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Las redes: de los mitos degradados al desarrollo territorial


Por Enrique Bustamante Ramírez

Editorial Presses Universitaires de France. Pierre Musso. Critique des réseaux. Editorial L´Aube/Datar. Yves Crozet/Pierre Musso (Dirs.). Réseaux, services et territoires. Horizon 2020
París, 2003

Pierre Musso, catedrático de la Universidad de Rennes, ha realizado en la primera obra arriba reseñada una digna continuación de su anterior trabajo sobre «telecomunicaciones y filosofía de las redes». Si en aquel libro de 1997 mostraba un profundo conocimiento e interpretación del pensamiento y la influencia de la obra de Saint-Simon sobre el discurso y la gestión de las telecomunicaciones, que culminaba en el lanzamiento por Al Gore de los magnos planes de las «superautopistas de la información», la reciente «crítica de las redes» es todavía más ambiciosa y busca una revisión universal del pensamiento sobre las redes hasta nuestros días.

Construcción de un imaginario mitológico

Así, la primera parte de la obra analiza la formación de la red «como mito y forma» a través, entre otros pensadores, de Descartes y los enciclopedistas, desde la medicina y el cuerpo humano a las redes técnicas y el cuerpo social; y la segunda parte profundiza en el mito moderno de la red y su desarrollo en la obra de múltiples autores del siglo XX. Lejos de plantearse como un mero ejercicio de erudición, este panorama detallado y crítico va mostrando la construcción de una mitología que bebe en autores ya clásicos tan diversos como Proudhom y Kropotkin, pero sobre todo en Saint-Simon y sus discípulos, y recorre la postguerra con pensadores como Wiener, Turing o Neumann para convertirse ya en una tecno-utopía determinista en divulgadores y vendedores tan diversos como Servan-Screiber, Brzenzisnki, Toffler o Naisbitt. Finalmente, esa línea de discurso alcanza a nuestros tiempos con Internet como paradigma universal de las nuevas redes que daría automáticamente (con el reino absoluto del capitalismo y el mercado) la libertad, el desarrollo y hasta la cultura perfectos.

En paralelo, asistimos a la sustitución de la crisis del pensamiento religioso por una religión social encarnada en las diversas redes de comunicaciones (carreteras, canales, ferrocarriles) y, sobre todo, de telecomunicaciones que desde la electricidad, el telégrafo o el teléfono acompañará con sus promesas de felicidad total a cada innovación de las tecnologías de la información y la comunicación. Metafóricamente como bien señala Musso, la figura del árbol con su verticalidad natural, su enlace entre la tierra y el cielo, o su papel jerárquico, va siendo suplantada por la metáfora de la red (multirracional y artificialmente horizontal) como un tecno-imaginario expandido a todas las ciencias en tanto auténtico «objeto-fetiche».

Pero además, la sucesión de promesas que acompaña a estas tecnologías, comenzando especialmente por las que corren paralelas a la electricidad (la luz y la transparencia contra las tinieblas y el oscurantismo) hasta las que dieron cobertura a la telemática en los años ochenta, va mostrando hilos conductores en una progresión ascendente del determinismo tecnologista que se transmuta en utopías conservadoras; esto es, en un relato místico que se hace parte esencial del discurso del poder (contra la naturaleza secular de las utopías como arma de subversión).

Esa prolongada historia da un nuevo sentido, por otra parte, a corrientes y autores contemporáneos que, reclamándose muchas veces de un pensamiento tan libertario como neoliberal, son analizados con detalle en la tercera parte de la obra, titulada significativamente «la degradación del concepto y la ideología de la red», ya que para Pierre Musso esta mitología contemporánea no sería más que una «retiología», –plagada ya de «retiólogos»– una vulgarización comercial que suma la operación simbólica degradada de las redes (la reproducción de «viejos futuros») con la celebración de las nuevas redes técnicas y la promesa renovada de transformaciones totales de la sociedad.

Redes y desarrollo territorial

La segunda obra que comentamos –Réseaux, Services et Territoires– representa justamente la antítesis del objeto de crítica de ese análisis teórico y, en cierta forma, su consecuencia aplicada. No sólo por la coincidencia de que Pierre Musso sea presidente del grupo de prospectiva que está en su origen y co-director del libro, sino sobre todo por sus objetivos, metodología y características. Se trata en efecto del fruto de un largo trabajo de análisis y reflexión de un colectivo pluridisciplinar de expertos que, aun partiendo de la importancia de las redes (de energía, transporte y de información y comunicación) para el desarrollo, se ha empeñado en un estudio empírico de experiencias francesas e internacionales que ponen en relación a estas redes de diversa naturaleza con el desarrollo sostenible y el equilibrio regional.

Originado por un encargo del DATAR, y en línea con otras publicaciones anteriores de este prestigioso organismo, el análisis va precedido de una visión panorámica sintética pero espléndida sobre «economía y sociedad al alba del siglo XXI» (Grégoire Marlot). Comenzado en 1999 y enfrentado por tanto durante su desarrollo a la crisis de Internet y de la «nueva economía», el trabajo aprende efectivamente de estas circunstancias y huye de la futurología para dibujar diversos escenarios prospectivos a veinte años vista (horizonte de 2020 como periodo emblemático) apoyados en la identificación de grandes tendencias de la situación actual. Se dibujan así las realidades y prospectivas de los sectores concretos estudiados (energía, transportes y TIC) o de problemáticas transversales como la relación redes-servicios-usos o las articulaciones entre los sectores, siempre con la vista puesta en los retos que plantean para el territorio y su desarrollo equilibrado.

Entre las conclusiones finales, Musso se pronuncia contra las visiones lineales para destacar las interacciones múltiples y complejas entre redes-servicios-usos, y la necesidad pues de que las políticas públicas actúen en diversos niveles simultáneamente, desde la investigación de la innovación hasta la construcción de redes y hasta la formación y los contenidos. En cuanto a las conclusiones específicas sobre las tecnologías de información-comunicación está su reconocimiento (con un papel destacado de la banda ancha y de una oferta rica de contenidos y servicios) como condiciones necesarias, aunque no suficientes, para el desarrollo regional, la dinamización de los territorios y la mejora de los servicios públicos…con un papel protagonista en todo ello de los actores y colectividades regionales y locales.

Artículo extraído del nº 59 de la revista en papel Telos

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Enrique Bustamante Ramírez