Operadores, fabricantes y el regulador acercan posiciones para posibilitar las redes del futuro, que llevarán la fibra óptica al hogar, en la XXI edición del Encuentro de las Telecomunicaciones. AETIC y Fundación Telefónica organizaron el curso en el que colaboraron otras 23 entidades del sector.
Inversiones millonarias para llevar fibra óptica hasta el hogar e implantar la cuarta generación de telefonía móvil evitarán el colapso de las actuales redes de telecomunicaciones, que no soportarán el aumento del tráfico previsto para 2015. Operadores y fabricantes están dispuestos a sumar fuerzas para hacer la evolución y la convergencia de las redes a un precio inferior al que hoy se trabaja, dado el constante descenso del ARPU de los operadores.
Este reto requiere una regulación garante del retorno adecuado a las inversiones que quieren realizar los operadores. Los ponentes del curso de Santander, que siempre son los más altos representantes de las telecomunicaciones españolas, estuvieron de acuerdo con estas premisas, aunque cada operador apostó por desarrollar unas redes acordes a su modelo de negocio.
Es imperiosa la necesidad de hacer redes de nueva generación para responder al tráfico de datos generado por la Web 2.0, que tiene un intensivo intercambio de imágenes y música, y a la televisión IP que llega a través de Internet. «El tráfico de las redes se ha multiplicado por 34 desde 2001, debido al vertiginoso aumento del consumo de Internet. Sólo diez hogares con televisión IP producen hoy más tráfico que toda Internet en 1997», afirmó Julio Linares, director general de Coordinación, Desarrollo de Negocio y Sinergias de Telefónica (www.telefonica.es). Linares añadió que las nuevas demandas requerirán, en 2009, redes que lleguen al hogar a una velocidad de 50 Mbps, y al móvil a 7 Mbps, cinco veces más que la velocidad ofrecida en 2006. Las nuevas infraestructuras «deberán ser capaces de soportar tráficos de hasta 16.000 Petabytes en 2009, multiplicando por siete el volumen permitido en 2006», puntualizó Linares.
Planes coordinados de inversión
El Grupo Telefónica invierte anualmente alrededor del 14 por ciento de sus ingresos en todo el mundo, con lo que este año superará los 8.000 millones de euros, de los que el 85 por ciento se dedica al desarrollo de servicios y redes. Para mantener este ritmo inversor, Linares explicó que Telefónica espera un marco regulador que facilite la rentabilidad de la inversión en redes, y pidió a las administraciones públicas unos «planes coordinados para impulsar la inversión, generar demanda y eliminar barreras tanto sociales como geográficas y fiscales».
Linares basó tales peticiones en la necesidad de compartir para afrontar el futuro. En definitiva, Telefónica quiere fijar libremente los precios entre operadores para compartir las nuevas infraestructuras de fibra óptica que quiere llevar al hogar, en zonas donde haya competencia. Entiende que la CMT debería limitarse a regular los precios sólo donde Telefónica es el único operador con infraestructuras. En cuanto a la necesidad de llevar banda ancha a zonas rurales no rentables, Linares pidió a las administraciones hacerse cargo de tales inversiones. «Cuando haya dinero público debería invertirse donde la oferta privada no llega, y no donde hay alternativas», añadió refiriéndose a las redes inalámbricas municipales WiFi.
La respuesta de Reinaldo Rodríguez, presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (www.cmt.es), fue conciliadora. Rodríguez se alineó con las tesis de Telefónica para actuar sólo en caso de conflicto en zonas con competencia en redes, tal y como sucede cuando las redes móviles se alquilan a los operadores móviles virtuales (OMV). Así lo ha indicado en el informe requerido por la Comisión Europea, y pedido a todos los países para adaptar la regulación europea de telecomunicaciones a los requerimientos de los próximos años.
Reinaldo Rodríguez no dio respuesta, sin embargo, a la necesidad de armonizar la legislación de la Unión Europea con la de cada país, pedida por Francisco Román, consejero delegado de Vodafone España (www.vodafone.es). «En la CMT no he recibido una petición de Vodafone sobre este punto», aseguró Rodríguez. Según Román, el cruce de regulaciones les obliga, en circunstancias puntuales, a cobrar servicios por debajo de costes. Junto a esta queja, Román apostó por la sustitución de las comunicaciones fijas por las móviles.
Internet en el móvil, «con contenidos más adaptados y tarifas más ajustadas, será el próximo hito de la telefonía móvil», aseguró Román. «El nueve por ciento de los usuarios móviles europeos acceden, hoy, a través de su móvil a Internet. Pero la velocidad de las nuevas redes provocará el aumento de esta cifra hasta el 55 por ciento en 2011», añadió. Vodafone prometió ofrecer una velocidad de 7 Mbps en sus redes para final de 2008, de 14 Mbps antes de tres años, y de 50 Mbps con la implantación de la tecnología Long Term Evolution (LTE), que será la cuarta generación de telefonía móvil, y «tendrá sus primeras redes en cuatro o cinco años», según Román.
Para llegar a estas velocidades, Vodafone alquila ADSL para complementar su red de trasporte, y empezará a utilizarlo para ofrecer ofertas convergentes a algunos usuarios particulares. Vodafone tiene acuerdos con BT para utilizar su red fija, igual que en Gran Bretaña, aunque en España sólo puede utilizarla para dirigirse a empresas, pues la red española de BT sólo se dirige a este segmento de mercado. Román reconoció estar abierto a comprar alguna operadora española con red fija, como Tele2 o Jazztel, tras fracasar las negociaciones con Ya.com, que por acuerdos internacionales quedó en manos de Orange (www.orange.es).
Precisamente la aportación de la red fija de Ya.com permitió a Orange presentarse como el único operador alternativo con presencia relevante en todos los negocios. Jean Mark Vignolles, consejero delegado de la operadora, destacó su inversión acumulada de 5.000 millones de euros en el mercado español, y anunció su nuevo servicio convergente que suma televisión a su oferta de acceso a Internet con ADSL, y tarifa plana para fijos nacionales y a móviles de Orange.
Vignolles se comprometió a mantener el esfuerzo inversor, para «responder a la fuerte demanda de productos y servicios, en un contexto de márgenes decrecientes de las operadoras». Alineándose con la opinión de sus competidores, Vignolles destacó que «la fuerte competencia y la regulación crean dificultades para monetizar el crecimiento, en particular en el negocio móvil».
Los fabricantes se pusieron al servicio de los operadores para apoyar la construcción de la red del futuro. «Hay que hacerla en su totalidad y debe tener una capacidad cien veces mayor a la actual», explicó Pedro Hernández, director ejecutivo de Cuenta Telefónica de Nokia Siemens Networks (www.nokiasiemensnetworks.com). La respuesta deberá ser dada por los fabricantes que compitan en el mercado global para ser más eficientes en costes. El mismo Linares recordó que cuatro suministradores de infraestructuras y otros tantos de terminales móviles controlan el 55 por ciento y el 76 por ciento de su mercado mundial, respectivamente.
Artículo extraído del nº 73 de la revista en papel Telos
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