Se presenta una serie de hipótesis como intento de explicación de los importantes logros de los países nórdicos en este terreno. Para intentar descubrir también algunas de las bases culturales subyacentes, en la segunda parte del artículo se expone una pragmática selección de condiciones sociales que guardan relación con el análisis comparativo.
A finales de marzo de 2007, Dinamarca se situó como el número uno en el llamado Network Readiness Index del Global Information Technology Report 2006-2007, realizado por la organización suiza independiente The World Economic Forum en colaboración con INSEAD, prestigiosa escuela empresarial internacional (WEF 1). En este índice Dinamarca está acompañada por sus vecinos geográficos, ya que Suecia ocupa la segunda posición, Finlandia la cuarta, Islandia la octava y Noruega la décima. En el mismo estudio, España se sitúa en el lugar 32 de los 122 países analizados, EEUU en el 7º.
El informe sobre la capacidad competitiva a nivel global de los diferentes países, en lo que a su disposición informática se refiere, se basa en tres subíndices estudiados que, en su conjunto, producen el resultado deseado:
– El entorno (environment) para la Tecnología de Información y la Comunicación (TIC) ofrecido por cada país.
– La buena disposición (readiness) informática en los siguientes tres sectores de la sociedad: el individual, el empresarial y el gubernamental.
– El uso que en las mencionadas categorías sociales se hace de la TIC.
Se indica que los buenos resultados obtenidos por los países nórdicos reflejan excepcionales niveles de buena disposición ante la informatización, además de una generalizada capacidad de competición. También se apunta que las buenas posiciones nórdicas obtenidas no sorprenden, que son el resultado de un avance paulatino desde que se empezó a realizar el mencionado estudio en 2001.
Con motivo de la publicación del informe 2005-06, y ante la pregunta sobre cuál era el secreto de los países nórdicos para, año tras año, mantenerse en las primeras posiciones del ranking internacional, el co-autor del informe Augusto López-Claros manifestó que en estos países se ha conseguido crear un círculo virtual con diferentes variables que se refuerzan entre ellos. El sector público financiero lleva a cabo una política cauta y responsable. Este hecho consigue generar recursos que se invierten en educación e infraestructuras. De este modo, declara, se ha logrado potenciar el nivel de conocimientos de los trabajadores en general y se les ha preparado hasta tal punto que han sido capaces de innovar en un grado muy alto. Los resultados se han podido alcanzar porque el nivel de formación es alto y ahora se ha alcanzado un nivel en que, esencialmente, cualquier nórdico se siente cómodo ante un ordenador, un teléfono móvil e Internet.
Y, efectivamente, en la argumentación para otorgar este año el primer puesto para Dinamarca, se alega que el país mantiene «un fuerte enfoque en la educación que lleva a la creación y el desarrollo de instituciones educativas altamente eficaces y una cultura de innovación. [ ] instituciones públicas transparentes de buen funcionamiento que, a su vez, han creado un ambiente positivo para el mundo empresarial. [ ] Una buena disponibilidad en amplios sectores de la sociedad para adaptar las últimas tecnologías».
Esta es la evaluación de los especialistas internacionales en la materia. A continuación aportaremos, además, algunas observaciones, a veces menos técnicas, que sin embargo a nuestro juicio también conviene tener en cuenta al analizar el éxito nórdico en el mundo de la TIC.
La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres
La mencionada organización World Economic Forum, además del informe sobre la Tecnología de la Información, elabora otros estudios comparativos anuales. Y en algunos de ellos, los países nórdicos también figuran en un lugar destacado, por ejemplo cuando se trata de establecer el ranking de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres (WEF 2): Suecia nº 1, Noruega nº 2, Finlandia nº 3, Islandia nº 4, Dinamarca nº 9 (España nº 11) así como la de la capacidad competitiva (competitiveness) global (WEF 3): Finlandia nº 1, Suecia nº 3, Dinamarca nº 4, Noruega nº 12, Islandia nº 14 (España nº 28).
Sin duda, la relativamente alta igualdad entre hombres y mujeres también influye en la posición aventajada de los cinco países nórdicos en cuanto al nivel de rendimiento en la TI. Vemos que España también obtiene una muy buena situación en este informe y, aun así, los números muestran que en Suecia hay alrededor de un 25 por ciento más de mujeres incorporadas al mercado laboral que en España (ratio 0,87 frente a 0,66 con respecto a los hombres). Sin embargo, en lo que se refiere al nivel de educación y formación, los dos países se encuentran en una posición más nivelada: tanto las mujeres españolas como las suecas tienen el mismo o mayor nivel de formación que los hombres (ratio 1,55 (Suecia) frente a 1,22 (España) para la educación superior).
