La lógica de la excepción cultural. Entre la geoeconomía y la diversidad cultural
Rubén Arcos Martín
Madrid: Cátedra, 2010, 280 p.
ISBN: 978-84-376-2636-9
Cuando en los textos aristotélicos encontramos las referencias al concepto de Ser nos damos cuenta de que nunca las palabras ontogenéticas tienen más sentido que en este momento: «El Ser es uno pero se dice de muchas maneras». Cuando hacemos referencia al libro del profesor Rubén Arcos La lógica de la excepción cultural, podemos decir que es aristotélico en su análisis omnicomprensivo de la lógica tácita y explícita que subyace en la base de la cultura como proceso de influencia económica y política.
Pocas veces se ha visto fundamentar de forma tan sólida y a la vez con tanto dinamismo el patrón de ‘realismo científico’ que modeliza la intencionalidad de las industrias culturales y sus procesos de influencia, ayer, hoy y siempre. Y hacerlo sin concesiones a lo políticamente correcto. No de lectura compleja, pero sí acerada, disecciona con gran erudición doxográfica las redes legales y las normas de negociación que en las lógicas de las industrias audiovisuales permiten ver, si usáramos retórica de dialéctica negativa, tanto los modos de producción de bienes materiales como las relaciones entre estos modos y sus procesos de adquisición de valor, generando plusvalías intangibles, fácilmente convertidas en bienes de consumo de penetración en la cotidianeidad de todo el mundo occidental.
La red tejida por los capítulos del presente libro es una matriz casi completa de todos los factores implicados en esta ‘lógica cultural’; cada capítulo, un nudo, y entre los seis un poliedro que permite modelizar escenarios perfectamente extrapolables a cualquier proceso de influencia cultural. Y lo reiteramos: cualquier proceso cultural, ya sea cine, prensa escrita, comunicación radiofónica o las nuevas redes de comunicación digital o espacio web.
Solo nos centraremos, ante la premura de espacio, en su tremenda y atrevida apuesta e innovación en dos de los capítulos: el segundo y el cuarto. El primero, desde la página 41 a la 99, titulado La hegemonía histórica de la industria cinematográfica norteamericana: origen, estrategias y cooperación gubernamental, en el que nos encontramos en su punto 2.4 un breve pero esclarecedor análisis del uso de la metodología de la inteligencia para producir conocimiento y su explotación en beneficio de la industria. Tras la lectura de este capítulo, las bondades u optimismos antropológicos de una bona fide de la intelectualidad bien pensante cae a los pies del realismo pragmático.
En el cuarto capítulo (páginas 119 a 150), nos encontramos el análisis de los fundamentos e influencias en la política audiovisual de la Unión Europea, tomado desde el posicionamiento de la política cultural francesa y del que fuera su ministro Jack Lang. La lucha contra el neoimperialismo norteamericano y la defensa -o mejor dicho, la recuperación- de ciertos valores o formas europeas de pensar o de generar cultura. Tampoco estas, claro está, carentes de controversia e intencionalidad geopolítica.
En definitiva, la lectura de este libro presenta una llamada de atención sobre la ausencia de espontaneidad en la relación entre cultura, economía y geoestrategia. Todo un reto de lucidez, utilización de metodologías de análisis serio y rigurosidad en las fuentes. Sirva como ejemplo el primer capítulo, donde el autor analiza los archivos del GATT sobre la negociación en torno a los servicios audiovisuales de la Ronda Uruguay.
Un libro de lectura y reflexión obligada a la hora de abordar institucionalmente las políticas culturales y la liberalización del comercio de servicios audiovisuales.
Artículo extraído del nº 86 de la revista en papel Telos
Comentarios