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Perfiles de los presidentes latinoamericanos en Twitter


Por Luis DeltellAna Gabriel Martínez Torres

Este artículo presenta las conclusiones de una investigación realizada sobre los perfiles en Twitter de los presidentes latinoamericanos de países de lengua española y portuguesa. Se muestra cómo los líderes crean una red de comunicación fuerte, pero que esta solo alcanza a sus propios seguidores.

En menos de una década el espacio de microblogging Twitter se ha convertido en una valiosa herramienta de interacción política. Para algunos politólogos y estadistas se trata de un arma artera y peligrosa. Así, por ejemplo, después de las recientes manifestaciones y revoluciones los dirigentes de los países implicados tienden a calificar a la empresa californiana de ‘amenaza de la sociedad’, en palabras del presidente Recep Tayyip Erdogan (Parkinson, 2014), e incluso estos políticos comienzan los trámites pertinentes para la prohibición de Twitter en sus respectivos Estados. Los últimos ejemplos los encontramos en Turquía y en Ucrania.

Sin embargo, otros intelectuales y analistas consideran que Twitter es un elemento vital para la consolidación de la democracia, de los valores sociales y de la libertad. Como indica Evgeny Morozov (2012), incluso el espacio de microblogging ha sido propuesto en varias ocasiones para el premio Nobel de la Paz. Para estos autores, Twitter es una de las piezas centrales de la llamada esfera pública virtual o digital (Sampedro y Resina, 2010).

En el ámbito científico, los investigadores también se encuentran divididos en torno al valor y al impacto real de Twitter en la política. Así, los más optimistas, citando la teoría de la autocomunicación de masas de Manuel Castells, proponen que este espacio de microblogging representaba ya un ejemplo palpable de una nueva sociedad en donde cada individuo puede ser un líder de opinión y expresarse en términos de ‘valor y poder’ (Castells, 2009).

Twitter y política

En esta línea surgieron estudios que pretendían no solo mostrar el impacto de Twitter, sino también predecir los resultados de las elecciones o el futuro social de los Estados basándose en el flujo y el contenido de los tweets, (Tumasjan et al., 2010; Deltell, Osteso y Claes, 2013). Desde universidades y centros de investigación de todo el mundo, diferentes autores relacionaron las primaveras árabes, las protestas en Brasil, los movimientos de indignados en España (Osteso, Claes y Deltell, 2013) o el movimiento #occupaywallstreet en EEUU (Thorson et al., 2013) con el uso de Twitter.

Frente a estos investigadores surgió una visión crítica sobre los efectos de Twitter. Algunos autores desconfiaron y demostraron que la mayoría de los procesos de predicción de elecciones basados en el análisis de los tweets contenían errores (Gayo, 2013) y fallos metodológicos (Jungherr, 2012). Otros minimizaron el impacto real de Twitter en la política nacional e internacional. Según estos estudios, las redes sociales -y en concreto el espacio de microblogging– no representaban un papel fundamental en los acontecimientos sociales (Olorunnisola y Martin, 2013) en los cambios políticos en el área del Mediterráneo (Al-Kandari y Hasanen, 2012) y/o en el Este de Europa (Morozov, 2012).

A partir del texto Internet Desilusión de Morozov se cimentó una corriente crítica y pesimista sobre las posibilidades reales del uso de Twitter. Este analista mostró que esta web podía no estar favoreciendo la consolidación de las democracias. Aún más, podía estar sirviendo para perpetuar a los gobernantes, algunos elegidos democráticamente, pero otros directamente dictadores, como el ejemplo de los dirigentes de Bielorrusia (Morozov, 2012).

Para los ‘ciberpesimistas’ y también para los ‘ciberoptimistas’, Twitter se ha colocado en una posición central en el debate político de la esfera pública digital y junto a los otros medios y redes sociales, su uso es clave para la construcción de un debate en la Red (Dahlgren, 2012) y en la política actual.

