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El modelo sueco de Sociedad de la Información


Por Alfonso Aguado

Suecia es una de las naciones más extensas de Europa y cuenta con una población escasa y dispersa. Sin duda esta realidad, como su relativo y ya superado aislamiento, está detrás de la necesidad de abrirse al exterior o de desarrollar un sistema eficiente y fiable de comunicaciones sin el cual no hubiera podido desarrollarse económica y socialmente. En una época tan temprana como 1909, la ciudad de Estocolmo tenía 60 teléfonos por cada 1.000 habitantes, mientras que Berlín tenía 18, París 10 y Londres sólo 2. En la década de 1940, la compañía telefónica nacional Televerket adoptó como bandera el siguiente principio: “Un teléfono en cada casa, en igualdad de condiciones para todos”. Pero el espíritu de este lema estaba ya presente en los albores de la modernidad tecnológica. Cuando Lars Magnus Ericsson, fundador de Ericsson, competía para obtener el contrato del negocio de telefonía de Estocolmo a finales del siglo XIX, subrayó su creencia de que la telefonía respondía a una necesidad humana básica y que la telefonía debía ser para todos. Sus competidores opinaban que la telefonía estaba destinada principalmente a aquellos que podían permitirse semejante lujo. Ericsson obtuvo el contrato.

El dinamismo igualitario de la sociedad sueca está en las raíces de este progreso. Un rasgo típico sueco, que ha colaborado para la introducción de las nuevas tecnologías en Suecia, es la tradición histórica de suministrar información pública sobre casi cualquier asunto. Esta tradición que posiblemente se base en su sistema de Comunas –parecido al de los Concejos en el Norte de España, propios de sociedades rurales y asiladas– indujo al sector público a adoptar tempranamente las nuevas tecnologías con el consiguiente efecto motor sobre toda la sociedad.

A pesar de que una serie de factores históricos, culturales y geográficos han abonado el terreno para el desarrollo e implantación de empresas especializadas en nuevas tecnologías, no hay que olvidar que el papel del Estado en el desarrollo de la Sociedad de la Información en Suecia ha sido determinante. La asunción de la idea de que la comunicación es una necesidad humana básica para todos está detrás del papel impulsor de la Administración, que ha permitido que el sector de las nuevas tecnologías suponga hoy en día el 12 por ciento del PIB, cuando en 1993 éste sólo suponía el 3 por ciento, y que una quinta parte del crecimiento del PIB sueco entre 1995 y 1998 esté relacionado con el desarrollo del sector de las telecomunicaciones. El Estado sueco se ha esforzado en intervenir allí donde la libre dinámica del mercado no garantizaba la existencia de los elementos requeridos para la generalización de un entorno propicio a la alta tecnología.

Apoyo a la conexión en Banda Ancha

Suecia fue el primer país de Europa y uno de los pioneros mundialmente en desregular completamente su mercado. Esto ocurrió en 1993 y, desde que esta desregulación fue llevada a cabo, se comenzó a tejer la urdimbre de los planes que iban a hacer de Suecia un modelo de desarrollo de la Sociedad de la Información, especialmente por la capacidad de mantener de un modo continuo y sostenible los flujos inversores necesarios por el conjunto de agentes implicados. Ya a comienzos de 1990 el Gobierno facilitó a los empleados suecos la adquisición de un ordenador personal, una iniciativa que Ericsson trasladó a sus empleados en España en 1998. En el periodo 2001-2006, la Administración lanzó un conjunto de programas para el desarrollo de la Banda Ancha y la innovación. Estos planes, que quedaron fijados en la IT Bill de marzo de 2000 y en el Plan Nacional de Desarrollo de las Infraestructuras de Tecnologías de la Información, se han traducido en que 200 de los 290 ayuntamientos del país cuenten con redes públicas de Banda Ancha; y que en 2006 el 99 por ciento de las poblaciones remotas con más de 200 habitantes y el 75 por ciento de las que estaban entre 50 y 200 habitantes cuenten con redes locales de Banda Ancha.

El éxito de estas políticas es evidente cuando se tiene en cuenta que Suecia es hoy en día el mayor consumidor de nuevas tecnologías de Europa, que en el caso de Internet móvil, en términos per cápita, le sitúa en el primer lugar del mundo.