Al cruzar estos datos vemos que las mujeres de los Países Nórdicas tienen mayor posibilidad ¿deseo/necesidad/ ? de plasmar los estudios realizados en un trabajo remunerado. Y añadiendo a esto el hecho de que el sector empresarial está altamente informatizado, aparte del hecho de que la brecha de género es menor en el norte que en el sur, los datos también sugieren que una parte considerable de las mujeres manejan la informática en la misma extensión que los hombres.
El papel de las Administraciones Públicas
En el Informe Global de las Tecnologías de la Información se subraya la importancia de que, junto a la esfera privada y empresarial, el sector público mantenga una buena disposición en materia informática. En el caso de los países nórdicos su positiva y rápida disposición ha resultado ser primordial para el nivel ahora alcanzado. Se entendió ya en una fase inicial que los esfuerzos realizados en este ámbito se amortizarían ampliamente y no cabe duda de que, hoy, las importantes inversiones públicas ya están generando los frutos deseados. Así, por ejemplo, el ministro danés de Ciencia afirma que la tercera parte del aumento de la productividad laboral desde el año 2000 está directamente relacionada con el mayor uso de la TIC (TB).
El ingeniero técnico en informática español Rafael Muñoz Martín-Romo (2007), en un informe interno basado en sus experiencias adquiridas recientemente en Dinamarca, apunta entre otras cosas que una parte de la financiación de las inversiones del sector público en la TIC se basa en un nuevo y controvertido canon audiovisual de carácter semestral que grava cualquier aparato electrónico, incluidos, por ejemplo, el teléfono móvil, el ordenador personal y el iPod.
A pesar de que los precios por el acceso y el uso de las nuevas tecnologías en el norte son bastante asequibles, Rafael Muñoz también indica las ventajas para los usuarios y para el Estado que conlleva que el Parlamento unánimemente haya decidido imponer al Gobierno del país que el uso estatal de la TI esté basado en la creación y el mantenimiento de estándares abiertos para, así, favorecer el acceso libre y gratuito de cualquier usuario a los documentos electrónicos públicos.
Asimismo, Rafael Muñoz señala que tanto los países nórdicos como España están a la cabeza en lo que se refiere a la oferta telemática de los servicios públicos a la ciudadanía. Sin embargo, una gran diferencia entre las dos regiones reside en la centralización y homogeneización con la que ésta se lleva a cabo en el norte, mientras que la estructura administrativa de España necesariamente conlleva una dispersión poco productiva.
Hemos dicho que, en general, los países nórdicos ya en una fase todavía inicial vieron las grandes posibilidades para el crecimiento que ofrecían las nuevas tecnologías informáticas. Sin embargo, también hubo que buscar los medios para poder realizar las deseadas inversiones. No cabe duda de que, cuando llegó el boom de las TIC, estos países, entre otras cosas por los importantes ingresos del Estado provenientes de los impuestos directos recaudados, se encontraban en una situación económica más acomodada y con otras cuestiones sociales bastante bien encauzadas de manera que pudieron liberar importantes cantidades para crear y fomentar un nuevo futuro. Y no sorprende que a mayor inversión y fondos mejor empleados, mayor desarrollo.
Aparte del amplio equipamiento tanto de hardware como de software de todo el sector público, una de las áreas donde más inversiones se realizaron y se siguen realizando era la de la enseñanza, en todos los niveles (en los países nórdicos la extensa mayoría de las instituciones educativas son estatales). La ratio de ordenadores por alumno es alta, los niños empiezan a manejar los ordenadores en los primerísimos cursos de la escuela y las universidades tienen especializaciones informáticas muy solicitadas. Estos datos también son aplicables a países como España. Y aun así parece que la penetración de la TIC en la educación da más resultados palpables en el norte. A continuación vamos a sugerir algunas explicaciones a esta situación:
Un factor de la educación que ha propiciado y facilitado el uso de internet es el generalizado elevado conocimiento del idioma inglés que tiene la población. Este se consigue en las escuelas y a través de la televisión y el cine, siempre emitiendo la programación en versión original subtitulada. En algunos colegios se obtienen grandes resultados incluso con los menos dispuestos a través del curso interactivo de inglés para niños Mingoville (www.mingovile.dr). Esto ha hecho posible un manejo natural e inmediato de las fuentes originales que, mayoritariamente, están en el idioma inglés.
