V
Val del omar en tela de juicio


Por Rafael R. Tranche

La reseña sobre la publicación (1) que aquí abordamos requiere un inevitable preámbulo que dé cuenta de la figura de su inspirador: José Val del Omar.

Para muchos, la obra y la trayectoria de Val del Omar (1904-1982) siguen siendo desconocidas a pesar de desarrollarse con continuidad durante más de seis décadas y ligarse a los más importantes movimientos y acontecimientos de la cultura española de este siglo.

Durante este extenso período su actividad se repartirá entre la teoría, la práctica y la técnica cinematográficas.
Desarrollo de procedimientos sonoros de grabación y reproducción en salas (diafonía), formatos de imagen (Intermediate 16 35, Biestandard). técnicas de iluminación puntual e intermitente (Visión Táctil, como él lo denominaba), sistemas de proyección (desbordamiento a panorámico, óptica biónica) junto a una serie ininterrumpida de trabajos experimentales de los que quedaron, como máxima expresión, los documentales Aguaespejo granadino (1955) y Fuego en Castilla (1959) configuran algunas de sus actividades más representativas. Si consideramos su obra en conjunto, quizá lo más destacable sea la interdependencia y la coherencia global que todo su trabajo adquirirá con el paso de los años.

Cada nueva aportación se sustentaba o exploraba princlpios de hallazgos anteriores, de manera que es muy difícil establecer un recorrido lineal por la producción de Val del Omar, dada la férrea vinculación de todo su corpus. Precisamente, ésta es una de las cuestiones que ha tenido que abordar el libro. optando por un criterio cronológico que, inevitablemente, tinta de un sesgo biográfico a un trabajo que se pretende presentación del conjunto de la obra.
De ahí que la división en capítulos-décadas imposibilite un planteamiento epistemológico más actual y ajustado a la complejidad del objeto.

UN ANÁLISIS PENDIENTE

Un problema añadido es la confección de la obra con materiales de distinto pelaje: escritos del propio Val del Omar junto a artículos, reseñas, crónicas, cartas, documentos oficiales y extractos de estudios generales cuyo único común denominador es su ubicación temporal.

La diferencia de estilos y, sobre todo, el poco valor que puede hoy conferirse a textos marcados por la actualidad puntual, hacen que la estimación de los distintos hallazgos y aportaciones puedan entenderse como una simple polémica en el contexto de la época.
Por otro lado, sería iluso pensar que el rango o la variedad de firmas validaría una obra que tendrá que dirimirse por otros criterios. Los textos-guía que acompañan el material mencionado, elaborados por los autores, eluden el problema insistiendo en la reconstrucción histórica de los avatares de Val del Omar. En este sentido, la documentación es exhaustiva, ofreciendo al lector las coordenadas espacio-temporales precisas para ubicar a Val del Omar.

Este caudal de información debería haber propiciado un segundo paso: la interpretación, la confrontación con las prácticas hegemónicas de cada momento y el análisis comparado de la obra (dosificando la palabra de los coetáneos), para desvelar lo que hoy puede decirnos a la luz de una heterodoxia técnica y teórica, ahora convertida en visionaria.

Tal vez otro proyecto distinto hubiera partido en exclusiva de la palabra de Val del Omar, propósito que parece vislurnbrarse en el segundo libro que compone la edición: una selección de poemas y textos de carácter literario. Pero, una vez más, el planteamiento acota la singularidad de los escritos de Val del Omar: renunciando a desvelar su carácter híbrido, mezcla de ensayo, confesión mística y filosofía de la técnica, por consagrarlo como poeta (que por lo contenido en el poemario resulta irrefutable).

PREMIO A LA PUBLICACIÓN TÉCNICA

La tercera unidad de la publicación presenta en un estuche la edición en video de las dos películas mencionadas.
Sin duda, como advierten los autores, parte de la riqueza visual y sonora del medio original se pierden en esta versión en vídeo pero, a cambio, es el elemento de la publicación que apuesta más decididamente por presentar el propio trabajo de Val del Omar sin mediaciones.

En este sentido, también se aproxima a una idea que debiera haber marcado el norte del proyecto: la difusión y la divulgación de la obra de Val del Omar antes que su estudio hagiográfico.
Con todo, hay que destacar la ingente tarea compilatoria de los autores y la decidida apuesta que dos instituciones han hecho por una de las publicaciones más cuidadas y mejor presentadas de los últimos años. No sería justo, por ello, olvidar el excelente diseño que Julio Juste ha realizado, interpretando la obra en cuanto a distribución, pesos y medidas de los elementos gráíicos dentro del conjunto, conjugando tela y papel, traduciendo y dosificando el color y construyendo, en suma, tres bellos objetos, contenidos en una delicada caja artesanal, que justifican el premio del Ministerio de Cultura a la mejor publicación de carácter técnico del año 92.

(1) Val del Omar sin fin, Gonzalo Sáenz de Buruaga y María Jose del Omar, estuche con dos libros y casete de vídeo Diputación Provincial de Granada con la colaboración de Filmoteca de Andalucía, Granada, 1992.

Artículo extraído del nº 36 de la revista en papel Telos

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