Que paren las rotativas

Bernardo Díaz Nosty

Barcelona: Fundación Telefónica /Ariel, 2013, 164 p.

ISBN: 978-84-08-11296-9
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Este es el último título publicado en la Colección Fundación Telefónica / Ariel fruto de una investigación realizada por Bernardo Díaz Nosty, catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga. En este libro se analiza cómo durante el último medio siglo se han sucedido grandes cambios que afectan a la prensa como medio informativo. Las transformaciones que se produjeron en la década de 1970 y 1980 la convirtieron en un medio electrónico que seguía empleando un soporte físico: el papel. Progresivamente se han ido sucediendo los avances tecnológicos que han dado lugar a lo que el autor denomina ‘paradigma digital’. El futuro de la prensa se define hoy a través del medio continuo y el desarrollo de terminales ligeros y manejables.

A lo largo de los nueve capítulos en los que está dividido el libro, se intenta dar respuesta a diferentes preguntas que forman parte del debate central que se ha generado alrededor del futuro de la prensa. Se analizan también otros aspectos relacionados con los valores fundacionales del periodismo y es por ello por lo que hay una distinción clara entre periodismo y soportes y periodismo e industria.

El libro consta de dos partes bien diferenciadas: una primera, en la que bajo el título genérico de Que paren las rotativas incluye capítulos como Muerte anunciada; Transición al medio continuo; Configuración de un nuevo modelo; La globalización fragmentada; La movilidad, factor decisivo, o Mundialización e interacción global. Y una segunda parte que, con el título de El medio continuo, habla de El nuevo ecosistema; el Derecho de acceso e interacción continua y un último capítulo a modo de Conclusiones.

Pérdida de identidad y nuevos modelos de prensa

La crisis de la prensa es anterior a la recesión iniciada a finales de la primera década del presente siglo; en opinión del autor, fruto de la inadaptación tecnológica de una industria vinculada a un soporte informativo y publicitario que generó grandes rendimientos económicos y que después de una profunda reconversión tecnológica en los años setenta y ochenta del siglo XX no supo liderar las oportunidades que ofrecía Internet. La crisis económica vino a acentuar la situación anterior y en muchos casos la pérdida de ingresos se trato de paliar mediante recortes en los costes de producción (despidos de periodistas, reducción de páginas, secciones y salarios). El empobrecimiento de la oferta aumentó la desconfianza en el medio. La pérdida de credibilidad de la prensa acentúa la crisis de identidad del medio y se superpone con el resto de circunstancias que describen su declive y le restan capacidad de intervención en la búsqueda de nuevas soluciones.

El modelo tradicional de periodismo -entendido como una industria asociada a un soporte de contenidos altamente perecederos- está en el epicentro de la crisis. Esta industria ha sido alcanzada por una tecnología disruptiva que aún está en plena evolución, en un proceso que Díaz Nosty llama de ‘mediamorfosis’ y que conduce en el actual ciclo a los terminales móviles que están cambiando las nuevas formas y hábitos de consumo. En opinión del autor, las oportunidades para la industria y el periodismo existen, pero ni los medios ni las relaciones con los públicos volverán a ser los de antaño. El periodismo no solo debe adaptarse a las nuevas circunstancias, sino también atender a los requerimientos que apelan a la transparencia. El futuro de la prensa se define hoy a través del medio continuo y el desarrollo de terminales ligeros y manejables, puesto que un renacer de los diarios impresos en papel, con relevancia mediática significativa, parece poco probable.