Tanto el poder establecido -gobernantes, dirigentes, líderes y medios de comunicación-, como el contrapoder (Castells, 2006) recurren al manejo de Twitter y realizan una y otra vez campañas basadas en el flujo de los tweets. Este artículo presenta las conclusiones de una investigación de monitorización y seguimiento de todos los perfiles de los presidentes latinoamericanos que utilizan como primera lengua el español y el portugués.

Twitter y América Latina

La situación del uso y la penetración de Internet en Latinoamérica son muy distintas según los diferentes países. Sin embargo, de forma general -como resalta Carmen Fernández- la región ha abandonado su estatus de ‘periferia’ y está deviniendo en uno de los polos de actividad en la Red (Fernández, 2012).

El uso de Internet en las sociedades latinoamericanas se ajusta en gran medida a una división por grandes áreas geográficas, es decir, dividimos el vasto territorio en tres bloques subcontinentales: Norteamérica (México), Centroamérica y las islas del Caribe (incluyendo el Estado Libre Asociado de Puerto Rico y Haití -aunque se consultan solo como medida de control-) y Suramérica (aquellos países cuya mayor extensión está en el continente suramericano). De estas divisiones, sin duda, la región sureña es la más activa y participativa en Internet frente a Centroamérica y las islas caribeñas (Puerto Rico sería una excepción), que presentan una menor participación.

Así, la diferencia en el uso y la penetración de Internet entre Chile (61,4 por ciento) y Nicaragua (13,5 por ciento) parece enorme y ciertamente es elevadísima. No obstante, no lo es tanto si comparamos sendos datos con los de sus países próximos: Uruguay (55,1 por ciento), Argentina (55,8 por ciento); Honduras (18,1 por ciento) y Guatemala (16,0 por ciento). Se puede entender que en Latinoamérica (de habla española y portuguesa) hay cierta continuidad geográfica en la penetración y el uso de Internet. Como se observa en la tabla 1, existe una relativa coherencia entre regiones y entre la población y el número de internautas.

Población, porcentaje de usuarios de internet (2009 y 2013) y perfiles en Facebook (2012)

También se observa en la tabla 1 que el crecimiento de uso en Internet desde 2009 a 2013 es cuantioso en todos los países, especialmente en Chile, Argentina y Uruguay, que aumentan porcentualmente más de veinte puntos en tan solo cuatro años. Por otra parte, la comunidad de internautas en Latinoamérica es una de las más activas del mundo en redes y medios sociales. Así, por ejemplo, Facebook presenta mayor índice de penetración entre los usuarios de Internet en Venezuela y Brasil que en los propios EEUU, país de nacimiento de dicha red social.

En el caso de Twitter las cifras son menos significativas, ya que desde 2010 la compañía de microblogging no facilita datos fiables del número de usuarios reales. Sin embargo, en 2011 la empresa de San Francisco esperaba una revolución en el número de usuarios en el entorno latinoamericano con un crecimiento de hasta el 700 por ciento (Jaramillo, 2011).

La actividad en Twitter no es nada desdeñable; los diez usuarios más activos en Latinoamérica y en lengua castellana superan en total los 100 millones de seguidores (TwLat.com, 2013). Aún más interesante es que los datos más recientes ofrecidos por Twitter y Globalwebindex indican que el índice de penetración del espacio de microblogging en esta red es más alto cada año en toda la región. México, Brasil, Argentina, Venezuela y Chile superarían actualmente a EEUU y España en la tasa porcentual de uso de Twitter entre internautas.

Esta creciente actividad de la comunidad latinoamericana en Internet -y especialmente en Twitter- ha aumentado el flujo de la ciberpolítica. Entre enero y abril 2013 se llegaron a monitorizar casi 17 millones de tweets sobre la figura de Hugo Chávez (Deltell, Congosto, Claes y Osteso, 2013). Como indica Waisbord, parece que se está realizando una globalización real en el mundo latinoamericano en torno a la política y la cultura americanas (Waisbord, 2012). Algunos investigadores indican que Twitter es ya el medio social con mayor prestigio profesional y político en la región.

