Natalie Wynn es la creadora de este canal de video-ensayo que surgió como una respuesta progresista a la proliferación de discursos de extrema derecha en YouTube. Con una cuidada puesta en escena, que utiliza el lenguaje audiovisual como apoyo narrativo, establece diálogos entre ideas antágonicas a través de diferentes personajes a los que suele interpretar ella misma. La habilidad de esta filósofa, que abandonó la academia por Internet, para desgranar corrientes de pensamiento e hilar sus argumentos de una forma comprensible es fascinante y absorbe al espectador. De ahí que algunos de sus vídeos, a pesar de llegar hasta la hora y media de duración, superen los cuatro millones de visionados, una proeza en tiempos de TikTok y de la economía de la atención. Entre sus temas favoritos están el fanatismo, la cultura digital y la identidad de género, cuestión esta última que trata de forma muy personal, ya que los cuatro años de vida del canal han coincidido con la transición de género de Wynn. Una creadora y pensadora que empieza a codearse con intelectuales de la talla de Noam Chomsky —imperdible la conversación de ambos sobre el futuro de la izquierda en The Stoa— y a la que no se debería perder la pista.