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La industria de la información


Por Francisco Ortiz Chaparro

Pasados unos 25 años desde que se comenzase a constatar que la información se estaba convirtiendo en la protagonista de la vida económica, social,cultural y humana, es decir, de la civilización mundial -superponiéndose a todas las civilizaciones tradicionales y violando, con ello, su propio concepto-,es tal el cúmulo de referencias y trabajos sobre la misma, que resulta necesario comenzar a distinguir sobre qué aspecto de tal información estamos tratando. Distinción que, sin duda, contribuirá a evitar el confusionismo que se empieza a sembrar en este campo, sobre todo cuando se incorporan a él personas, sectores y estamentos que no pertenecían al mismo o incluso que quizás estaban «hablando en prosa», sin saberlo, como acontecía al famoso personaje literario.
Porque con el término información encontramos referencias a la misma en cuanto comunicación, tecnología, economía, política, sociología, producto, industria, etc. La obra que comentamos (1) se refiere a este último aspecto, el industrial, pero aun se divide en industria electrónica, industria de telecomunicaciones, política de telecomunicaciones y se hacen sustanciosas referencias a economía de las telecomunicaciones y de la información, como un todo. Variedad que, por otra parte, es normal en un tipo de libros como este, que recoge las ponencias presentadas en el Seminario celebrado en la sede santanderina de la Universidad Menéndez Pelayo el verano pasado, con el fin fundamental de reflexionar sobre algunas de las cuestiones estratégicas que tiene planteadas el sector en el horizonte del año 2000.
Se trataba, para los organizadores, de hacer un pequeño alto en el camino, tras una década de promesas y cambios en el sector de las telecomunicaciones y, en general, en la industria de la información, y ante el hecho de que la madurez de la tecnología de tratamientos de datos, señales y radioeléctricas, junto con los cambios legislativos operados en la mayoría de los países, plantean una nueva frontera al mundo de las telecomunicaciones. Una frontera que seguramente será traspasada antes de final de siglo. Y que, añadimos, apenas si marcará delimitación alguna en un proceso que es continuo, por su propia dinámica.
El libro comienza con un sustancioso prólogo del ministro Borrell que, a diferencia de tantos prólogos al uso, es de interesante contenido, por cuanto que la primera autoridad en el sector se pronuncia claramente sobre su política y la del Gobierno al que pertenece. Política informada por la necesidad de adaptarse a las corrientes liberalizadoras que inspiran las regulaciones en el sector, sin renunciar a seguir prestando a los servicios públicos de carácter universal toda la atención que merecen desde el punto de vista social. Esfuerzos de clarificación de este tipo son de agradecer especialmente en este caso, por cuanto que no queda en la endogamia del sector, sino que transciende al gran público mediante su publicación.
A continuación, y dado que el seminario era de carácter industrial, se plantea la función que cumple la industria en una economía moderna. Es el contenido del primero de los capítulos, que desarrolla algunas claves del progreso moderno, en cuyo centro se sigue situando la industria, en opinión de los convocantes, aunque con una lógica diferente a la del pasado.
El grupo de ponencias agrupadas en el segundo capítulo se ocupa del porvenir de las telecomunicaciones, bajo el epígrafe: Las telecomunicaciones del mañana. En el tercero, titulado Nuevas fronteras de la industria electrónica, se estudia el porvenir de esta tecnología, núcleo esencial de la industria de la información, que determina y determinará el destino del sector, en sentido amplio. El cuarto capítulo está dedicado al futuro de la industria de las telecomunicaciones en España y el quinto, titulado Las políticas de las telecomunicaciones, incorpora una visión de las relaciones europeo-americanas en este sector.
Cerró el seminario, y cierra la publicación, una mesa redonda sobre Política de telecomunicaciones. En ella, el ex-ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, José Barrionuevo, expone el programa y la política del partido socialista en materia de telecomunicaciones, complementando lo contenido en el prólogo del actual titular de la cartera. El punto de vista del grupo parlamentario popular queda expuesto por su diputado Felipe Camisón. Jerónimo Andreu, diputado de Izquierda Unida y Salvador Sedó, de Convergencia y Unión, exponen los puntos de vista de sus respectivas agrupaciones.
Señalemos, para finalizar, que con esta obra se inaugura la colección Encuentros, editada por Fundesco, con el fin de recoger y difundir las ideas, propuestas y conclusiones fruto de convocatorias que, sobre temas de telecomunicaciones, comunicación e información, se suscitan en foros nacionales e internacionales.
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(1) J. Banegas (ed.), La industria de la información. Situación actual y perspectivas. Madrid, Fundesco, Amper y UIMP, 1993.

 

Artículo extraído del nº 37 de la revista en papel Telos

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