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Naturaleza y artificio


Por Chema Madoz

El autor

Chema Madoz

Nace en Madrid en 1958. A partir del año 1985 comienza a exhibir su trabajo fotográfico, y en 1988 expone en la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes. Desde entonces, su obra ha sido objeto de numerosas muestras individuales en galerías españolas y extranjeras. En 1998 realiza una exposición en el Centro Galego de Arte Contemporánea, y un año más tarde, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedica una gran muestra retrospectiva. Fue receptor del premio Kodak España en 1991, y en 2000 recibió el Premio Nacional de Fotografía y el Premio PhotoEspaña. El Museo de Bellas Artes de Buenos Aires acaba de celebrar una muestra con una selección de su obra. Autor de una obra donde subyace la metáfora y la alteridad de la percepción, su trabajo le ha convertido en uno de los fotógrafos españoles contemporáneos con mayor proyección internacional. Madoz trabaja con objetos de la realidad cotidiana, manipulados a veces por él mismo, para darles un nuevo significado inesperado a partir de asociaciones de carácter metafórico y analógico. Sin embargo, la serie sobre la naturaleza que aquí ha seleccionado reviste un carácter que difiere del criterio objetual que le ha guiado en la mayor parte de su obra.

Serie sobre la naturaleza

El trabajo seleccionado por Madoz para TELOS contiene imágenes realizadas entre 2000 y 2004, obras que Fundación Telefónica expondrá en 2005 en sus salas. Todas tienen un denominador común: según el autor, para darles una cierta coherencia “he elegido una serie de imágenes con intereses comunes: su eje es la naturaleza y por eso están más distantes de otras series de objetos de la vida cotidiana.” Madoz ha escogido motivos del mundo natural -césped, arena, gotas de agua, cantos rodados, etc- que eran recurrentes en las series anteriores. En definitiva, esta serie que aquí presentamos “no está condicionada por el contexto cultural que rodea a los objetos de la cotidianidad”, según el autor, y constituye un intento de mirarlos de una manera nueva y fresca, que intente abrir las puertas de la percepción. Chema Madoz se considera un escultor de los objetos que trabaja desde el punto de vista de un fotógrafo; para él, la fotografía es poco más que un registro de memoria que le permite fijar la idea: “Aprovecho también materia que procede de la propia naturaleza –dice Madoz- y carece de ese carácter objetual, ya sea hierba, agua o arena, en un intento de acceder a la idea de paisaje en otras imágenes.” A través de este universo de imágenes nos acercamos a la extrañeza que puede llegar a producir la forma fuera de su hábitat ordinario, ya que los ciclos que de manera continua se dan en la naturaleza están llenos de fragilidades y contrastes en los que habitualmente no reparamos. La sencillez se convierte así en un sistema de conocimiento para acceder a un mundo anterior a la era industrial, que siempre ha estado ahí y que ha pasado inadvertido, y que gracias al objetivo de este retratista implacable de las presencias inmediatas.

Nube-Jaula (2004)
Puzzle-Agua (2004)
Cactus Piedras(2000)
Arena (2001)
Árbol-piedras (2000)
Nube-agua (2001)
Cactus-alambre (2002)
Monedero-piedras (2000)
Paso-cebra (2000)
Pie-raices (2001)

Artículo extraído del nº 61 de la revista en papel Telos

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