L
La hegemonía de la televisión en las revistas


Por Daniel E. Jones

La televisión electrónica (después del fracaso de la mecánica en los años 20 y 30) se desarrolló, durante la Segunda Guerra Mundial, en una sociedad capitalista como la estadounidense, que conocía bien el éxito del cine y de la radio como negocios del entretenimiento, y por tanto adoptó el modelo privado comercial. En Europa occidental, la televisión seguiría el modelo de la radio, es decir que se configuró como estatal o paraestatal. En España, el primer programa oficial no se emitió hasta 1956, tras haberse creado cuatro años antes el organismo público Televisión Española, dependiente del Ministerio de Información y Turismo.

Como servicio público esencial, la televisión fue explotada en régimen de monopolio, siendo encomendada la función a emisoras estrictamente nacionales. Se quería reforzar la identidad nacional después de las guerras. Estas emisoras configuraron grandes empresas estatales que aunaron el monopolio de la producción, la programación y la emisión, como la británica BBC, la francesa ORTF, la italiana RAI, la española TVE, la portuguesa RTP, las alemanas ARD y ZDF, la holandesa NOS y la irlandesa RTE, entre otras.

El modelo norteamericano ejerció una clara influencia en los primeros canales europeos nacidos en los años 50, atemperada mediante una política cultural elitista, para los segundos canales en los años 60, destinados a las grandes concentraciones urbanas, y posteriormente la descentralización territorial de los terceros canales en los años setenta.

El gran debate entre “servicio público” y “servicio de interés público” no se produciría en Europa hasta los años 70, a partir del momento en que una sentencia del Tribunal Constitucional italiano permitió el fin del monopolio de la RAI. Como consecuencia, en los años 80 y 90 aparecieron grandes empresas privadas en casi todos los países europeos, las más importantes de las cuales fueron Canal Plus, News Corporation, Fininvest y la CLT. Pero en Estados Unidos fue al revés: la concentración del negocio condujo al oligopolio de tres grandes cadenas (ABC, CBS y NBC), constituidas por emisoras privadas comerciales, a las que se ha añadido en la última década la Fox TV, mientras que la televisión pública (PBS) nacería recién en 1967, con una audiencia muy limitada.

En estos momentos, el panorama televisivo internacional es de una enorme variedad y complejidad, y existen diferentes tipos de emisoras: a) según la titularidad o propiedad existen las públicas y las privadas; b) según los contenidos usuales de la programación encontramos las generalistas y las especializadas o temáticas; y c) según la cobertura geopolítica encontramos emisoras transnacionales, nacionales, regionales y locales.

Además, nos encontramos en una encrucijada tecnológica de consecuencias hoy por hoy imprevisibles, como son la migración de la tecnología analógica a la digital, la integración entre el televisor y el ordenador, y la introducción de los contenidos televisivos a través de los teléfonos móviles de última generación.

Como pasó desde finales de siglo XIX con el desarrollo del cinematógrafo, desde los años 20 con el auge de la radiodifusión y desde los años 30 y 40 con la implantación de la televisión mecánica y electrónica, respectivamente, las diferentes grandes etapas del principal invento del siglo XX han despertado un gran interés por parte del público, de los profesionales y del campo académico. Por este motivo, la televisión, como antes el cine y la radiodifusión, ha ocupado cada vez más espacios estelares dentro de las páginas de todo tipo de publicaciones periódicas. Es más, difícilmente podríamos encontrar en las últimas décadas un periódico o revista de información general que no tenga una sección específica, o bien un suplemento especial, dedicado a este medio omnipresente en las sociedades desarrolladas.

Aparte de la prensa de información general, que dedica bastante espacio a lo que ocurre en televisión, tanto delante como detrás de las cámaras, convendría tener en cuenta también otras publicaciones que suelen tener una difusión y una influencia social decisiva: las llamadas “revistas del corazón”. Estos semanarios, aparte de considerar a los personajes televisivos, nacionales o extranjeros, como los elementos más atractivos y privilegiados para su labor periodística, hacen un seguimiento permanente de la programación de la pequeña pantalla.

