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La singularidad histórica de Telos


Por Enrique Bustamante Ramírez

Pasada la barrera de los 32 años desde la fundación de la revista Telos (enero de 1985), podemos hacer legítimamente un balance de esa larga historia, insólita en el terreno de las ciencias sociales y sorprendente en una publicación patrocinada y editada por entidades privadas no comerciales.

Como hemos reseñado en varias ocasiones, Telos nació en el seno de FUNDESCO, en un ambiente germinal de efervescencia sobre la convergencia telemática, con una confesada vocación humanística y social sobre las ‘Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación’, con el propósito declarado de servir de puente entre el mundo de los tecnólogos y el de la investigación social en comunicación; entre los avances académicos y el tejido social y económico; entre el debate español, todavía bastante endogámico, y los cambios internacionales. Sobre los indicios emergentes de esa época, se intuía ya que la comunicación iba a dejar de ser pronto un campo específico, limitado al periodismo y los medios de comunicación, para convertirse en un eje transversal y vital para todas las actividades sociales.

Editada durante doce años (1985-1997) por FUNDESCO -cuya función pionera en la investigación de aquel periodo todavía no ha sido valorada cumplidamente- Telos cumplió esa tarea, albergando a centenares de investigadores españoles y extranjeros, y a más de cuarenta artistas con una obra pictórica original, en la que estaba representada buena parte de nuestras vanguardias artísticas de la posguerra, que hoy tiene un valor emblemático.

Clausurada con el cierre de FUNDESCO, la revista fue recuperada desde 2002 en una nueva etapa por Fundación Telefónica y relanzada por Internet, adecuándose desde entonces a las nuevas exigencias de las revistas científicas (valoración anónima por doble ciego, consejo científico y evaluador independiente, acceso abierto en bases de datos, presencia en los índices académicos…). En ambas etapas, la revista gozó de una independencia editorial absoluta en la selección de sus autores, sus temas y sus desarrollos, que honra a ambas fundaciones.

Un referente sobre la Sociedad de la Información

En su celebración de un cuarto de siglo (nº 81, de 2009), Telos editó un número extraordinario, con un Dossier especial titulado «25 años de futuro», en el que se invitó a escribir a una selección de sus mejores autores históricos internacionales.

Con motivo del treinta aniversario y de su coincidente número 100 (2015), Telos ofreció un dossier extraordinario, escrito por una treintena de sus consejeros que representaba una auténtica antología de balance y prospectiva de las TIC en todos los campos sociales. Un gran seminario celebrado en el Espacio de Fundación Telefónica en Madrid puso de relieve esas aportaciones. En el estudio más detallado realizado hasta ahora sobre esa trayectoria, con motivo del 25 aniversario, se reconocía que «Telos consiguió en sus primeros 25 años […] ser un referente del pensamiento comunicacional sobre las tecnologías y sobre la implantación de la Sociedad de la Información» (J. A. García Galindo).

En ambos dossiers se constataba que las intuiciones de los años 80 no estaban erradas, que las telecomunicaciones habían devenido en el eje central de las nuevas redes de comunicación que transformaban a su paso la sociedad entera, y que los contenidos que transitaban por esas redes estaban cambiando todas las relaciones sociales, así como todas las esferas del conocimiento humano. Pero se certificaba también que las grandes disyuntivas de la humanidad, sobre la utilidad y el beneficio de las tecnologías y el conocimiento al servicio del conjunto de la sociedad, estaban más vivas y activas, bajo nuevas formas, que nunca.

Ciertamente, el ambiente intelectual y científico ha mejorado notablemente en estas tres décadas. Hoy hay felizmente numerosas publicaciones profesionales en el área y han surgido decenas de revistas académicas de comunicación. Pero el foso entre el mundo tecnológico (STEM) y el humanístico de la comunicación y la cultura se ha agravado, y las barreras entre la academia y las empresas y la sociedad civil se han hecho menos permeables a despecho del discurso oficial sobre la ‘transferencia de conocimiento’ a la sociedad. En particular, un notable tejido de revistas universitarias, repartidas por departamentos estancos de ‘áreas de conocimiento’, cada vez más especializadas, se orienta exclusivamente a su difusión entre los académicos de cada campo, al penalizarse por las agencias de evaluación y promoción universitaria a los autores que difunden sus estudios en las publicaciones profesionales o en áreas diferentes a la de su adscripción. También se ha difuminado, y no pocas veces anulado, la preocupación por las consecuencias sociales de las TIC. Y una política científica europea y española extraviada ha reforzado la dominación de las publicaciones y de los índices anglosajones, generalmente comerciales.

En ese ambiente, Telos se ha convertido desde hace años en un raro espécimen que, aunque respetado y situado a la cabeza de las revistas mundiales en español por sus índices de impacto, se resistía a ser etiquetado en una de las tipologías ortodoxas.

