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Una mirada semiótica a la comunicación digital interactiva


Por Eva Martín Ibáñez

Editorial Gedisa. Carlos Scolari. Hipermediaciones: Elementos para una Teoría de la Comunicación Digital Interactiva
320 p. ISBN: 978-84-9784-273-0
Barcelona, 2008

El libro está dividido en tres partes. La primera, dedicada al saber comunicacional, la segunda versa sobre el hacer comunicacional y las últimas páginas apuntan hacia una Teoría de las hipermediaciones.

La obra parte de la idea de que, para entender qué está pasando en la comunicación digital interactiva, es necesario analizar las conversaciones teóricas en ese campo. Así, nos encontramos ante un semiótico que estudia el contexto actual de convergencia de lenguajes y medios propio de la comunicación digital interactiva. Carlos Scolari confiesa que, para elaborar este libro, sus autores de cabecera han sido Jesús Martín-Barbero y Hans Magnus Enzensberger.

Al calor de la digitalización

Desde las primeras páginas, Scolari destaca su apuesta por la metáfora de ecosistema, entendido como «conjunto de intercambios, hibridaciones y mediaciones dentro de un entorno donde confluyen tecnologías, discursos y culturas». Igualmente, el objetivo es descubrir las transformaciones del ecosistema mediático y las conversaciones sobre comunicación digital interactiva. Para ello, considera que hace falta concentrarse en los malentendidos surgidos en el territorio epistemológico donde las teorías de la comunicación se cruzan con las tecnologías digitales. En definitiva, actualmente los procesos de comunicación están mediados por tecnologías digitales.

Después de realizar un repaso al saber comunicacional, Scolari llega a la conclusión de que todavía no existen teorías de la comunicación interactiva como tales. Por otra parte, las tradicionales teorías de comunicación de masas resultan insuficientes para abordar el fenómeno de las hipermediaciones. El autor define la hipermediación como un «proceso de intercambio, producción y consumo simbólico que se desarrolla en un entorno caracterizado por una gran cantidad de sujetos, medios y lenguajes interconectados tecnológicamente de manera reticular entre sí». Para analizar la comunicación digital interactiva, Scolari insiste en la necesidad de que los estudios comunicativos no deben perder de vista «el bosque transdisciplinario donde florecen las grandes conversaciones fronterizas»; en esa frontera habita la verdadera riqueza de los estudios de comunicación, pero también su gran debilidad frente al resto de las Ciencias Sociales.

¿Viejas o nuevas teorías para los nuevos medios? Scolari manifiesta que necesitamos el conocimiento acumulado por las teorías de comunicación de masas del último siglo, aunque no sea suficiente. Esas teorías tradicionales todavía son válidas para abrir nuevas perspectivas; ahora bien, siempre que no estén simplemente basadas en especulaciones futuristas sin ninguna base empírica. Sin embargo, añade que resulta más rentable, en términos teóricos, investigar las contaminaciones dentro de la semiosfera interactiva que quedarse obnubilado frente al dato cuantitativo.

La segunda parte repasa la economía política de las hipermediaciones desde tres vertientes: la producción, el texto y el consumo. A lo largo de esos capítulos, Scolari sigue insistiendo en que nunca podremos comprender la dinámica de los nuevos medios si los aislamos de los viejos medios.

Tensiones y transformaciones

El último capítulo, Hacia un teoría de las hipermediaciones, conforma la tercera parte. Allí Scolari pone de relieve que todos los procesos nacidos o relanzados por las tecnologías digitales poseen un lado mítico, que oscila entre lo utópico y lo catastrofista. Por lo tanto, es necesario ser conscientes de los límites implícitos de cada metáfora. En su caso apuesta, en primer lugar, por la metáfora de ecosistema, según la cual los medios conforman un sistema dinámico animado por contradicciones y conflictos por la ocupación de nichos comunicacionales (tensiones y transformaciones). El segundo pilar es el modelo textual: aunque las tecnologías y sus interfaces no sean textos, podemos analizarlas como si lo fueran. Los usuarios de tecnologías son lectores de textos que cooperan en la construcción de su significado y coevolucionan con esas tecnologías.

La única manera de alcanzar nuevas teorías aplicables a la comunicación digital interactiva, de acuerdo con Scolari, es mantener conversaciones con un amplio espectro de interlocutores; dejarse llevar por el espíritu de apertura que animó a las teorías de comunicación de masas tradicionales, aunque evitando los malentendidos que retrasaron la consolidación académica del campo comunicacional.

Finalmente, el autor señala que esta obra es un ensayo, no un manual. Sin embargo, este libro puede resultar de gran utilidad para estudiantes universitarios de comunicación y para investigadores que trabajen en el campo de la comunicación digital interactiva.

La segunda parte es un poco irregular, en especial los capítulos 5 y 6, dedicados a la economía política de las hipermediaciones, producción y textos. Por el contrario, los elementos que resultan más interesantes son la inmensa mayoría de las tablas que complementan el texto. Suponen un gran esfuerzo de síntesis por parte del autor y seguramente serán muy útiles para muchos lectores.

Artículo extraído del nº 79 de la revista en papel Telos

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Eva Martín Ibáñez

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