La escasa capacidad de atención contemporánea tiene cura. Esa es la buena noticia del nuevo ensayo del especialista en transición digital Bruno Patino. El autor cree que si la memoria de los peces rojos es de ocho segundos, tan solo uno más es la medida de la capacidad de atención de los nativos digitales, cuyo cerebro se desconecta a partir de ahí y se pone a buscar una nueva señal. La actual distracción endémica, auténtica plaga de la sociedad moderna, es el resultado de la imposición dirigida de un modelo de negocio, un capitalismo digital que ha encontrado en la Red la posibilidad de un mercado en perpetuo crecimiento, una economía de la atención cimentada sobre la destrucción de nuestra concentración, sobre el fomento de nuestra continua ansia de novedades, de imágenes, de estímulos, de me gustas. Eso sí, Patino afirma que no se trata de una nueva condición humana. No somos desatentos, nos han hecho así. Y por eso mismo podemos dejar de serlo.
Hay tanta informacion en esta nuestra era que en el afan de acceder a toda ella o casi toda, queremos pasar compulsivamente de un tema a otro, sin darnos cuenta que entre mas informacion digerimos menos conceptos afirmamos o damos por ciertos, La abundancia nos obliga a desechar constantemente conceptos para adherir nuevos en un afan de permanecer actualizados y no pasar por obsoletos o ignorantes. El nuevo conocimiento que fue escazo y muchas veces negado en el pasado ahora nos abruma.