Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales. Prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música

Néstor García Canclini, Francisco Cruces y Maritza Urteaga Castro Pozo (Coords.)

Colección Fundación Telefónica/Ariel

Barcelona, 2012, 302 p.

ISBN: 978-84-08-00743-2

Este es el título del último libro editado en la colección Fundación Telefónica/Ariel, que nace como resultado de un trabajo de investigación colectivo en el que han participado más de veinte investigadores realizado entre las ciudades de México y Madrid, bajo la dirección de Néstor García Canclini y la coordinación de Francisco Cruces en Madrid y Maritza Urteaga, en México.

Esta investigación se ha llevado a cabo de forma simultánea y durante dos años en la Ciudad de México D. F. y en Madrid para conocer en profundidad las nuevas formas y estilos de producción cultural de los jóvenes. Toman como referencia la figura del emprendedor o creador de tendencias, así como la relación que mantienen con el entorno económico al poner en marcha lo que los expertos denominan ‘economía creativa’.

Según se recoge en el libro Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales. Prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música, los jóvenes emprendedores de los entornos urbanos e interactivos están abriendo nuevas oportunidades de formación no reglada y de empleo.

Los autores hablan también de un ‘público recursivo’, que está compuesto por usuarios dotados de diferentes grados de conocimiento tecnológico e implicado activamente tanto en usar las tecnologías como en crear y mantener una infraestructura compartida y en sostener sus reglas de uso. Son los jóvenes trendsetters, urbanos y cosmopolitas, que se ubican dentro de un conjunto nacional más amplio y constituyen el vértice superior de la pirámide juvenil por su capital cultural, escolar y tecnológico.

Nuevas generaciones y nuevos hábitos culturales y creativos

El libro consta de dos partes claramente diferenciadas: la Parte I, dedicada a México, está formada por seis capítulos en los que se analiza desde la Cultura postindustrial a las estrategias de los jóvenes, pasando por capítulos dedicados a los Jóvenes contemporáneos, los Trendys, emprendedores y empresarios culturales; La era de la colaboración; Jóvenes editores; Creación, socialización y nuevas tecnologías en la producción musical; Aprendices, emprendedores y empresarios. En la Parte II se plasma la investigación realizada en Madrid. Se analizan capítulos que tratan sobre Entusiastas, enérgicos y conectados; ¿Trendys tal vez? Jóvenes artistas; Creación y emprendimiento; Política digital y nuevas prácticas; Autofotos: subjetividades y medios sociales y Prácticas digitales en España y México.

En el libro se plantean y exploran los nuevos hábitos culturales y creativos de los jóvenes; se analiza cómo las nuevas generaciones están tomando posiciones ante los nuevos soportes culturales y comunicándose a través de ellos, creando nuevos modelos de emprendimiento como el vjing o videojockey, a la vez que asisten a modos de realización y creación audiovisual en tiempo real, el coolhunting empresarial, nueva actividad dedicada a identificar y analizar tendencias sociales.

Nuevas formas de organización de los artistas visuales, los editores independientes, los músicos y los jóvenes, a quienes parte de lo que les motiva es la urgencia por conseguir empleo y sobrevivir en sociedades estancadas. Su emprendimiento e invención de nichos laborales y el uso avanzado que tienen de las TIC y las redes sociales son recursos utilizados para encontrar un lugar cuando la cultura se ha expandido y hecho más accesible y cuando las nuevas generaciones están más preparadas pero donde el actual modelo económico hace complicado que se incorporen al mundo laboral.

Esta nueva cultura se enfrenta a importantes obstáculos, como la propiedad intelectual, las licencias o las redes. Su objetivo es evitar la apropiación particular de la creatividad y devolverla a lo que consideran su origen: los procesos colectivos de creación cultural. La creciente participación de los usuarios, el papel creador y no solo consumidor del público, la democratización auspiciada por las redes, la descentralización, la apertura o la inteligencia y creatividad colectivas son algunos de los rasgos definitorios de esta nueva forma de crear.