El Wireless Valley

Para lograr esta posición en el ranking mundial, sin duda el desarrollo de la telefonía móvil ha sido un factor coadyuvante. Mientras que el centro de las nuevas tecnologías se desarrollaba según lo hacían los ordenadores, Estados Unidos fue una fuerza dominante en el mercado; pero el nacimiento de Internet modificó esta situación, y la tendencia actual hacia la comunicación móvil ha hecho que Suecia cuente con una importante ventaja comparativa.

Como han destacado diversos expertos, esta ventaja comparativa de Suecia depende en primer lugar de la existencia de una compañía como Ericsson, que fundada hace más de 130 años, presente en más de 140 países, con centros de I+D en todo el mundo, más de 20.000 patentes registradas: es un indiscutible líder en infraestructura de telecomunicaciones móviles y en servicios de telecomunicaciones. Esta compañía ha realizado importantes contribuciones mundiales al desarrollo de la tecnología. Ericsson introdujo el primer sistema automático de telefonía móvil en 1956. El sistema pionero que Ericsson desarrolló en 1956, preparó el camino hacia las actuales redes de Banda Ancha móvil 3G que están llamadas a transformar la comunicación más allá de lo hasta ahora conocido. Ericsson encabezó el cambio tecnológico desde la telefonía móvil analógica a la digital; la transición hacia las comunicaciones móviles 3G, y ahora lidera la evolución hacia la Banda Ancha móvil y la convergencia hacia las nuevas redes basadas en IP. Además, Ericsson fue el pionero también de WAP, y desarrolló el Bluetooth, el sistema de conectividad entre dispositivos más ampliamente utilizado en el mundo.

La existencia de compañías como Ericsson, de una sociedad abierta y proclive al uso de tecnologías y de un Estado preocupado por el desarrollo de las telecomunicaciones facilitaron el hecho de que Suecia se constituyera en el llamado Wireless Valley, el centro mundial para el desarrollo de las tecnologías móviles al que acudieron empresas tan importantes como Microsoft, Intel, Hewlett-Packard, Sun Microsystems y un largo etcétera.

Un modelo basado en la creatividad compartida

En Ericsson estamos convencidos de que el éxito del modelo sueco está basado en la creatividad compartida por los actores del mercado –operadores, fabricantes, proveedores de contenidos y servicios–, para la generación de nuevos servicios y aplicaciones ricos en contenidos multimedia, para crear nuevos hábitos de consumo y nuevas formas de transacción y nuevos parámetros a la hora de valorar la rentabilidad del negocio. La creatividad compartida está en el origen de los grandes avances tecnológicos en los que ha participado nuestra compañía; tal es el caso del primer sistema de telefonía móvil desarrollado en colaboración con Telia Sonera en 1956, o del AXE, el primer sistema de conmutación digital automático que fue desarrollado en 1976 en colaboración con Swedish Telecom y la compañía de desarrollo Ellemtel.

Ericsson ha querido extender este modelo virtuoso allí donde realiza actividades. En España, donde está presente desde 1922, nuestra compañía es un activo agente no sólo por su continua inversión en I+D, su tradicional relación con la Universidad española que viene siendo una constante a lo largo de los años y está canalizada a través de la participación en diversos proyectos de investigación, cursos de postgrado o acuerdos específicos con Universidades, sino por su capacidad para establecer relaciones de partnership con otros agentes del mercado para hacer realidad la nueva era de la comunicación móvil multimedia.

Este nuevo modelo basado en el desarrollo de nuevos servicios tiene su pieza angular en la innovación y en el conocimiento. En Ericsson estamos convencidos de que, así como nuestro liderazgo como compañía depende de nuestra capacidad de seguir invirtiendo recursos en I+D, el desarrollo de la Sociedad de la Información está supeditado al esfuerzo inversor de sus compañías y a la existencia de un marco regulatorio que lo induzca y favorezca.

Referencias

POVEDANO MORENO, E.: «Las nuevas tecnologías de la Información en Suecia», Boletín económico del ICE, 2659.

i2010: Annual Report 2007 Information Society and Media.

Information Society Showcase de Invest in Sweden Agency (ISA).

Artículo extraído del nº 72 de la revista en papel Telos

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