R
Retórica de la abundancia en tiempos de escasez


Por Antonio Fumero

Notas

[1] Sáez Vacas, F. (2007). TVIC: Tecnologías para la VIda Cotidiana. Telos [en línea], 73, 4-6. Disponible en: http://sociedadinformacion.fundacion.telefonica.com/telos/editorial.asp@rev%3D73.htm [Consulta: 2012, 20 de julio].

[2] Boyd, D. y Crawford, K. (2011). Six Provocations for Big Data. En A Decade in Internet Time: Symposium on the Dynamics of the Internet and Society, September 2011 [en línea]. Disponible en: http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1926431 [Consulta: 2012, 20 de julio].

[3] Evans, D. (2011, abril). The Internet of Things How the Next Evolution of the Internet Is Changing Everything. White Paper. Cisco Systems [en línea]. Disponible en: http://www.cisco.com/web/about/ac79/docs/innov/IoT_IBSG_0411FINAL.pdf

[4] Turing, A. M. (1950). Computing Machinery and Intelligence. Mind [en línea], 59(236), oct., 433-460. Oxford University Press. Disponible en: http://mind.oxfordjournals.org/content/LIX/236/433 [Consulta: 2012, 16 de septiembre].

[5] Quinn, A.; Bederson, B. (2011). Human computation: a survey and taxonomy of a growing field, en Proceedings of the 2011 annual conference on Human factors in computing systems (CHI ’11). DOI=10.1145/1978942.1979148 [en línea]. New York: ACM, pp. 1403-1412. Disponible en: http://doi.acm.org/10.1145/1978942.1979148

[6] Fumero, A. (2011). IRC 2.0. Medios para la Información, la Relación y la Comunicación en la Web 2.0. El profesional de la información [en línea], 20(6), 605-609. Disponible en: http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2011/noviembre/01.pdf [Consulta: 2012, 12 de agosto].

[7] De Rosnay, J. (1977). El Macroscopio: hacia una visión global. Traducción de Fernando Sáez Vacas. Madrid: Alfa Centauro.

[8] Rheingold, H. (2012). Net Smart. How to Thrive Online. MIT Press.

[9] Sáez Vacas, F. (2011). ¿Convendría desarrollar una Inteligencia Tecnosocial?. En Miscelánea NEToscópica [en línea], mayo. Disponible en: http://netosfera.1blogs.es/2011/05/03/%C2%BFconvendria-desarrollar-una-inteligencia-tecnosocial/ [Consulta: 2012, 21 de agosto].

[10] Gardner, H. (1983).  Inteligencias múltiples. Barcelona: Paidós.

La retórica informática del cambio de versión que daba lugar a la Web 2.0 ha popularizado también metáforas como el software (o la computación) social (Social Computing) o la nube informática (Cloud Computing), destacando cada una de ellas elementos particulares de una situación de complejidad que, desde un punto de vista sociotecnológico, no deja de ser un reflejo de la ‘infotecnología-uso’ que se extiende a partir de unas características básicas de ‘convivencialidad’ y cotidianeidad que han dado lugar a la popularización de las Tecnologías para la VIda Cotidiana (TVIC) (Sáez Vacas, 2007) .

Hoy, el volumen de datos que se generan en nuestra Sociedad de la Información y del Conocimiento (SIC) -superespecializada en la creación de ignorancias y lagunas inter y multidisciplinares-, solo rivaliza con la diversidad de los mismos y la velocidad a la que se generan. Tal es así que se ha creado una metáfora simplificadora que atiende solo a la primera de estas tres dimensiones fundamentales que se utilizaran originalmente para definirla.

Tal y como planteaban D. Boyd y K. Crawford (2011)[2], esa abundancia provoca efectos perversos: confunde objetividad y precisión, cambia la definición de conocimiento, se ahondan nuevas brechas digitales, cambia la ética en su utilización por un acceso simplificado y universalizado o diluye la ‘calidad’ de la información y los procesos para su producción y distribución.

Se trata de una abundancia difícil de gestionar y que se ve alimentada por fuentes diversas. Una de ellas es el desarrollo explosivo de la Internet de las cosas -que ya supera en número a las personas según las cifras publicadas por Cisco Systems[3]-. Los proyectos basados en la metáfora de las ‘ciudades inteligentes’ (smart cities) conectan personas y servicios con esas ‘cosas’, creando un escenario en el que tiene más sentido que nunca la promoción de la reutilización de la información en poder de los organismos públicos e institucionales a través de iniciativas bautizadas como Open Data u Open Government (oGov).

