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La reconstrucción de la pintura


Por Manolo Quejido

Los inicios en los años sesenta de este pintor sevillano, que lleva 29 años sin cesar en la pintura, se pueden considerar como representativos de tres bandas: expresionismo, pop-dadá y geometría, líneas que determinaron su desarrollo en las siguientes décadas: en los años setenta, con la problématica vuelta a la pintura (ante qué hacer, no parar), y en los ochenta con la afirmación sin excusas de la pintura, de su posible y necesaria reautofundación.

Manolo Quejido se reencuentra a partir de los años ochenta con la pintura, con la posibilidad de volver a lo que parecía perdido: el sentido, cuando todo estaba ya entregado al misticismo del sinsentido. Trata de llegar a una pintura actual que sea capaz de asumir su pasado, que contemple las vanguardias, el aporte de materiales nuevos, el sistema nuevo de formatividad y conceptualización, que la constituyen en su imagen de siempre y, a la vez, nueva.

Entre sus últimas obras, exponentes de este reencuentro con la pintura, destacan Emaús, Tabique, Náyades o Amantes. Las últimas tendencias de la obra de este artista se pueden observar ahora en este cuaderno de color, obras que han sido realizadas especialmente para Telos.

 

Artículo extraído del nº 32 de la revista en papel Telos

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