Desde el punto de vista de los entrevistados, Twitter es el medio que posee una mayor valoración (58,8 por ciento de los entrevistados) en cuanto al aporte que da al medio local analizado, al permitir un uso más personal de la información y de la comunicación entre los usuarios y el medio o el acceso a una mayor diversidad de usuarios, y una mayor posibilidad de debate en torno a los hechos acontecidos y cubiertos por estos medios con sus usuarios (Said-Hung et al., 2013).

Los dirigentes políticos en Twitter

Por tanto, resulta comprensible que casi la totalidad de los presidentes latinoamericanos tengan cuenta en Twitter. Solo cuatro líderes no han abierto perfiles: Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), José Mújica (Uruguay) y Raúl Castro (Cuba). Parece evidente que existe una vocación participativa en Twitter. Observamos que el primer dato relevante de nuestra investigación es que los mandatarios de la región reconocen la importancia de este espacio de microblogging y toman una posición de usuarios con sus propios perfiles.

Dieter Nohlen (2006) define el discurso político como el medio por el cual los presidentes y líderes ejercen su poder, a través de un proceso de definición y exclusión, inteligibilidad y legitimidad. Este juego de inclusión o exclusión se acentúa en Twitter, donde seguidores y seguidos resultan claves para entender el funcionamiento de los perfiles virtuales de los políticos. Como señalaba Roland Barthes, en la comunicación, sea política o no, «es esencial un contrato colectivo que uno debe aceptar en su totalidad si desea comunicarse» (Barthes, 2004, p. 123). Es por ello que una vez aceptadas las normas -en este caso son las reglas establecidas por Twitter- las cuentas de los presidentes latinoamericanos revelan su ideología, su agenda (oculta y real) y su modo de desarrollar y entender la actividad política.

Este espacio de microblogging, por tanto, es una herramienta para medir la interacción entre votantes y dirigentes y si el populismo en la región se ha incrementado, como defiende Waisbord (2013).

Resultados y discusión

En primer lugar nuestro experimento muestra el enorme interés que ha generado Twitter entre los mandatarios de Latinoamérica y entre la comunidad de internautas de dichos países. Las cifras no son nada desdeñables: cuatro presidentes tienen más de dos millones de seguidores y otros tres superan el millón. En total los dirigentes de la región tienen más de 15 millones de seguidores; además, durante el período del experimento se ha constatado un incremento numérico en todas las cuentas estudiadas. Estos mandatarios han escrito en total más de 3.500 mensajes en el espacio de microblogging.

En la tabla 5 presentamos los datos de los perfiles de los presidentes latinoamericanos en Twitter durante el tiempo de la muestra (a partir del día 11 de marzo de 2014 habrá cambio de gobierno en Chile y sustituirá a Sebastián Piñera la presidenta electa, Michelle Bachelet).

perfiles de los presidentes latinoamericanos

Los países sombreados no son analizados debido a que sus presidentes no tienen una cuenta oficial en Twitter durante el tiempo de la muestra y Haití no entra en el análisis debido a que su lengua oficial es el francés, aunque sus datos los citamos como referencia.

Como se observa, los presidentes latinoamericanos disfrutan de una gran presencia en Twitter. Esta presencia y este éxito aún son mayores si se comparan con el perfil en dicho medio social de Mariano Rajoy en España (población de 46 millones de habitantes, cifras del INE, 2013) que tiene tan solo 495.000 seguidores; o la cuenta de Anibal Cavaco Silva, en Portugal (población de 11 millones de habitantes), que tan solo logra la insignificante cifra de 5.970 seguidores; se percibe con más claridad la gran influencia de los perfiles presidenciales en la región.

