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El lenguaje de la comunicación


Por Mariano Cebrián Herreros

Cada época ha buscado un lenguaje para definir su entorno. Quevedo, ante lo inconmensurable del deterioro de su tiempo, trató de reflejarlo mediante la hiperbolización de un lenguaje que tenía como uno de los sustentos irónicos el prefijo archi-.

En la actualidad emerge una tecnología de alcance gigantesco y con unos tratamientos comunicativos e informativos tan sobredimensionados que las palabras apenas aciertan a delimitarla a pesar del uso de prefijos: multi- (multimedia, multiservicio, mulficonferencia) e hiper- (hipertexto, hipermedia, hiperimágenes, hiperrealidad.

La consecuente derivación económica también ensaya la delimitación pertinente: empresas de multimedios y multinacionales, supermercados, hipermercados, hipersector.
El uso especializado del idioma ya no puede abarcar el fenómeno mediante palabras o locuciones por excesivamente largas y prefiere, por economía idiomática reducirlas a siglas.
Así, para designar la concentración de mayor calidad informativa en menos espacio, en los discos compactos, utiliza CD y sus variantes: CD-A (disco compacto de audio), CD-DA (disco compacto de audio digital), CD-V (disco compacto de vídeo), CD-I (disco compacto interactivo), CD-ROM (disco compacto de solo memoria), el CD-WORM (disco compacto grabable); para destacar la conexión de diversos equipos con uno central o terminal aplica el prefijo peri-: periféricos, peritelevisión; para evitar las ampulosas locuciones referidas a la integración de las diversas redes en una sola las deja en una alicorta: RDSI-BE (Red Digital de Servicios Integrados de Banda Estrecha) o en una RDSI-BA (de Banda Ancha); y para indicar el cambio de la comunicación en un solo sentido a otra de ida y vuelta, de diálogo y participación de los usuarios, incorpora el prefijo inter- y otros duplicativos y así se pasa a la interactividad bidireccional o multidireccional, al duplex y al multiplex. Las ciudades ya no sólo se cablean, sino que se convierten en redópolis.

La informática ha desencadenado un nuevo orden tecnológico que transforma las demás tecnologías: ofimática, robótica, telemática, telemediática, todo un mundo en …tica. de automatización de operaciones, de incorporación de procesamientos automáticos de pensamiento y de desarrollo de la visión y audición artificiales. Para la definición de la situación ya no sirve la dimensión fisica y se pasa a la inmaterial: sistemas expertos, inteligencia artificial, edificios y máquinas inteligentes. Ahora se trata de integrar al destinatario en la fascinación interna de la tecnología, en los mundos imaginarios de la realidad virtual.

Es la inmersión total del usuario en los diseños del emisor, en la hiperrealidad creada por la maquina. Las ciencias sociales y humanas analizan los hechos y buscan denominaciones que designen tal realidad. Los términos terráqueos se quedan cortos. Todo se mide por galaxias: desde la de Gutenberg hasta la de Turing pasando por la de Marconi.
A diferencia de otros campos semánticos, no se trata de un léxico encubridor, sino de intentos aproximativos. La realidad supera las palabras y sólo queda el atisbo de las metáforas.

Es la época del gigantismo tecnológico que ha proporcionado la puesta en circulación de masas ingentes de información. Los controles, censuras y dosificaciones de otros momentos pueden hacer pensar que tal expansión genera una sociedad más informada, pero bien es sabido que una acumulación excesiva de datos no deja ver con claridad lo nuclear de los hechos y en consecuencia desinforma.
Es más, hay una argumentación tendente a hacemos creer que la cantidad de información es la manifestación de una mayor libertad de elección cuando también es bien conocido que la mayoría de los datos y de las informaciones sobre los hechos nacen viciados por un filtro previo en la fuente. La técnica incrementa la oferta y mejora los procesos de acceso, pero esto no quiere decir que la información circulante sea de mayor calidad.
La información por excelencia de alta calidad sigue siendo la más dominada y controlada por los grupos económicos y políticos para tomar con ella las decisiones. Estos difunden los datos de menor importancia, los ya explotados, o aquellos que les creen una imagen positiva y ocultan los que puedan ofrecer una oportunidad a la competencia.
No obstante, entre los que filtran todavía quedan elementos suficientes como para conseguir, mediante un adecuado cotejo, otros nuevos y deducir un conocimiento más aproximado de la realidad. Se desarrollan teorías y métodos que examinen y expliquen los hechos en su conjunto. Han surgido la Teoría General de Sistemas, el Estructuralismo, la Semiótica de los textos y sus contextos e intertextos, los análisis discursivos y se siguen indagando otros derroteros, pero todos se quedan en dimensiones parciales de la realidad.

