Computer Power and Human Reasoning: From Judgment to Calculation. San Francisco, W. H. Freeman and Company.

Autor

Doctor en Comunicación y profesor de la Universidad de Girona. Investigador y artista que, bajo el pseudónimo Kenneth Russo, ha desarrollado diferentes producciones artísticas con instituciones nacionales e internacionales.

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