Pero también hay que destacar la prontitud con la que emergieron revistas especializadas dirigidas al gran público, dedicadas a ofrecer los contenidos de la programación de los canales que fueron apareciendo en los diferentes países. Primero fueron las revistas radiofónicas las que se adaptaron al nuevo medio, hasta que poco a poco éste fue desplazando al medio anterior, hasta aparecer claramente revistas dedicadas de manera especial o exclusiva a la televisión. El caso más emblemático quizá sea el de la revista de programación televisiva más importante y famosa del mundo: la norteamericana TV Guide, nacida en 1953, que durante décadas ha difundido varios millones de ejemplares a la semana. Otros casos emblemáticos son los de las revistas británicas Radio Times (1923-) y TV Times (1955-); las francesas Télérama (1950-) y Télé 7 Jours (1960-); las alemanas Bild+Funk (1926-), Hörzu (1946-), Das Fernseh- und Rundfunkprogramm Ihrer Zeitung (1961-) y Fernsehwoche (1969-); la suiza TV Radio Zeitung (1925-); las canadienses TV Hebdo (1960-) y TV Guide (1977-); las australianas TV Week (1957-), TV Times (1958-) y TV Guide (1960-); o las latinoamericanas TV Tele Guía Programas, de México (1952-), TV Guía, de Argentina (1960-), Te Ve Guía, de Puerto Rico (1962-), y Te Ve Guía, de Venezuela (años 70).

Lo mismo ocurre con las revistas del ocio, que suelen presentar una programación televisiva exhaustiva, o las de cine, que son más selectivas pues van enfocadas sobre todo a la oferta de películas. El vertiginoso desarrollo del vídeo doméstico desde los años 80 trajo consigo el nacimiento de bastantes revistas especializadas que, sin embargo, han privilegiado la oferta de videopelículas en alquiler y venta en los videoclubs muy por encima de la programación televisiva. De esta última, no obstante, han preferido destacar siempre los filmes.

Al igual que en los demás países, la aparición de la televisión en España trajo consigo el advenimiento de publicaciones especializadas en este medio. Pero aquí fue particularmente TVE la que monopolizó la información sobre la programación de sus propios contenidos hasta 1963, fenómeno nada extraño en un régimen político como el franquista que se caracterizó precisamente por una férrea censura y por el monopolio de la información de todo tipo. En 1957 nació Telediario, un modesto boletín semanal de cuatro páginas, promovido por la entonces Dirección General de Radio y Televisión para informar a los espectadores sobre la programación y hasta sobre el modo de manejar un televisor. Dos años más tarde, aquella revista había crecido bastante y pasaba a llamarse Tele/Radio, como portavoz oficial de TVE durante tres décadas.

En l963, RTVE permitió la pluralidad en la información sobre la programación televisiva y la iniciativa privada entró en el mercado: nació así Tele Color, que duraría unos tres años. En 1965 apareció y desapareció Tele Guía y un año después vio la luz Teleprograma, que comenzó con treinta mil ejemplares de difusión semanal y que se convirtió en líder del sector durante dos décadas, siguiendo el modelo americano de TV Guide. Sin embargo, en 1985 nació en Barcelona Tele Indiscreta –atractiva y a todo color, copiada de las revistas del corazón– que consiguió colocarse por su difusión no sólo en el primer lugar de las publicaciones españolas sobre televisión sino de las de todo género, desbancando a la que hasta entonces mantenía ese privilegio: Teleprograma.

El desarrollo tecnológico de la televisión ha sido ciertamente extraordinario a lo largo de los últimos ochenta años, desde que Baird construyera su primer sistema de emisión mecánica. Ha habido una revolución espectacular, gracias al concurso de miles de científicos y técnicos (sobre todo norteamericanos, europeos y japoneses) que han ido introduciendo pequeños o grandes cambios que han permitido una evolución imparable hasta la actual era digital, tanto en el plano de los soportes físicos (circuitos, transistores, cámaras, estudios, equipos transmisores y receptores, antenas, cables, satélites, etc.) como en el de los contenidos, los formatos y los lenguajes, que también han evolucionado desde la fase artesanal hasta la industrial.

Precisamente, las revistas profesionales y técnicas especializadas han contribuido en buena medida al desarrollo y consolidación de este medio en todos estos años, en aspectos tan diversos como los estrictamente tecnológicos, empresariales y profesionales dentro de una actividad tan compleja y polifacética como ésta. Aunque el número de estas publicaciones sería interminable, podrían destacarse aquí algunos títulos que han tenido gran relevancia en épocas anteriores o bien en la actualidad, como es el caso de las británicas Cablevision News (1934-), Broadcast (1959-), Television Today (1959-), World Radio-TV Handbook (años 60), Screen Digest (1971-), Satellite and Cable Television News (1984-), Cable & Satellite Europe (1987-), TV World (1987-) y Screen International (1988-); las alemanas Fernseh-und Kinotechnik (1946-1986), Fernsehinformationen (1950-), Fernsehdienst (1961-) y Fernsehen und Bildung (1967-); la francesa Eurodience: Lettre Européenne des Programes et des Audiences, del Institut National de l’Audiovisuel (1989-); la italiana Millecanali: Televisione, Radio, Comunicazione (1982-); y las españolas Medios Audiovisuales (1972-), Cinevídeo 20: Revista Profesional de los Medios Audiovisuales (1982-) y Antena de Radio y Televisión, de la Federación de Profesionales de Radio y Televisión (1987-).

