16 de noviembre de 2025
por
Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta
Ilustradora
Laura Wächter
Rotundamente sí. La cuestión es cómo queremos relacionarnos con ella, y cómo queremos vivir la hiperconectividad porque cada día más aspectos de nuestra vida transcurren entre dispositivos, plataformas y algoritmos.
¿Hemos reflexionado lo suficiente sobre lo que esto significa para nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestro desarrollo personal? ¿Estamos simplemente aceptando este entorno digital como inevitable, o somos conscientes de que también es un espacio donde deben respetarse nuestros derechos fundamentales? Si no tomamos conciencia ahora, corremos el riesgo de que los avances tecnológicos vayan por delante de la protección de aquello que nos define como personas.
No es que necesitemos inventar nuevos derechos para la era digital. Los derechos fundamentales —la dignidad, la intimidad, la igualdad, la libertad— siguen siendo los mismos, con el mismo valor universal. Lo que cambia es el escenario en el que deben garantizarse. La Carta de Derechos Digitales nos recuerda que el progreso tecnológico no puede convertirnos en simples usuarios sometidos a lógicas de mercado o a sistemas opacos de control político, sino que somos, ante todo, ciudadanos con derechos que deben proyectarse también sobre las nuevas realidades virtuales. Se trata de estimular el desarrollo guiándolo hacia los principios que sostienen nuestra convivencia democrática.
Vivimos conectados, pero muchas veces desprotegidos. La tecnología se ha impuesto en nuestras relaciones, nuestra educación, nuestro trabajo y nuestras relaciones sociales, a veces sin garantías claras sobre nuestra privacidad, nuestra autonomía o nuestro control sobre los datos. Este número de TELOS dedicado a los derechos digitales nos invita a repensar la gobernanza digital desde una perspectiva humanista: el reto es construir un ecosistema digital transparente, seguro y justo, donde las reglas protejan a las personas tanto en sus derechos individuales como en sus derechos colectivos.

No todo está escrito ni cerrado. El entorno digital evoluciona tan rápido que necesita un proceso de reflexión constante. Por eso, no necesitamos un conjunto de normas rígidas, sino una brújula para los poderes públicos, un recordatorio de que cada avance debe ser acompañado por una defensa firme de nuestros derechos. También es un llamamiento a la ciudadanía para no ser meros espectadores, sino protagonistas de un futuro digital que garantice un equilibrio entre innovación y derechos humanos.
Lo digital no puede ser una tierra de nadie. Es un espacio que debe reflejar los mismos valores que defendemos fuera de la pantalla. Derechos como la libertad de expresión, la protección de la intimidad, la seguridad jurídica o el libre desarrollo de la personalidad no son negociables, tampoco en la red. Como demuestra esta edición especial, la clave no está en desconfiar de la tecnología, sino en humanizarla. No se trata de elegir entre progreso y dignidad, sino de asegurarnos de que el primero siempre sirva a la segunda. Animemos también a la construcción de un entorno tecnológico europeo, con escala, en el que la competitividad y la ética convivan.
Este número de TELOS ha sido realizado en colaboración con:

Presidente ejecutivo de Fundación Telefónica. Es adjunto al presidente de Criteria Caixa y presidente del Instituto Hermes, labores que sigue desempeñando. Como fundador de la Fundación Hermes, también preside su patronato, una institución comprometida con la promoción de los derechos en el ámbito digital. Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y PADE por el IESE. Cursó estudios en Gestión Estratégica en la Wharton School (Universidad de Pennsylvania) y en la Harvard Business School. Comenzó su andadura profesional en Barclays Bank y posteriormente fue Subdirector General y Consejero Delegado del grupo de Empresas MutuAvenir. En el año 1996 se incorpora a Agrupación Mutua como Subdirector y en 1998 es nombrado Director General Adjunto del Grupo. En el año 2000 es nombrado Director General del Grupo Corporativo Empresarial de Caja Navarra y a partir del 2002 es Director General de Caja de Ahorros de Navarra. En 2010, junto con los directivos de Caja Canarias y Caja Burgos, funda como Presidente Ejecutivo el Grupo Banca Cívica, grupo al que posteriormente se suma Caja Sol. Ha sido Co-Presidente y CEO del Grupo Banca Cívica y Consejero Delegado de Caja Navarra. Es miembro del Capítulo Español del Club de Roma y del comité asesor del Latam Global Leadership and Competitiveness Program de la Universidad de Georgetown.
Presidente ejecutivo de Fundación Telefónica. Es adjunto al presidente de Criteria Caixa y presidente del Instituto Hermes, labores que sigue desempeñando. Como fundador de la Fundación Hermes, también preside su patronato, una institución comprometida con la promoción de los derechos en el ámbito digital. Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y PADE por el IESE. Cursó estudios en Gestión Estratégica en la Wharton School (Universidad de Pennsylvania) y en la Harvard Business School. Comenzó su andadura profesional en Barclays Bank y posteriormente fue Subdirector General y Consejero Delegado del grupo de Empresas MutuAvenir. En el año 1996 se incorpora a Agrupación Mutua como Subdirector y en 1998 es nombrado Director General Adjunto del Grupo. En el año 2000 es nombrado Director General del Grupo Corporativo Empresarial de Caja Navarra y a partir del 2002 es Director General de Caja de Ahorros de Navarra. En 2010, junto con los directivos de Caja Canarias y Caja Burgos, funda como Presidente Ejecutivo el Grupo Banca Cívica, grupo al que posteriormente se suma Caja Sol. Ha sido Co-Presidente y CEO del Grupo Banca Cívica y Consejero Delegado de Caja Navarra. Es miembro del Capítulo Español del Club de Roma y del comité asesor del Latam Global Leadership and Competitiveness Program de la Universidad de Georgetown.
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