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Promesas y frustraciones de la TDT


Por Julio Larrañaga Rubio

Portada de la televisión digital terrestre

La Televisión Digital Terrestre: experiencias nacionales y diversidad en Europa, América y Asia

Luis A. Albornoz y Mª Trinidad García Leiva (Eds.)

Buenos Aires: La Crujía Ediciones, 2012, 300 p.

ISBN 978-987-601-154-9

Este libro, como señalan sus coordinadores, es un análisis de la economía política de la TDT. Se trata de una obra básica para poder comprender la situación actual y futura del sistema audiovisual. Según especifica en el prólogo Enrique Bustamante, el trabajo responde a un análisis crítico y actualizado del sistema audiovisual en la mayoría de los países del mundo desarrollado y una visión representativa de la realidad y del próximo futuro de la televisión mundial. Asimismo, señala que la digitalización de la televisión conlleva una honda transformación de los sistemas de producción y de la relaciones de los usuarios con la imagen y con ello un profundo cambio de los modelos de negocio de la televisión clásica comercial.

El desarrollo de la TDT

El libro consta de once capítulos. En el primero Luis A. Albornoz y M.ª Trinidad García Leiva analizan las tendencias y escenarios de la TDT y afirman que en la actualidad la televisión, con su multiplicidad de formas de emisión-recepción es la principal fuente de información y entretenimiento, ocupando un lugar de liderazgo entre los medios de comunicación. Observan cómo los factores políticos han guiado las políticas públicas de implantación de la TDT. Asimismo señalan que el desarrollo de la TDT está vinculado tanto con el agotamiento del modelo de negocio de la televisión analógica, como con la búsqueda de rentabilidades económicas de la industria electrónica de consumo masivo y de las empresas de telecomunicaciones para expandir su negocio con las frecuencias liberadas (dividendo digital). Por su parte, los gobiernos ven en estas subastas una vía para obtener ingresos.

A lo largo de los nueve capítulos que siguen, se recoge la situación de nueve países, cada uno de ellos escrito por reconocidos expertos. Todos siguen la misma estructura de contenido: primero se realiza un amplio análisis económico de la situación del mercado de la televisión tradicional y a continuación se estudia el proceso de transición hacia la TDT, para exponer después la oferta existente de la TDT y concluir con los grandes interrogantes y desafíos que se plantean en cada uno de los nueve países, incidiendo en los temas de financiación y dividendo digital. En todos se detalla el papel que ha desempeñado el Estado, así como el grado de consecución de los objetivos que se pretendían alcanzar con la TDT: diversidad de operadores, de contenidos y de servicios.

La TDT en Europa

Los primeros capítulos se centran en los países europeos, Michael Starks comenta el fracaso del modelo inicial de una TDT de pago en el Reino Unido y el papel de liderazgo que asumió la BBC. También el papel desempeñado por los radiodifusores comerciales favorables al proceso debido a la competencia que tenían de la televisión multiseñal por satélite y cable. De la misma forma, en España se propugnó un modelo de TDT de pago, cuyo fracaso analizan Marta Fuertes y Patricia Marenghi, reseñando las modificaciones sufridas y su complejo marco normativo, con la conclusión de que la digitalización de la televisión no ha cumplido ninguna de las promesas democratizadoras con las que nació y que todo el proceso ha estado dominado por criterios puramente económicos y por los intereses comerciales de las industrias de comunicación.

Ángel Badillo expone la situación de Francia incidiendo en el predominante papel que la esfera política desempeña en el sector audiovisual francés. Considera este autor que la televisión pública ha tenido un peso muy pequeño en el proceso de implementación de la TDT y que el modelo mixto de negocio adoptado en Francia, con ofertas gratuitas y de pago es el más habitual en la Unión Europea, aunque las condiciones de mercado dificultan el crecimiento del modelo de pago.

La TDT en América

Cuatro capítulos se dedican a países del continente americano. Así, Ana I. Segovia resalta la relevancia que han tenido en EEUU los ingresos del dividendo digital, así como la necesidad de decisiones administrativas ante las parálisis que provocaba el proceso en la industria por la dificultad de conseguir acuerdos que no dañasen sus intereses. También que la TDT ha permitido el incremento de la oferta: programación infantil, noticias y contenidos diseñados para determinados grupos étnicos. Pero el elevado porcentaje de hogares que no ven televisión en abierto determina que, para asegurar su viabilidad económica, esta nueva oferta deba acceder al cable y al satélite.

Por su parte, en México la transición hacia la TDT ha estado condicionada por los operadores históricos de industria televisiva privada, que vieron en el proceso una forma de ampliar sus líneas de negocio y de fortalecer su situación de oligopolio, según especifica Delia Crovi, quien para solucionar la actual situación de incertidumbre de implantación de la TDT propugna una amplia discusión entre los sectores privados y gubernamentales, incorporando la participación de sectores sociales.

En Brasil la adopción del estándar nipón-brasileño que incluye el desarrollo del sistema de comprensión de audio y vídeo Ginga, unido a la posterior adopción de este estándar por parte de otros países latinoamericanos, conlleva que este país asuma un liderazgo en el sector, según indican Valério Cruz y Carine Felkl. Pero la existencia de los oligopolios mediáticos dificulta la consecución de los objetivos de diversidad y de una oferta plural. Y se presentan elevados problemas en la financiación de los numerosos canales educativos, culturales y comunitarios existentes.

Argentina es uno de los países que ha adoptado el estándar brasileño, pero el elevado porcentaje de hogares con televisión por cable o satélite implicó que el sector privado no tuviera interés por el proceso de adopción de la TDT, por lo que el Estado ha tenido que asumir un papel impulsor ya que el mercado publicitario no puede financiarlo. Fernando Krakowiak, Guillermo Mastrini y Martín Becerra afirman en la conclusión de este estudio que el protagonismo impulsor que ha tenido el Estado no tiene parangón entre los países vecinos.

La TDT en Asia

Los últimos capítulos analizan la situación de los principales mercados asiáticos. En Japón el proceso de adopción de la TDT se llevó a cabo por medio de la coordinación gubernamental de distintos sectores de la industria. Yoshiko Nakamura y Norio Kumabe comentan cómo el desarrollo de la industria de electrónica de consumo ha sido el origen de este proceso. También señalan que no han entrado nuevos agentes ni se ha ampliado la diversidad de contenidos, aunque el proceso ha dado lugar al primer servicio en el mundo de televisión en movilidad.

En China, el gobierno promovió el desarrollo de una tecnología propia, lo que le permite un mayor control sobre el sector y potenciar a su industria con el objetivo de conseguir un mayor grado de desarrollo económico por medio del campo tecnológico. El acceso abierto de la TDT en ese país facilita la disponibilidad de una mayor cantidad de contenidos a las poblaciones rurales, al tiempo que incrementa la distribución de la ideología del gobierno. Aunque existen muchos desafíos en el proceso, el analista de este país, Ian Weber, afirma que es inviable el actual modelo para el desarrollo de la industria de la televisión digital.

El libro concluye con un capítulo realizado por los coordinadores en donde se recogen los principales hechos y tendencias de los procesos de implantación de la TDT en los nueve países analizados, con la conclusión esencial de que el proceso no ha servido en ninguno de ellos para una transformación democratizadora del sector audiovisual. Toda una lección de las relaciones entre innovación tecnológica y política.

Artículo extraído del nº 94 de la revista en papel Telos

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