I
Investigación y debate sobre las NTIC en tiempos paradójicos


Por Enrique Bustamante Ramírez

Telos nació hace tres décadas en medio de un ambiente de efervescencia y esperanzas sobre las NTIC como factor de progreso y ha llegado a convertirse en un referente internacional de la investigación y el pensamiento de la Sociedad de la Información (SI). Hoy, en un panorama contradictorio, plagado de avances y retrocesos, ofrece un Dossier basado en su Consejo Científico que refleja las ilusiones mantenidas por una sociedad mejor.

Hace efectivamente treinta años, en enero de 1985, apareció el primer número de la revista Telos, editada entonces y durante diecisiete años por Fundesco[1]. En el Editorial de ese número 1, titulado ‘Telos, un instrumento para el debate’, la revista se situaba en el campo de ‘la temática global de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación’, proclamando ya como objetivo «profundizar en el conjunto de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, en la utilidad de cada una de ellas para los diferentes sectores económicos y sociales, en sus estrechas interrelaciones mutuas». Se añadía la necesidad de «contribuir a impulsar la investigación en España desde un punto de vista y una metodología transdisciplinar, capaz de superar los enfoques particulares para abarcar la complejidad de las nuevas tecnologías, sus consecuencias económicas globales, culturales, sociales, su impacto sobre las prácticas políticas y las relaciones internacionales»[2].

Telos no nació por una genial intuición de sus fundadores sobre el mundo de la convergencia, que entonces apuntaba, y que sugería apenas que las NTIC no eran una cuestión sectorial en torno a la comunicación o las comunicaciones, sino un eje transversal que iba a afectar a todos los parámetros sociales. Se gestó justamente en un clima de efervescencia y esperanza, internacional y nacional, sobre la convergencia tecnológica y sus potencialidades para el progreso y la regeneración social, cuando el debate sobre la Sociedad de la Información (SI) cobraba forma internacionalmente al impulso de la innovación tecnológica, como factor crucial de avance y transformación social.

Un ambiente de efervescencia sobre las NTIC

Recordemos así que en 1978 se había publicado el informe La informatización de la sociedad de Simon Nora y Alain Minc, que creó escuela en numerosos países desarrollados; en 1980 apareció el texto De la Sociedad postindustrial a la Sociedad de la Información, de Yonehi Masuda, director del plan Jacudi en Japón, y también el Informe MacBride, que reclamaba un sistema comunicativo internacional más equilibrado con ayuda de las NTIC. En Francia, ya bajo la presidencia de Mitterrand, el gran debate social se articuló a través de un coloquio nacional sobre investigación y tecnología en 1982, inaugurado por el propio presidente. En el plano de la divulgación y las promesas tecnológicas, florecían también en aquella época las obras de Alvin Töffler (La tercera ola, El shock del futuro), John Naishbitt (Megatendencias) o James Martin (La sociedad interconectada).

En particular, y por encargo también del gobierno francés, Armand Mattelart e Yves Stourdzé habían realizado un gran informe sobre Tecnología, Cultura y Comunicación que concluía: «El progreso científico, separado de la imaginación de nuevas relaciones sociales (redefinición de los valores y de las formas de organización) está destinado al final a la esterilidad; y la imaginación de nuevas relaciones sociales desconectadas de la ciencia y la técnica corre el riesgo, en cualquier momento, de degenerar en la utopía»[3]. En ese ambiente, Telos estuvo precedida por su hermana francesa Réseaux (nacida en el seno de la CNET y que celebró en 2014 su trigésimo cumpleaños), MédiaPouvoirs (1984), desgraciadamente desaparecida, y Media Culture & Society (1985, Londres). El primer informe ambicioso de Manuel Castells sobre El desafío tecnológico. España y las nuevas tecnologías data de 1986.

En la España todavía recién salida de la Transición, buena parte de esa reflexión se nucleó en torno a Fundesco, que publicó en 1983 la versión nacional del Informe Nora-Minc en forma de debate, con el título Estudio prospectivo de retos para la España de los años 90. Faltan aún estudios históricos que rememoren y analicen el papel pionero y trascendental que tuvo aquella Fundación, especialmente en la década de 1980, cuando editó trabajos de buena parte de los autores citados, pero también numerosos estudios precoces sobre las NTIC en España, sobre la SI y sobre los medios de comunicación, situándose además como interlocutor de España con numerosos programas europeos como el Star, para la aplicación de las NTIC a las PYMES y toda la economía española, o el MEDIA para el apoyo al sector audiovisual y su integración europea. El apoyo de Fundesco a la edición de Telos se dio así de forma natural[4].

Dos etapas de avances en el nuevo siglo

En 2002 comenzó la segunda etapa de Telos, editada ya por Fundación Telefónica. Se amplió el Consejo Científico y la plantilla de editores asociados en los países desarrollados más cercanos, con especial atención hacia Europa y Latinoamérica. Se sistematizó la práctica de la valoración anónima de los textos por un Consejo de evaluadores, exigida por la entrada en los Index académicos y las bases de datos nacionales e internacionales, pero sin abandonar el objetivo de articular la investigación científica con el saber hacer profesional y de colmar el foso entre los científicos sociales y los ingenieros y tecnólogos.

En 2008, con el impulso de Javier Nadal, se inició la tercera etapa de Telos, con la apertura a nuevos campos temáticos y una renovación y ampliación del Consejo Científico, una fase que ha sido refrendada y consolidada bajo la vicepresidencia ejecutiva de Emilio Gilolmo en Fundación Telefónica, con la renovación completa de la página web de la revista (incluyendo un formato para iPad) y una notable expansión de sus lectores por Internet[5]. En ese periodo, Telos ha alcanzado el liderazgo entre las revistas en español en los rankings mundiales de las revistas de comunicación, especialmente en el Índice H (de Hirsch) que mide su impacto por citas a nivel global durante una década y en el último lustro.