Obviamente la cercanía de los idiomas nórdicos con las otras lenguas germánicas como por ejemplo el inglés hace más fácil el aprendizaje. Pero en los niveles algo más avanzados, donde los conocimientos lingüísticos del inglés ya no son tan diferentes en el norte y el sur, también existe otro factor en este caso psicológico que tiene como consecuencia que un danés se desenvuelva en inglés con un desparpajo que muchos españoles se autoimpiden. Este hecho está relacionado con lo que, en mi opinión, es una constante que tiene múltiples efectos: en los países del norte de Europa, la importancia máxima de una comunicación reside en la transmisión del mensaje, en su contenido; mientras que en el sur, en las regiones donde se tiene el privilegio de haber vivido muchos años bajo la influencia de la avanzada cultura de los romanos y su retórica, la forma del mensaje cobra una importancia que, en la sociedad nórdica de hoy, hasta se rechaza por poder dificultar la comprensión de todas las capas de la sociedad. De esta manera un nórdico tiene una sensación de acierto cuando simplemente consigue hacerse entender en inglés, mientras que un español, por ejemplo, muchas veces ni lo intenta por ser consciente de que su performance en inglés no está a la altura de lo que él o ella se autoexige para un enunciado suyo.
Y hay más: desde hace ya años, una de las cosas que los países nórdicos más persiguen en la enseñanza es conseguir que el individuo (el alumno) llegue a estar dispuesto a la adaptación y a la reorientación. Entienden que en este mundo rápidamente cambiante esta habilidad será del todo necesaria para triunfar en el futuro y seguramente tengan razón. A través de diferentes métodos de enseñanza y trabajo a los que se expone al alumno, se hace todo lo que se puede para inculcarle esta habilidad. El trabajo en grupo, por ejemplo, se instauró en todos los niveles de la enseñanza hace más de treinta años y muchas de las iniciativas pedagógicas que en un principio fueron ridiculizados por muchos como experimentos rojos de las universidades más progresistas, con el tiempo han demostrado tener unos resultados altamente valorados por el sector empresarial actual.
En los sistemas educativos nórdicos, más que transmitir datos, se enseña metodología. Se enseña a la persona cómo buscar y evaluar la información que necesita y a transmitirla. También estas habilidades entran en perfecta sintonía con el mundo que rodea las nuevas tecnologías.
Es posible que hoy en día sea un fenómeno generalizado, especialmente en el mundo occidental, pero al menos en los países nórdicos es un hecho innegable que desde hace unos cuantos años se está viviendo un culto a la persona joven que no tiene parangón en la Historia. Desde su más tierna infancia, en las instituciones educativas, los jóvenes tienen el privilegio (?) de ser cuidados y formados por personas que tienen como oficio dedicarse a ellos. Esto, en combinación con el enfoque sobre el individuo que también ha cobrado enorme fuerza en los ámbitos de la educación, muchas veces puede llevar a las personas a tener una enorme confianza en sí mismas y a desarrollar la convicción de tener el derecho a andar por caminos selectos de la vida que, en algunas profesiones, es un rasgo muy útil.
De esta manera ya se dispone de un gran grupo de pequeños y no tan pequeños jefes que no han cumplido todavía los 30 años. La juventud de estas personas implica automáticamente que están muy abiertas al mundo de la TIC, para ellas es una herramienta natural con la que han crecido, y creo tener aquí otro factor explicativo del éxito de los países del norte en al mundo de la informática. Lo expresa de la siguiente manera el periodista Jacob Skoubo (2006) en su chocante análisis de lo que Dinamarca puede aprender de la industria británica de videojuegos: «La respuesta inmediata a la pregunta es: No mucho. [ ] Tenemos una universidad que dispone de una rama específica de videojuegos, a la que hacen frecuentes referencias en el extranjero y que les impresiona.[ ] Somos una población que posee la especial competencia de trabajar en grupo con problemáticas complejas, respetar los plazos fijados y cumplir con las exigencias técnicas [ ] En otras palabras: lo sabemos absolutamente todo. Pero falta algo. ¡Nos falta el dinero! Mucho dinero».
