La industria de los contenidos digitales, constituida por actividades productivas relacionadas con la generación, el diseño, la gestión y la distribución de contenidos en formato digital, es un sector con fuertes modificaciones en su forma de funcionamiento y con continuos cambios en las relaciones entre los agentes participantes. El gran crecimiento que esta actividad ha experimentado en todos los países se ha producido como consecuencia de la mayor valoración de la información y del conocimiento, tanto en la empresa como por parte de los ciudadanos (existencia de una importante demanda latente), de las mayores posibilidades de transmisión de información a…
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La industria de los contenidos digitales, constituida por actividades productivas relacionadas con la generación, el diseño, la gestión y la distribución de contenidos en formato digital, es un sector con fuertes modificaciones en su forma de funcionamiento y con continuos cambios en las relaciones entre los agentes participantes.
El gran crecimiento que esta actividad ha experimentado en todos los países se ha producido como consecuencia de la mayor valoración de la información y del conocimiento, tanto en la empresa como por parte de los ciudadanos (existencia de una importante demanda latente), de las mayores posibilidades de transmisión de información a través de Internet (expansión de la Banda Ancha), así como de los avances en la capacidad de almacenamiento de los equipos informáticos (terminales inteligentes).
La denominación de industria de contenidos presenta una cierta ambigüedad y hace que estudios sobre el sector obtengan resultados muy diferentes en función del tipo de empresas y de actividades que contemplen. Esto se debe al proceso de convergencia sufrido como consecuencia del fenómeno de digitalización, que ha provocado que el sector de los contenidos digitales sea un sector atípico, compuesto por empresas muy heterogéneas, que vienen de campos muy diferentes, con tamaños muy distintos y acostumbradas a funcionar de formas muy diversas: empresas editoriales, medios de comunicación, otras empresas relacionadas (videojuegos, música, etc.), empresas de servicios de Internet, empresas de servicios de información, empresas informáticas y operadoras de telecomunicaciones son algunos ejemplos de agentes productivos, con características muy dispares pero ligados al mercado de los contenidos digitales y a su entorno.
Una de las mayores ventajas que se argumentan a la hora de defender la economía en red es que la integración de los diversos agentes de la cadena de valor, especialmente en el caso de Internet, conduce a una reducción del poder de negociación de los proveedores, a favor del consumidor, como consecuencia del proceso de desintermediación. Bajo este modelo, los creadores o proveedores de bienes y servicios pueden utilizar el contacto directo para dirigirse a los consumidores sin necesidad de tener que apoyarse en intermediarios.
Sin embargo, la economía basada en sistemas de telecomunicaciones donde prima la polarización de los agentes del mercado, las relaciones multidireccionales y el relativamente libre acceso de cualquier agente, diluyéndose y confundiéndose, en determinados casos, el papel del proveedor y el del consumidor, crea un problema de exceso de información, con el consiguiente aumento de costes de la misma.
Este mayor volumen de información crea la necesidad de que aparezcan nuevos intermediarios (infomediarios, sindicadores de contenidos) que analicen, segreguen, organicen e integren la avalancha de oferta que caracteriza a los nuevos entornos virtuales. El exceso de información disponible puede dificultar la localización de la información realmente útil.
Una vez presentada la relevancia del tema de los contenidos digitales y parte de su problemática, queremos señalar que el objetivo perseguido con la configuración y coordinación de este Cuaderno Central ha consistido en destacar, desde un enfoque económico o de gestión empresarial, las peculiaridades de la industria de los contenidos digitales y sus posibles líneas de evolución futura.
Con esta finalidad, se recogen cuatro artículos de fondo en los que se revisa la situación del sector a partir de diferentes perspectivas: una visión general sobre la economía de la información, un avance de las principales tendencias sectoriales, una aportación sobre el papel de los operadores de telecomunicaciones y un resumen de los principales rasgos del sector en España, con la descripción de una experiencia innovadora (Prisacom), que abarca una amplitud y variedad de negocios considerables.
Estos artículos se complementan con cuatro tribunas de opinión en las que directivos involucrados en el desarrollo del mercado de contenidos digitales, desde empresas con características muy distintas (Telefónica, Google, Prisacom y Mobile for Media Interactive), aportan sus opiniones y sus experiencias sobre la marcha del sector y sobre los posicionamientos de las empresas que dirigen, tratando de mostrar una amplia imagen de lo que está ocurriendo en esta industria y de los factores que se pueden considerar clave para su posterior evolución.