D
Desafíos sociales y profesionales en el contexto mediático digital


Por Ainara Larrondo Ureta

e-comunicación. Dimensiones sociales y profesionales de la comunicación en los nuevos entornos tecnológicos

Editorial Comunicación Social. Juan Miguel Aguado (coord.).
Sevilla, 2004

El avance tecnológico opera valiosos cambios en la sociedad y, en los años recientes, muchos han sido los que se han centrado en las bondades de la llamada “convergencia tecnológica”, posibilitada por el desarrollo imparable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Con todo, es menester reconocer que el impacto tecnológico en la ciencia de la Comunicación ha estimulado –y sigue haciéndolo- cambios sustanciales que demandan la revisión crítica de postulados otrora inamovibles, incertidumbres y dilemas a los que académicos e investigadores tratan de dar respuesta. De esta forma, el advenimiento de Internet ha convertido la comunicación y, por ende, el periodismo, en objeto de estudio prioritario durante la última década. Un tiempo definido por la evolución tanto en el quehacer diario de las redacciones, como en la literatura teórica. Gracias a ello, el inevitable determinismo tecnológico que marcó los primeros análisis del nuevo fenómeno comunicativo ha ido dando paso a otro tipo de razonamientos, más acordes con los cambios que trae consigo el ejercicio periodístico en la Red. Y eso es, precisamente, lo que procura la obra cuya recensión nos ocupa, centrada en ofrecer al lector una panorámica general de la comunicación digital que considera tanto su dimensión social, como profesional.

Precisamente, el devenir de la e-comunicación obliga a alejarse de especulaciones para centrarse en la renovación y actualización de la ciencia de la comunicación. En este marco, el trabajo colectivo coordinado por el profesor Juan Miguel Aguado nos recuerda que la formulación de nuevos modelos y teorías requiere, como no podía ser de otra manera, que éstos sean trasladados a los futuros profesionales de la comunicación, una buena parte de los cuales están llamados a convertirse en periodistas digitales. A ellos se dirige también esta obra, cuya mirada se fija en el aprendizaje de todos aquellos interesados en comprender el fenómeno de la e-comunicación en toda su complejidad. Un loable esfuerzo llevado a cabo por expertos y académicos de reconocido prestigio que pretende establecer puentes entre la enseñanza actual de las comunicaciones analógicas y el conocimiento de la comunicación digital que demandan las empresas mediáticas, comprometidas a responder de manera útil y eficaz a los requerimientos comunicativos de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Dimensión técnico-profesional

Tradicionalmente, la investigación sobre el impacto social de las nuevas tecnologías ha venido marcada por una perspectiva excesivamente instrumental, dificultando en buena medida otro tipo de reflexiones de dimensión sociocultural. Pese a todo, no cabe duda de la crucial imbricación que existe entre el imaginario profesional de los comunicadores y el de las sociedades en las que desempeñan sus funciones. Según esto, y centrándose en el entorno tecnológico generado por Internet, la obra pone el acento en la naturaleza de la comunicación digital que encuentra su razón de ser en la prestación de un servicio a la sociedad. Ello está provocando la difusión de las categorías del imaginario profesional y nuevas funciones para el comunicador quien, además de recolector, procesador y difusor de contenidos, se convierte ahora también en un “tejedor de redes”, tanto sociales, como tecnológicas y productivas.

Por su parte, la aproximación a Internet como contexto en el que se ubica la figura del e-comunicador ocupa buena parte del análisis de la obra, interesada en acercar al lector los retos que la Red de redes plantea para el comunicador digital. A este respecto, mención especial merecen los cambios imbuidos por el entorno tecnológico digital, entre cuyas peculiaridades destacan las referidas a la convivencia e integración de modos comunicativos diversos (orales, textuales, visuales, sonoros y gráficos), la implementación de nuevos conceptos (“hipermedia” y “multimedia”) o las posibilidades de interacción posibilitadas por este espacio virtual. Además de erigirse como valores comunicativos de primera magnitud, estas características representan elementos fundamentales de ruptura con la comunicación analógica tradicional. Al mismo tiempo, proporcionan nuevas herramientas que están alterando las rutinas profesionales de los periodistas.

De hecho, la cuestión de los contenidos ocupa un lugar destacado en el texto que comentamos, un análisis que resulta ciertamente acertado en una etapa en la que los medios presentes en la Red se afanan en alcanzar una sustantividad definitiva que será la que logre disipar la herencia de sus antecesores. Así las cosas, los contenidos suponen una de las mejores bazas de los cibermedios, capaces de aportar cantidades ingentes de información relacionada y documentada, lo que representa un valor añadido de primera magnitud. Además, estos contenidos tienden a una mayor especialización y diversificación: junto a la información de actualidad, va ganando terreno otro tipo de contenidos de servicio cuya utilidad para el usuario resulta evidente.

Todo ello demanda fórmulas narrativas eficaces, basadas en las posibilidades hipertextuales, multimediáticas e interactivas del soporte digital. Estas maneras diferentes de construcción del discurso periodístico hipertextual se encuentran aún en fase de consolidación, si bien anuncian ya nuevos requerimientos para el periodista, convertido en un comunicador digital hábil en la elaboración y presentación de los mensajes en un medio que tiende a ser cada día más multimedia e interactivo. Resulta lógico, por tanto, plantear la reconfiguración de la figura del periodista, máxime teniendo en cuenta que el surgimiento de nuevas pautas de redaccionales y la renovación de los géneros periodísticos demanda, como no podía ser de otra manera, una formación más específica y acorde a los requerimientos de un contexto mediático en continuo avance.

En la misma línea, el trabajo focaliza su atención en las posibilidades comunicativas que la Red ofrece a los usuarios, convertidos ahora también en productores gracias a la interacción inherente al soporte digital. Concretamente, el texto se detiene en el colectivo femenino y lleva a cabo un completo análisis de cuatro de las principales revistas para mujeres en la Red, lo que supone una interesante contribución al conjunto de la obra.

En definitiva, la obra destaca por su interés y oportunidad a la hora de explorar uno de los fenómenos comunicativos recién incoados como es el de la e-comunicación. Un fenómeno complejo e integrado por múltiples aspectos interrelacionados cuyo examen se realiza, además, de forma exhaustiva, desde distintas perspectivas que consiguen dar sentido al conjunto de la obra y brindar al lector una mirada global y coherente sobre el nuevo paradigma tecnológico-comunicativo.

Artículo extraído del nº 64 de la revista en papel Telos

Ir al número Ir al número


Avatar

Ainara Larrondo Ureta