Siguiendo el modelo de Chávez

Esta ciberactividad en la política latinoamericana comenzó con la iniciativa de Hugo Chávez. El presidente bolivariano transformó su perfil en Twitter en una de sus estrategias centrales de comunicación. Como indican investigaciones previas (Morozov, 2012; Deltell, Congosto, Claes y Osteso, 2013), el fallecido líder venezolano descubrió un nuevo modelo de comunicación. En el espacio de microblogging el dirigente se mostraba afable, sociable y dispuesto a un diálogo con los todos internautas. Su ciberactividad era tan frenética que hasta llegó a ser acusado de ‘gobernar desde Twitter’ (Moreno, 2012). Sin embargo, esta actitud no se acercaba a una verdadera dialéctica con los otros, como ocurría con los políticos de otros continentes, europeos y australianos (Wilson, 2011), sino que tendía al paternalismo y al populismo.

El modelo propuesto por el fallecido Hugo Chávez parece repetirse, aunque con diferencias importantes, en los otros líderes latinoamericanos. Para entender bien cómo usan sus perfiles, hemos recurrido al estudio de una semana construida. En la tabla 6 presentamos los datos del usuario oficial de la presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

semana construida de la actividad del perfil en Twitter de Cristina Fernández de Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner pretende repetir el modelo de Hugo Chávez. La dirigente argentina es abierta y afable en sus tweets y parece dispuesta al diálogo. No obstante, a diferencia del líder venezolano, no contesta a las preguntas de los usuarios, ni realiza retweets de mensajes de otros; todo lo contrario: aunque el tono es cordial, mantiene una comunicación vertical. Desde su posición emite sus mensajes con un escaso nivel de interacción.

Aún más interesante es el fenómeno de ‘spinternet’ (Morozov, 2012), gracias al cual Kirchner ha logrado que las conversaciones que ella genera, o que se crean sobre ella, se canalicen rápidamente y se contemplen siempre desde su propio sesgo ideológico. Esto parece ar la ‘teoría de la urdimbre’ en Twitter (Osteso, Claes y Deltell, 2013), que indica que la mayoría de los usuarios en la red de microblogging, ante la cantidad de información que disponen, terminan repitiendo los mismos esquemas que en la vida física.

El estudio del perfil de Kirchner, como se observa en el de otros mandatarios (véase tabla 2) evidencia que los tweets estrictamente políticos no son los más numerosos. Los mensajes más publicados están relacionados con la gestión e incluso con temas domésticos o personales. Esta estrategia recuerda a un modelo de comunicación más populista que político, donde al seguidor de Twitter se le considera un amigo o un familiar, más que un votante.

Una ventana al mundo

Los presidentes latinoamericanos han construido una gran red de seguidores en Twitter. Como indicábamos, siete de ellos sobrepasan el millón. Tal vez uno de los casos más significativos es del presidente en funciones de Chile (hasta el 11 de marzo de 2014), que cuenta con 1.149.802 seguidores, lo cual supone casi el 12 por ciento de la población total del país. No obstante, esta gran red está construida por sus propios votantes y el nivel de diálogo o intercambio de ideas es mínimo.

En la tabla 2 mostramos cómo el presidente medio latinoamericano utiliza Twitter como un altavoz de sus ideas, pero sin ofrecer ninguna posibilidad de diálogo o de conversación con los internautas. También observamos el bajo número de cuentas que siguen los presidentes (véase tabla 3). Solo un pequeño grupo de mandatarios siguen a más de 1.000 perfiles. Según Marwick, Twitter es una relación y ‘juego’ entre ‘ver y ser visto’ (Marwick y Boyd, 2011); sin embargo, para los políticos latinoamericanos parece que sus perfiles en este espacio les sirven únicamente para mostrarse.

La mayoría de los dirigentes entienden que el espacio de microblogging es un lugar de divulgación de sus ideas pero no de debate. Casi ninguno de ellos lo usa como una verdadera herramienta participativa dentro de la esfera pública digital. Esto provoca que el observador externo perciba que los presidentes latinoamericanos se encuentran perdidos, ya que esta gran red creada en Twitter lo forman, en realidad, sus votantes y afines. Los perfiles de los presidentes latinoamericanos se dirigen casi únicamente a su propia maraña de seguidores.

