Gracias al descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN por este autor, James D. Watson (junto a Francis Crick), ya no estamos condenados a observar la naturaleza desde una actitud pasiva. Ahora podemos juguetear con el ADN de los organismos vivos a nuestro antojo y leer el guión básico de la vida. En ADN. El secreto de la vida Watson expone los sucesivos intentos por mejorar las características de algunas plantas de gran impacto comercial, como el maíz; aborda el laborioso proceso de secuenciación del genoma humano, destaca su enorme aplicabilidad en el control de enfermedades hereditarias como el cáncer a través de la terapia génica y la edición con el novedoso sistema CRISPR/Cas9, y analiza la revolución que ha supuesto para el mundo de la medicina forense, tanto para la identificación de criminales como, por ejemplo, en la famosa identificación de la dinastía Romanov.