Innovación y redes sociales

Los contenidos de este último número 107 que aquí presentamos son una buena muestra de tal singularidad. Comenzando por la sección de Autor Invitado que se ocupa en este caso de desarrollar una visión heurística e interdisciplinar del proceso de innovación, situando el conocimiento como factor clave de las organizaciones. Realizado por Antonio Fumero (ingeniero de Telecomunicación) y César Ullastres (economista), este texto quiere ser al mismo tiempo un homenaje al notable trabajo pionero que el profesor Fernando Sáez Vacas, consejero de Telos desde su primer número y durante toda su trayectoria, ha realizado en el ámbito de una disciplina, la sociotecnología, a la que dedicó muchos textos con una sensibilidad especial hacia el ser humano y social.

En las Tribunas de Comunicación, destaca la aportación de Jorge Pérez (ETSIC) otro consejero histórico que acompañó siempre a Telos hasta hoy. Y la de Raúl Trejo (UNAM de México), cuyo apoyo como editor asociado viene también desde la primera edición, sobre los retos del periodismo ante la manipulación en las redes. Se añade el artículo de Cristina Zúñiga (Fundación Telefónica) sobre el futuro de la música que complementa con nueva mirada el último dossier (Telos 106).

El cuaderno central de este Telos 107 está dedicado a una problemática de enorme impacto, las redes sociales, especialmente entre las audiencias jóvenes. Como rezaba nuestro call for papers para esta monografía, coordinada por María del Carmen García Galera (URJC) y Cristóbal Fernández Muñoz (UCM), «el objetivo de Telos con este Dossier es precisamente fomentar una reflexión interdisciplinar sobre las posibilidades que las redes sociales han abierto y abrirán para los jóvenes como un ámbito social donde transcurre inevitablemente su vida personal, social, formativa o profesional». Diez autores y siete artículos, tres de investigación elegidos por evaluación anónima y otros tres encargados a expertos reconocidos, desarrollan una visión compleja de esta temática, que abarca las transformaciones en comunicación y en las relaciones sociales, en las actitudes políticas y en la educación, de cuya orientación se da cumplida cuenta en su introducción.

Pero las secciones misceláneas de investigación y ensayo de nuestra revista ofrecen otros estudios de interés múltiple. Así, en Perspectivas, Eva Martín Ibáñez (periodista especializada) examina con un enfoque narrativo determinados tipos de videojuegos para comprender su funcionamiento y su atractivo, al tiempo de ensayar una metodología válida para otros muchos contenidos comunicativos. Por su parte, Catalina Fernández (arquitecta, Ecuador) analiza experiencias internacionales destacadas de gobierno electrónico en Canadá y Ecuador, para resaltar el papel de la participación ciudadana y de los indicadores de su eficiencia. Y Jorge Gallardo (Universidad Camilo José Cela) y Gloria Sáez Barneto (Openbank) estudian la relación de los youtubers con las marcas y los anuncios publicitarios para descubrir la formación y funcionamiento de nuevos prescriptores de opinión.

Vocación internacional

En Análisis, hemos agrupado otras investigaciones de trascendencia social. En primer lugar, un detallado análisis de la renovación de la BBC a partir de la Royal Charter de 2016, como modelo del servicio público radiotelevisivo que se adapta a la era digital; Carlos López-Olano (Universidad de Valencia) realiza este balance conectándolo, como permanente referencia europea, por contraste con la situación española, estatal y autonómica. Johana Pérez Daza (Universidad Central de Venezuela) por su parte, se dedica a enriquecer la perspectiva sobre las Smart Cities, insertando en la ecuación tecnológica la información y la comunicación social, pero también la educación como componentes irreemplazables de la ciudad inteligente. Y, finalmente, ampliamos nuestras aportaciones pasadas sobre el futuro del libro, con una visión avanzada sobre el papel del libro de texto digital en educación y su democratización del saber en la sociedad del conocimiento, a cargo de Ismael López González, un experto que trabaja a caballo del mundo científico y profesional (editorial Santillana).

Subrayando también la vocación internacional que ha sido seña distintiva de Telos, ofrecemos en Experiencias un estudio de Amaia Landaburu (Universidad de Málaga) sobre las radios comunitarias en India, país de enormes desigualdades socioeconómicas y políticas, en tanto experiencia de comunicación participativa que soslaya las discriminaciones del sistema mediático dominante, para fundamentar la solución de problemas sociales y los mimbres de un desarrollo integral.

En fin, más de una veintena de autores que vienen a sumarse a los más de dos millares de expertos españoles, europeos, latinoamericanos, norteamericanos, que han publicado en Telos en estos más de 32 años; y a los autores estables de las secciones finales de actualidad que han prestado un continuo servicio al lector. Orientados por un centenar de investigadores destacados de todos los campos científicos que han formado parte del Consejo Científico, de los editores asociados internacionales, de los consejos de redacción y evaluación, este ha sido el auténtico capital de Telos. A todos ellos tengo que agradecer su aportación en tantos años. También, naturalmente, va mi gratitud a FUNDESCO y a Fundación Telefónica que apoyaron y editaron largamente este espacio de reflexión y debate sin pretender ninguna rentabilidad inmediata.

Enrique Bustamante
Director de Telos (1985-1997)
Coordinador académico (2002-2017)

Artículo extraído del nº 107 de la revista en papel Telos

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