Nuestra auténtica identidad reside en valores universales que trascienden las diferencias superficiales entre individuos, como género, raza, religión, origen o apariencia física. Estos valores esenciales incluyen la capacidad de vivir con honestidad, de buscar la justicia, amar, crear y apreciar la belleza. Lo que nos diferencia y a menudo nos divide es secundario en comparación con estos principios universales.
Riemen explora las cuestiones fundamentales planteadas por Sócrates, como “¿Cómo debemos vivir?” y “¿Qué constituye una sociedad justa?” a través de cuatro ejes temáticos. En primer lugar, enfatiza la importancia de la memoria para reconocer y confrontar las fuerzas malignas. Luego, resalta los peligros de la estupidez y la mentira. Posteriormente, aboga por el papel del intelectual en la esfera pública. Por último, se centra la importancia del amor profundo. El libro defiende el humanismo y la esperanza de que, si los seres humanos cambian en un nivel fundamental, podrán romper con la repetición de la historia.