Otros factores, históricos, físicos y psicológicos
Consciente de que me voy a adentrar en el mundo de los tópicos y sin poder alegar pruebas irrefutables a lo que se expondrá a continuación, para finalizar me atreveré a enumerar algunas razones subyacentes que, a mi juicio, también contribuyen a la explicación del éxito de la TIC en las sociedades nórdicas:
Es posible que, en la fase inicial de la implantación de la informática en las sociedades nórdicas, fuera la cultura generada por la historia luterana (y puritana) de la región la que se plasmara en el valor que todavía hoy se le atribuye al conocimiento y en el extendido afán de querer cumplir con el deber. ¡Rasgos ambos netamente útiles para crear una sociedad como la que aquí nos interesa!
Suena a tópico pero no puede ser de otra forma: el clima adverso que reina gran parte del año en las regiones más septentrionales de Europa invita a pasar el mayor número de horas disponibles lejos de la calle. Otro ejemplo de que las circunstancias externas empujan de manera natural hacia algo que engancha tanto como el ordenador y el acceso a Internet
Cuando se compara con otras culturas, siempre queda patente el carácter pragmático y racional del nórdico, a la sombra, quizás, sólo del alemán. Este rasgo resulta también muy ventajoso en el mundo lógico que rige el control de los ordenadores. (Por algo You get what you see era el eslogan inicial de la casa Apple cuyos ordenadores, dicho sea de paso, se encuentran muchísimo más extendidos entre los usuarios nórdicos que en España, por ejemplo. Posteriormente Microsoft adaptaría el mismo sistema con Windows).
El carácter tranquilo (¿frío?) y paciente de una gran parte de los nórdicos no se puede negar si, por ejemplo, lo comparamos con la media española. Todos conocemos, desgraciadamente, el tiempo que consume estar en contacto con el mundo informático, inicial y parece que también permanentemente. Por eso resulta mucho más sano para la tensión arterial enfocar la tarea con parsimonia, y eso le cuesta menos a un nórdico que a un español, medio los dos. Además, en el desarrollo de cualquier proyecto nuevo, resulta muy útil tener la paciencia y la tranquilidad suficientes para realizar una evaluación, como mínimo a la mitad del proyecto. Vemos, pues, que también en este sentido el carácter nórdico hace buenas migas con el mundo informático.
En la misma dirección apuntan los múltiples chistes sobre la parquedad de palabras, entre algunos de los habitantes del norte. Y no surgen de la nada: parece que cuanto más al norte se viva, menos se siente la necesidad de charlar. De esta manera, los ordenadores se han convertido en un canal de comunicación muy apetecible y controlable que le deja hasta al más tímido elegir por sí mismo los pasos anónimos que le apetezcan dar en su contacto con el mundo que le rodea.
Permítaseme, para terminar, mencionar un fenómeno que me fascina desde hace años: la diferencia de mentalidad en la población de un país pequeño y en la de un país grande. Grande en número de habitantes; Suecia tiene una extensión que sólo dista el 10 por ciento de la de España, y sin embargo estoy convencida de que a los suecos les pasa lo mismo que a los demás nórdicos. Lo que consigue con su mera presencia un país grande como España, las comunidades pequeñas lo tienen que buscar activamente: que se les vea, que se note que también existen, que los demás se fijen en que ellas también son famosas por algo o campeonas de cualquier cosa. Para este fin el mundo de la informática supone una ocasión en la que el ingenio de los pequeños puede competir con el de los grandes en unas condiciones de igualdad raramente encontradas.
Hemos visto, pues, cómo la informática en muchos diferentes aspectos encaja estupendamente en las sociedades nórdicas: llega en un momento en que económicamente se puede, no contamina y además está democráticamente al alcance de todo el mundo, sin importar el sexo, la etnia y las condiciones físicas del usuario. Además se puede ejercer en el calor de la casa y no hace falta hablar con la máquina si no se quiere. ¡Ideal para un nórdico!
BREINSTRUP, T.: «Danskere storforbrugere af IT» (Los daneses, grandes consumidores de TI). Berlingske, 11 de diciembre de 2006.
MUÑOZ MARTÍN-ROMO, R.: Informe profesional no publicado sobre las TIC en Dinamarca, Copenhague, 2007.
SCHOUBOE, J.: «Hvad kan Danmark lære af den engelske computerspilindustri?» («¿Qué puede aprender Dinamarca de la industria de videojuegos británica?»), Berlingske, 11 de diciembre de 2006.
World Economic Forum, The (WEF): www.weforum.org:
1: The Global Technology Report 2006-2007.
2: The Global Gender Gap 2006 Report: Country Profiles.
3: The Competitiveness Report 2006-2007.
Artículo extraído del nº 72 de la revista en papel Telos
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