Bolivia, Cuba y Uruguay

Casos interesantes de estudio son la actividad en Twitter de los países en los cuales los presidentes no tienen un perfil oficial: Bolivia, Cuba y Uruguay.

En Bolivia han surgido 50 clones o cuentas falsas que emulan, juegan o fingen ser el presidente Morales. La mayoría de estas cuentas son humorísticas y en ningún caso parecen ser las oficiales; sin embargo, una minoría de los perfiles sí finge ser el propio dirigente. Esta actividad ha causado un gran desgaste en el gobierno; el propio vicepresidente Álvaro García Linera llegó a reconocer que anotaba ‘con nombre y apellido’ a los usuarios que insultaban al mandatario Morales en Twitter y Facebook[1].

En Uruguay el número de clones es mínimo: no alcanzan la decena. La comunicación del presidente Múgica en el espacio de microblogging se realiza desde la cuenta oficial del gobierno, que presenta una actividad media (dos tweets diarios) pero con un escaso número de seguidores.

El ejemplo más sorprendente es el de Cuba. Raúl Castro no tiene cuenta oficial en Twitter, aunque sí existe un espacio virtual del gobierno y un perfil muy activo de ‘reflexiones de Fidel Castro’. Además, como se observa en la tabla 1, este Estado es uno de los países latinoamericanos con menor tasa de uso de Internet. Por último, Cuba ha sido denunciada en repetidas ocasiones por ser uno de los Estados con mayor censura en la Red. Todo ello parece producir una reacción en Twitter con importantes perfiles virtuales de políticos sobre Cuba, pero el impacto de los mismos es mínimo en la isla y la casi totalidad de los seguidores son de países extranjeros. Sirva de ejemplo la cuenta de Yoani Sánchez (585.000 seguidores a 1 de marzo de 2014).

El caso de Bolivia y el de Cuba muestran cómo la ausencia de los dirigentes principales en Twitter favorece la creación de líderes dentro de la oposición o del contrapoder. Así, el elevado número de usuarios fakes y clones del presidente Morales en Bolivia que satirizan e ironizan casi cualquier política del gobierno boliviano. En Cuba, los disidentes al régimen han encontrado en Twitter un vehículo de expansión de sus ideas, no tanto dentro de la isla como fuera de ella.

Conclusiones

Esta investigación ha monitorizado las cuentas en Twitter de los presidentes latinoamericanos de habla española y portuguesa (se han añadido el Estado Libre Asociado de Puerto Rico y Haití, de lengua francesa, como muestras de control). La primera conclusión es que casi la totalidad de los mandatarios tienen un perfil abierto y activo en el espacio de microblogging (16 de un total de 20 posibles).

Los datos revelan un enorme impacto. Siete de los presidentes tienen más de un millón de seguidores, cuatro de ellos sobrepasan los dos millones. En Chile, el presidente en funciones hasta el 11 de marzo de 2014, Sebastián Piñera goza de más de un millón simpatizantes, lo que representa el 12 por ciento de la población total de su país.

En el período estudiado, todas las cuentas presidenciales han incrementado su número de seguidores. La mayoría de los líderes han participado y escrito mensajes en la Red (salvo el presidente de Perú). La mayoría de los dirigentes latinoamericanos se muestran afables y cordiales en el espacio de microblogging. No obstante, al observar su actividad comprobamos que no tienden al diálogo ni al intercambio de ideas. Los presidentes latinoamericanos entienden Twitter como un altavoz de sus ideas, un espacio para difundir sus mensajes en una comunicación vertical y no como un lugar de encuentro y debate. Por ello, la mayoría de sus seguidores son, de hecho, sus votantes y sus afines fuera del espacio de microblogging.

Se puede entender que los perfiles de los mandatarios latinoamericanos, aun con un gran impacto social y un elevado número de seguidores, se encuentran perdidos en sus propias redes y marañas de poder. Sus tweets llegan solo a sus propios seguidores y no se establece ningún diálogo real.