Para dar salida a las demandas que provoca este fenómeno, se perfilan ‘soluciones’ parciales que provienen de la popularización de otro tipo de fenómenos basados, fundamentalmente, en la externalización masiva, con diferentes niveles de automatización -es decir de intervención desatendida por parte de las máquinas-, de tareas y procesos que tradicionalmente se asignaban a equipos humanos definidos dentro de una organización empresarial, contando con mayor o menor apoyo explícito de recursos tecnológicos.

Expresiones del Big Data

Desde el punto de vista de las tradicionales Ciencias de la Computación (Computer Sciences), esa evolución va en la línea de lo que el propio A. Turing[4] ya anunciaba cuando hablaba de las máquinas computadoras digitales (1950) y que hoy, dentro de las Ciencias de la Web (Web Sciences) se ha conceptualizado como Human Computation (Quinn y Bederson, 2011)[5], contextualizando fenómenos como lo que conocemos -dentro del ámbito de los medios sociales para la información, la relación y la comunicación en la Web 2.0-IRC 2.0 tal y como se define en Fumero (2011)[6]- como crowdsourcing.

La ‘abundancia’ que anuncia el fenómeno del Big Data ha impulsado la externalización masiva de tareas hacia la Red -considerada esta como un entramado sociotécnico capaz de ofrecer funcionalidades ‘computacionales’ avanzadas-, dando lugar a multitud de iniciativas y casos de estudio en ámbitos diversos: en el de los medios encontramos casos como Demotix, CNN iReport, All Voices y un largo etcétera (véase en periodismociudadano.com y en el libro de la colección Ariel-Fundación Telefónica Periodismo Ciudadano. Evolución Positiva de la Comunicación). Podemos también encontrar en nuestro país casos de aplicación en el ámbito de la acción social, como Ziudad, 100Medidas.es o Change.org; en lo que se refiere a la financiación cooperativa de proyectos (crowdfunding), Goteo, Verkami, Lanzanos o Seedquick son algunos casos de aplicación en España.

Todas esas iniciativas han convertido, en mayor o menor medida, la ‘simple’ innovación infotecnológica en verdadera innovación social, trascendiendo además la abundante retórica de los fenómenos sustantivos que han extendido la naturaleza oclocrática de la acción de las multitudes en la Red.

Cualquier análisis serio, de cierto alcance intelectual, de este fenómeno de lo grande, de lo abundante, en la Red debe trascender la retórica de la que surge esta metáfora para poner en contexto su impacto sociotécnico y socioeconómico, dentro de un marco tecnocultural que nos ayude a aprehender la realidad de su propia evolución a través de sus realizaciones prácticas en diferentes ámbitos.

De la misma forma que J. de Rosnay (1977)[7]  nos proponía aproximarnos a lo infinitamente complejo a través de un metafórico macroscopio, F. Sáez Vacas nos propone mirar la complejidad de un entorno vital intensamente tecnificado a través de las ópticas múltiples de otro potente instrumento intelectual, el ‘netoscopio’, que permite dibujar la realidad del Nuevo Entorno Tecnosocial (NET) que inspira su denominación en 21 dimensiones; y esa es, creo, la aproximación compleja, sistémica, que requiere un fenómeno como el que hemos aceptado nombrar con su denominación sajona, Big Data, y que Fundéu nos recomendaba sustituir en enero de 2013 por ‘macrodatos’.

Mi tesis aquí es, en definitiva, que el hecho de que la proliferación de ‘variedad’, de diversidad, así como su compleja interrelación en ese NET, es lo que caracteriza un fenómeno cuya retórica se ha quedado, restringida por la escasez que define estos tiempos, en la simple abundancia de una ‘materia prima’, los datos, que aun sin procesar difícilmente podrán impulsar la compleja maquinaria sociotécnica de nuestra SI.
Surge en este punto la cuestión -cuya resolución excede el alcance de esta breve tribuna- de cómo favorecer ese procesado: H. Rheingold (2012)[8]  habla en su último libro del desarrollo de ciertas ‘habilidades’ digitales para un contexto social en la Red que, dominadas en su conjunto, definen un tipo de individuo caracterizado como Net Smart; mientras que F. Sáez Vacas (2011)[9] propone la conveniencia de desarrollar cierta ‘inteligencia tecnosocial’, como parte de las múltiples inteligencias propuestas por H. Gardner[10].

Artículo extraído del nº 95 de la revista en papel Telos

Ir al número Ir al número



Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *