LINEAS. La España de los años 20 en los Archivos Fotográficos de Telefónica
No existe en España durante el siglo veinte ningún elemento físico como el cable telefónico que haya supuesto un cambio tan radical en la estructura del paisaje natural así como en el entorno urbano. La transformación paisajística se desarrolla en muy pocos años y es coetánea a la de los demás países industrializados. La mirada de los transeúntes ya no va a ser la misma, el territorio está surcado de miles de kilómetros de líneas que transportan palabras.
En Occidente, el siglo XIX produjo una amalgama de inventos que transformaron la forma de mirar y la experiencia de la realidad. La ciudad creció y se racionalizó. El ferrocarril dibujó sobre la superficie del mapa innumerables líneas y, además, modificó la orografía allanando o elevando tierras, uniendo o perforando montañas a través de puentes o túneles. La fotografía se convirtió desde ese momento en la notaria del cambio.
Los años veinte del siglo XX van a suponer, además de la irrupción de nuevas formas de ver a través de las vanguardias históricas, un repaso al siglo anterior documentando la realidad. Las grandes compañías de Estados Unidos y algunas europeas van a comenzar a fotografiar todo lo referente a la construcción y desarrollo de sus empresas. En España la creación de la Compañía Telefónica Nacional de España (C.T.N.E.) en 1924 va a suponer la implantación de un nuevo modelo de empresa, y de un nuevo modelo de forma de trabajar y de relacionarse con sus trabajadores, desconocido hasta esos momentos en España, y que con los años va a ser imitada y desarrollada en muy diferentes ámbitos. Y de la misma forma, va a implantar una actuación fotográfica que recoja todas las facetas de la C.T.N.E.
El archivo histórico-fotográfico que recoge esos años y que hoy custodia Fundación Telefónica posee más de 7.000 originales de época, 1.500 negativos y unas veinte películas cinematográficas.
La implicación en el proyecto documental de la C.T.N.E. de fotógrafos como Marín, Alfonso, Gaspar, Mateo, Contreras y Vilaseca, etc., supone dotar de unas características expresivas al carácter documental del archivo que lo convierten en único.
La recuperación de esta colección de imágenes por parte de Fundación Telefónica permite devolver la función para la que fueron realizadas. Cuestiones como la sistematización, repetición y seriación de las imágenes generan discursos y modos contemporáneos de comunicación conceptual, que van más allá de su funcionalidad.
La publicación de estos materiales fotográficos, frente a un público ochenta años después, acercan las distancia temporales así como en su momento las líneas telefónicas acercaron todas las palabras.
Rafael Levenfeld
Valentín Vallhonrat
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