El sistema educativo aplica unos métodos didácticos que sean capaces de transmitir con exactitud, rigurosidad y claridad el cúmulo oceánico de conocimientos que la técnica y la información hacen públicos como si se quisiera resucitar al hombre renacentista capaz de dominar todos los campos. Pero hoy ni siquiera es posible ya el hombre renacentista de un solo campo; los saberes se han hecho tan amplios y complejos, las informaciones se han multiplicado tanto y sobre todo el cambio de conocimientos se ha hecho tan veloz que apenas si se puede abarcar un sector cada vez mas reducido.

Para hacer frente a la complejidad tecnológica y a las sobredimensiones informativas y conocimientos de la sociedad actual apenas queda otra alternativa que la de un giro copernicano en la orientación formativa de las nuevas generaciones: por encima de la transmisión de saberes tiene que estar el dominio de unas destrezas técnicas e intelectuales que permitan la actualización permanente de los conocimientos.

El drama del hombre actual es ser un educando en continuidad, ya que apenas si los conocimientos adquiridos en las aulas persisten unos años después de abandonarlas. Estamos en una fase de cambio de planes de estudios en todos los niveles educativos.

Tal cambio debería representar una respuesta a los problemas reales. La formación integral de las personas, la transmisión de conocimientos y la preparación de los investigadores no radica en una cuestión de trasvases de una generación a otra como en épocas anteriores, sino en cómo colocarse en una situación tal que cada individuo, grupo, sociedad o generación tenga capacidad para conocer en cada momento dónde se encuentra el conocimiento válido, la información exacta, el dato que conecte otros para desencadenar el conocimiento e interpretación de la realidad.

El mundo en …tica, que ha transformado todos los saberes y técnicas, ha aportado también instrumentos que están generando unas metodologías de acceso, análisis, combinaciones, conexiones, contrastes y depuraciones para obtener cierta claridad ante tanta acumulación informativa y que lamentablemente lleva a una desinformación grave.

El periodismo en concreto ha desarrollado unos métodos de investigación informativa por ámbitos hasta ahora bastante dificiles de acceso como el de las fuentes estadísticas y documentales públicas y privadas.
La informatización de las mismas, así como de los procesos burocráticos, unida a la creación de redes telemáticas de bancos de datos, a los discos compactos interactivos y demás sistemas de almacenamiento de información han abierto el camino al periodismo de precisión o periodismática según la terminología al uso.

La periodismática es un recurso clave para obtener nuevas informaciones y además puede implantarse como una metodología para enseñar a aprender a actualizarse, a adquirir nuevos conocimientos.

El informador y el educador no son meros transmisores de los datos que les aporten las fuentes interesadas, sino unos profesionales de la búsqueda, comprobación, contraste y depuración de los mismos para clarificarlos, obtener otros nuevos y difundirlos.

La gran aportación de la periodismática es no sólo ser una técnica de investigación para el periodismo, sino haberse convertido también en un modelo general de trabajo para cualquier otro ámbito de conocimiento o información que necesiten de una actualización, contraste e indagación de nuevos datos. El modelo periodismático abre unas vías eficaces.

La cuestión radica ahora en cambiar de mentalidad a los propios informadores, educadores y demás usuarios potenciales y dotarles con las destrezas que a su vez puedan transmitir a sus seguidores.

Frente a un mundo tecnológico de redes de informaciones capaces de generar instantáneamente el perfil de cada uno, de pronosticar sus tendencias y comportamientos, de hacer gravitar, en definitiva, una amenaza técnica policíaca, es preciso generar también otros sistemas de defensa mediante análisis en red que permitan detectar, valorar, interpretar o contextualizar cada hecho en sus dimensiones profundas exactas y no quedarse sólo en la apariencia de los datos. La periodismática se ha constituido en una de las respuestas más enriquecedoras para este objetivo.

Artículo extraído del nº 36 de la revista en papel Telos

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Mariano Cebrián Herreros

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