En otras áreas del mundo habría que hacer referencia especialmente a las revistas estadounidenses Broadcasting (1931-), Audiovisual Instruction (1956-), Audio-Visual Communications (1961-), Televisions (años 70), Television International (años 70), Cableline (1973-), Satellite Communications (1977-), Electronic Media (1984-), World Broadcast News (1988-), Broadcasting Abroad (1989-) y Channels: The Business of Communications (1989-); las canadienses Cable Communications Magazine (1933-) y Broadcaster (1942-); las australianas Audio Visual Australia (1971-) y Broadcasting Australia (años 70); y la japonesa Bunken Geppo, de la NHK (1951-).

Con respecto a las revistas de carácter académico, publicadas por universidades, centros de investigación o fundaciones de los principales países del mundo, también habría que hacer referencia a una gran cantidad de títulos. Sin embargo, lo que ha ocurrido más bien con el fenómeno televisivo es que ha sido analizado en todo tipo de revistas académicas especializadas en el campo de la comunicación social. Sin duda, lo que acontece con la televisión en la sociedad contemporánea, tanto delante como detrás de las cámaras, ha sido analizado en las últimas décadas por prácticamente todas las disciplinas académicas del campo de las ciencias sociales y humanidades, desde la historiografía a la sociología, pasando por la economía, la antropología, la psicología, la pedagogía, la semiótica, la ética o la teoría de la comunicación. Por ello, resultaría prácticamente imposible destacar cuáles han sido las revistas internacionales de comunicación que se han interesado por este fenómeno social contemporáneo con mayor interés pues prácticamente todas ellas lo han hecho, con la excepción de las que están especializadas en otros medios, como la prensa.

Por ello, a título meramente estimativo conviene hacer referencia aquí a algunas revistas académicas especializadas en la influencia social, cultural, educativa, política y económica del medio televisivo, como es el caso de las británicas Educational Broadcasting International, del British Council (1967-); Inter Media, del International Institute of Communications (1969-); Journal of the Centre for Advanced TV Studies, del Centre for Advanced TV Studies (1972-); Independent Broadcasting, de la Independent Broadcasting Authority (1974-); Journal of Educational Television and Other Media, de la National Educational Closed-Circuit Television Association (1975-); Television, de la Royal Television Society (años 70); Historical Journal of Film, Radio and Television, de la International Association for Audio-Visual Media in Historical Research and Education (1983-), y Screen, de la Society for Education in Film and Television (1984-); las francesas Filméchange: Droit, Economie, Sociologie de l’Audiovisuel, de la Société Auxiliare pour le Cinema et la Télévision (1978-), y Dossiers de l’Audiovisuel, del Institut National de l’Audiovisuel (años 80, que a partir de 2004 pasó a llamarse Les Nouveaux Dossiers de l’Audiovisuel); la alemana Rundfunk und Fernsehen, del Hans-Bredow-Institut (1953-); la belga Études de Radio-Télévision, de la Radio-Télévision Belge (1963-); la suiza Revue de l’UER: Programmes, Administration, Droit, de la Unión Europea de Radiodifusión (1980-), y la portuguesa Tendéncias: Audiovisual, Telecomunicações, Multimédia, de la Associação Portuguesa para o Desenvolvimento das Comunicações de la Universidade Nova de Lisboa (1996-).

Asimismo, habría que tener en cuenta a las estadounidenses Journal of Broadcasting and Electronic Media, de la Broadcast Education Association (1956-); Journal of Film and Video, de la University Film and Video Association y la University of Illinois (1948-); Television Quarterly, de la National Academy of Television Arts and Sciences (años 70), y Television & New Media, de Sage Publications (1999-); y la japonesa Studies of Broadcasting, del NHK Radio and TV Culture Research Institute (1963-).

En cuanto a las revistas españolas, las más significativas serían las siguientes: Cuadernos de Documentación IORTV, del Instituto Oficial de Radio y Televisión (1965-1976); Televisión y Educación, de Radiotelevisión Española (1970-1973); Mensaje y Medios: Revista de los Profesionales de la Comunicación, del IORTV y RTVE (1977-1990, en cuatro épocas diferentes); Telos, de Fundesco y Fundación Telefónica (1985-, en dos épocas); Área 5: Revista de Comunicación Audiovisual y Publicidad, de la UCM junto con los demás departamentos CAP de España (1992-1993); Quaderns del CAC, del Consell de l´Audiovisual de Catalunya (1998-); y Comunicación: Revista Internacional de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Estudios Culturales, de la Universidad de Sevilla (2002-).

Artículo extraído del nº 68 de la revista en papel Telos

Ir al número Ir al número