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El darwinismo digital


Por Francisco Vacas Aguilar

PORTADA LIBRO

Toda va a cambiar. Tecnología y evolución: adaptarse o desaparecer 
Enrique Dans
Barcelona: Deusto, 2010, 227 p. (licencia Creative Commons)
ISBN: 978-84-234-2763-5

Tarde o temprano tenía que llegar el libro de Enrique Dans, que a estas alturas se ha convertido en la primera estrella española de los nuevos medios a través de su blog (enriquedans.com). Dans ha logrado en siete años situar su blog como referencia obligada y punto de encuentro de todos los debates y noticias sobre las tecnologías de Internet en español, además de convertirse él mismo en un personaje paradigmático de la nueva cultura de la Red, con una transparencia absoluta de todas sus actividades diarias a través de los medios sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn, etc.).

Esta notoriedad de su autor sin duda ha influido a la hora de colocar el libro en la lista de los más vendidos, algo inusual en una publicación de este tipo, con el efecto positivo de resituar los temas sobre tecnología e innovación en la agenda de los medios convencionales.

El libro no va da dirigido a los lectores habituales de su blog, como él mismo reconoce, sino a aquellos que en principio estarían alejados de sus temas habituales y quizá todavía no saben lo afectados que están por el cambio que ya está en marcha. Por eso precisamente el tono y el nivel del libro son divulgativos, con un lenguaje muy asequible y en ocasiones coloquial que se lee como un relato más que como un análisis académico.

Los 17 capítulos del libro redundan una y otra vez sobre la idea del cambio revolucionario que las nuevas tecnologías están produciendo en todos los ámbitos de la vida social y económica, con numerosos ejemplos de casos donde una aplicación inteligente de la tecnología ha logrado un cambio disruptivo.

La industria del copyright, reinventarse o morir

La pública y conocida postura de Dans en contra de una interpretación restrictiva del copyright aparece a lo largo de todo el libro, en forma de una crítica directa y sin matices hacia las Industrias Culturales que pretenden proteger sus intereses corporativos a costa de frenar la innovación, representada por la libre circulación de contenidos en la Red.

Un tema sin duda muy polémico en España con posturas muy enfrentadas, como las que se han visto recientemente con la inclusión de una disposición final, que regula la protección de la propiedad intelectual, en el proyecto de Ley de Economía Sostenible aprobado por el Gobierno el 19 de marzo de 2010.

La implicación personal de Dans en la lucha contra esta regulación y en general contra las sociedades de derechos, como la SGAE, tiene un gran peso específico en el libro, como lo demuestra el hecho de que dedica el primer capítulo, «Música, películas, mentiras e Internet», a criticar abiertamente el inmovilismo de aquellos sectores -como la música y el cine- cuya aportación a la cadena de valor se ha reducido dramáticamente al devaluarse el valor de las copias.

Precisamente una de las tesis centrales de este libro trata de desmontar alguno de los mitos más habituales sobre la piratería ya que, según sostiene el autor, la descarga de música o películas es un hábito cultural consolidado que no constituye delito alguno (en España) cuando no hay lucro (p. 32) y pese a quien pese, ‘está aquí para quedarse’ (p. 34).

Para Dans, el futuro de las industrias cuyo modelo de negocio se basa en el copyright pasa obligatoriamente por redimensionarse haciéndose más pequeñas, ya que los autores no las necesitan para poner sus obras frente a su público, o sea, la tarea que han realizado desde la invención de la imprenta en el siglo XV.

La neutralidad de la Red, nos jugamos el futuro

La no discriminación de ningún contenido (en forma de bits) que corra por la Red con independencia de que se trate de un simple correo personal o la web de un gran diario, es otro de los grandes principios que defiende Dans con múltiples argumentos.

El principio de la neutralidad de la Red constituye la esencia misma de Internet desde sus inicios (de hecho, esa era la idea de Tim Barners-Lee cuando liberó el protocolo de la web) y ahora está amenazada por la acción combinada de las empresas de telecomunicaciones, los grupos de presión de la industria de la propiedad intelectual y (cómo no) el poder de algunos políticos (p. 92); cada uno de ellos por diferentes razones, pero los tres coincidiendo en un mayor control de la Red.

Si para los operadores de red se trata simplemente del deseo de conseguir parte del pastel de los ingresos que las empresas alojadas en sus redes están teniendo (caso de Google), para los dos últimos, se trata de ponerle freno a que cualquiera comparta cualquier contenido con la excusa de los derechos de autor de los primeros y de la seguridad nacional para los segundos.

Esta ofensiva contra la neutralidad de la Red trata de convertir Internet en una nueva televisión (o sea, un medio unidireccional) que sea más digerible para todos los que tienen mucho que perder ante este nuevo medio tan abierto y descentralizado.

La defensa cerrada de este principio se ha convertido ya en la primera gran batalla ideológica en la corta historia de Internet, con posturas que rebasan los clásicos antagonismos partidarios a los que estamos acostumbrados. Por eso es tan útil (y necesario) para los futuros trabajos académicos que puedan venir, encontrar un libro asequible como éste donde encontrar una visión tan claramente expresada del origen y del estado de la cuestión.

Predicando con el ejemplo: Creative Commons

La publicación de este libro en un gran grupo editorial (Planeta) sin duda planteaba al propio autor un dilema, teniendo en cuenta sus conocidas posturas sobre el copyright (que no contra con la propiedad intelectual), cuya resolución vino en forma de una licencia Creative Commons, inédita en el panorama español de las grandes editoriales.

La licencia de este libro permite, reconociendo la autoría, copiarlo y distribuirlo sin fines comerciales, algo que a los pocos días de ponerse a la venta efectivamente sucedió, tal como el propio Dans preveía en el capítulo final del libro («de hecho me defraudaría bastante si no fuera así», p. 259), reconociendo su inevitabilidad.

Este hecho, que demuestra toda una actitud a favor de la apertura, no parece haber mermado el éxito del libro que como vimos se codea con los best sellers protegidos por copyright, algo que sin duda debería hacer reflexionar a más de un editor/autor.

En definitiva, el libro de Enrique Dans viene a llenar ese vacío clamoroso de la bibliografía en español sobre la divulgación tecnológica a estas alturas del siglo, cuando ya tenemos la certeza de que no es posible más estrategias de avestruz frente al cambio.

Quizá la crítica más evidente que se puede hacer a este libro es que la insistencia reiterada en los temas sobre los derechos de autor puede enmascarar su verdadera aportación, que no es otra que acercar las claves del cambio sociocultural que las nuevas tecnologías representan a las personas a priori menos conscientes.

 

Artículo extraído del nº 84 de la revista en papel Telos

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Francisco Vacas Aguilar

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