La larga trayectoria de Telos, insólita en el mundo de las publicaciones sociales en español, tanto en revistas universitarias como privadas, ha sido ya objeto de estudio por los historiadores. En el más amplio de estos análisis, se concluía que «Telos consiguió en sus primeros 25 años […] ser un referente del pensamiento comunicacional sobre las tecnologías y sobre la implantación de la Sociedad de la Información». Y se añadía que la revista «[…] desde sus inicios, nos permite seguir a través de sus páginas todo el debate académico, científico y tecnológico que ha rodeado el proceso de desarrollo de la Sociedad de la Información en el ámbito nacional e internacional»[6].

Una larga trayectoria como revista de pensamiento

En estos últimos cinco años, Telos ha examinado en sus dossieres y sus artículos las principales transformaciones en curso inducidas por las NTIC en la sociedad: la cultura digital, los contenidos televisivos y la creatividad en los nuevos espacios urbanos, los nuevos usos sociales de los dispositivos móviles, los derechos fundamentales y la privacidad en Internet, la formación y los nuevos perfiles profesionales, el papel de la mujer y la igualdad de género en la Red, el gobierno abierto y la democracia en las redes sociales, el Big Data, la publicidad interactiva…

En su celebración de un cuarto de siglo (No. 81, de 2009), Telos editó un número extraordinario, con un Dossier especial titulado ‘25 años de futuro’, en el que se invitó a escribir a una selección de sus mejores autores históricos, además de celebrar una exposición de la extraordinaria obra gráfica de pintores españoles de relieve que se había acumulado en la primera etapa de la revista.

Ahora, en su treinta aniversario, con más de dos mil autores publicados, que representan lo más granado del pensamiento español e internacional sobre las NTIC, Telos ha organizado el presente Dossier invitando a los miembros de su Consejo Científico -más de una treintena de consejeros de currículum destacado en todas las perspectivas sociales- a hacer balance de esas tres décadas, pero proyectando su pensamiento hacia los nuevos temas y problemas surgidos en estos años y hacia los escenarios y las tendencias de futuro que pueden ya rastrearse desde la observación empírica de la realidad. Un seminario de aniversario concentrará la síntesis de estas aportaciones.

Agrupados en seis áreas temáticas, que se corresponden con los cortes científicos de una realidad social compleja, coordinadas por algunos de los más veteranos y destacados consejeros, hemos construido una monografía que constituye por sí misma una cartografía de nuestros logros y de nuestros interrogantes, una densa muestra de saber hacer y experiencia investigadora. Es, al mismo tiempo, una gran agenda para el despliegue y el compromiso de Telos hacia los próximos tiempos.

Por lo demás, la hemeroteca conjunta de estos cien números de Telos ofrece un caleidoscopio formidable de nuestros tiempos paradójicos en los que notables avances tecnológicos y sociales corren en paralelo con las crisis económicas, las guerras localizadas con la emergente gobernanza multilateral, el aumento de las desigualdades junto a incrementos dramáticos de la productividad, las mayores cotas de participación social junto a las máximas amenazas contra la intimidad o la transparencia creciente junto a la crisis de muchos sistemas políticos tradicionales. Cabe esperar que estas contradicciones mayores de nuestro mundo tecnologizado alumbren un nuevo periodo germinal de creatividad y cuestionamiento, de reinvención y regeneracionismo como el que se vivió en la década de 1980, en beneficio de una sociedad mejor.

En fin, parafraseando los objetivos explicitados en el número 1 de Telos y reafirmando su vigencia actual, podríamos reiterar que «se trata de buscar alternativas concretas, soluciones claras que permitan superar las polémicas teóricas más estériles que abundan en este campo. De contribuir al diseño de una política nacional de nuevas tecnologías de información que contemple globalmente los problemas planteados, que permita adecuar la técnica a las necesidades y demandas sociales de toda la población». Y aún se podría añadir, en el mismo sentido, como rezaba la frase de Bertold Brecht que presidía ese número inicial: «Mediante sugerencias continuas, incesantes, para la mejor utilización de los aparatos en interés de la comunidad, tenemos que estremecer la base social de estos aparatos, discutir su empleo en interés de los menos».

Notas

[1] Telos, No. 1. Madrid: Fundesco. Director: Enrique Bustamante. Editor: Obdulio Martín Bernal. Diseño inicial de Reinhard Gäde.

[2] F. Javier Pascual permanece como coordinador de producción desde el número 2 de Telos; Susana Mediavilla es correctora de textos desde el número 51 y María Cadilla lleva a cabo la coordinación de textos desde hace 7 años.

[3] Mattelart, A. y Stourdzé, Y. (1984). Tecnología, Cultura y Comunicación. Barcelona: Mitre.

[4] El presidente de Fundesco en esos años era Ángel Luis Gonzalo.

[5] En esas dos etapas, Telos ha tenido sucesivamente como editores a Obdulio Martín Bernal, Antonio Castillo, Javier Nadal y José Fernández Beaumont (editor adjunto) y, finalmente, a Alejandro Díaz Garreta hasta la actualidad.

[6] García Galindo, J. A. (2013). Telos, una revista científica sobre la Sociedad de la Información (1985-2009). Perspectivas de la Comunicación, 6(1). 134-158. Chile: Universidad de la Frontera.

Artículo extraído del nº 100 de la revista en papel Telos

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Enrique Bustamante Ramírez