Notas

[1] Véase: www.eldeber.com.bo

Objetivos y metodología

Esta investigación estudia los perfiles en Twitter de todos los presidentes latinoamericanos que escriben en español y en portugués (añadimos el Estado Libre Asociado de Puerto Rico y Haití, de lengua francesa, como muestras de control). Además, se estudiará el caso de los cuatro países cuyos presidentes no tienen cuenta oficial: Cuba, Bolivia, Nicaragua y Uruguay. Bajo estos criterios de selección de la muestra, los presidentes analizados son dieciséis de un universo de veinte.

El objetivo general de esta investigación es analizar, por medio de los perfiles en Twitter de los dirigentes latinoamericanos, los códigos comunicacionales empleados para potencializar el poder político.

En este trabajo los objetivos específicos se enmarcan como cuantitativos y cualitativos:
– Conocer el nivel de actividad, participación y ritmo de publicación de los presidentes latinoamericanos cuyo idioma oficial sea el español y portugués, a través del análisis del flujo de los tweets, número de seguidores y número de seguidos de los mandatarios durante el tiempo seleccionado para la muestra.
– Averiguar qué tipo de información publican en la red social y el nivel de uso de la hipertextualidad de estos políticos, por medio de la clasificación de los tweets emitidos por los líderes de acuerdo a tres categorías establecidas: políticos, doméstico/personales y agenda de gestión.
– Evaluar el nivel de interactividad y el flujo de comunicación entre ciudadanos y políticos a través de la red social. Utilizamos como referencia del impacto de los presidentes en los medios sociales el factor Klout.
– Detectar cuál es el grado de conocimiento y buen uso del lenguaje y características propias de la red social Twitter por parte de los políticos.
– Mostrar si el uso de las redes sociales puede contribuir a un acercamiento de la política a la ciudadanía.
– Establecer si existe un nivel de diálogo o de dialéctica con los internautas.

Proponemos una metodología cuantitativa y cualitativa para poder abordar el análisis. Al tratarse de una investigación con una enorme cantidad de datos, propia de los estudios de Big Data (Mayer-Schonberger y Cukier, 2013), es necesario recurrir a sistemas de monitorización. A fin de sistematizar el torrente de mensajes se elaboraron diversas fichas. En la tabla 2 mostramos los datos básicos de la investigación.

datos básicos del experimento

El método elegido para el estudio fue el de una semana construida (Stempel, 1989). La semana construida es una técnica de muestreo aleatorio que se utiliza frecuentemente en el análisis de contenido de medios de comunicación. Se tomó como base dos meses, entre el 6 de enero de 2014 (que coincide con el primer lunes del año seleccionado) y el 23 de febrero de 2014, que dieron lugar a la semana construida. De esta forma se confeccionó una muestra aleatoria de 301 tweets.

Para estudiar los códigos comunicacionales empleados por los presidentes en sus cuentas de Twitter nos basamos en el análisis de contenido (una técnica científica de recogida de información sustentada en la medida y creación de categorías interconectadas). Lógicamente recurrimos a los requisitos de cualquier otro procedimiento científico: objetividad, sistematización y relevancia social, con la finalidad de ofrecer resultados fiables y válidos (Krippendorff, 1990).

En la tablas 3 y 4 se muestra la ficha-modelo elaborada para el análisis cuantitativo y cualitativo de los perfiles de los dieciséis mandatarios (con el valor absoluto en los datos generales y el valor medio en análisis de contenidos de tweets).

ficha de análisis: datos totales de los mandatarios

 

ficha de análisis: datos media de los mandatarios

Una vez monitorizados todos los perfiles presidenciales y después de elaborar la semana construida, realizamos análisis cualitativos del comportamiento y de la actividad generada y realizada en Twitter. Para ello utilizamos los modelos previos para casos latinoamericanos de Said-Hung y Arcila (2011) y de Deltell et al. (2013).

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Artículo extraído del nº 99 de la revista en papel Telos

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