Son necesarias fuertes inversiones para realizar la futura Sociedad de la Información. Convergencia de redes móviles, fijas, de datos y de televisión por cable para dar sus ofertas por distintos terminales sin que el usuario deba elegir entre diferentes tipos de servicios, y contrate todo con una sola marca. Los ponentes del tradicional Encuentro de Telecomunicaciones de Santander coincidieron en señalar al usuario como motor y único protagonista de este cambio.

Futuro complejo para el que Cesar Alierta, Presidente de Telefónica, pidió libertad. Alierta recordó el papel clave que juega el hipersector de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para aumentar el poder adquisitivo y el bienestar de la sociedad, y aseguró que el éxito pasa por un mercado único europeo, que elimine las barreras nacionales y descanse en las reglas de competencia y actual normativa de protección de los derechos de los consumidores. Alierta aseguró que «Telefónica apoya la plena liberación del entorno normativo y la creación de un marco que estimule el desarrollo, los agentes creadores de valor y la vocación de operadores integrados, dejando libertad a las empresas para configurar su estructura y organización de los negocios».

Una excesiva regulación fue indicada por Alierta. «Se está poniendo en peligro el empleo europeo en el sector, que tiene 1,4 millones de personas altamente cualificadas, y unas inversiones anuales que superan los 45.000 millones de euros, por un excesivo intervencionismo regulatorio». Abogó por las simples normas generadas por la defensa de la competencia y la protección de los consumidores.

La educación, la tecnología, la innovación y un marco institucional adecuado son los cuatro puntos clave para avanzar, enumerados por Jesús Banegas, Presidente de la patronal AETIC. Banegas pidió «un marco laboral que conjugue la contratación indefinida y la flexibilidad del despido y una regulación del mercado orientada a la inversión». Hizo hincapié en su petición de «una fiscalidad competitiva con la UE, y el traslado de incentivos fiscales del ladrillo a la innovación».

Marco regulador

El regulador español mantuvo la necesidad de regulación como garante de competencia en el sector. «Mi objetivo no es tanto que las empresas españolas sean las primeras del mundo, como que los españoles tengamos los mejores servicios y al mejor precio. Me interesa un entorno competitivo sólido para que nadie pueda controlar el mercado», afirmó Reinaldo Rodríguez, Presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT, www.cmt.es). El regulador expresó su desconfianza ante las ofertas fijo-móvil que está empezando a lanzar Telefónica «porque no son transparentes para conocer los costes de cada servicio». También anunció su intención de rebajar en un 50 por ciento las tarifas de interconexión fijo-móvil en dos años.

Reinaldo Rodríguez se ganó agrias críticas con su intervención. Vodafone y France Telecom/Amena aseguraron que la rebaja de las tarifas de interconexión sólo iba a beneficiar a Telefónica, dado que tiene la mayor parte de las conexiones fijas, y provocaría la merma de los ingresos de los operadores de móviles.

Francisco Román, consejero delegado de Vodafone España (www.vodafone.com) dijo que la rebaja de precios en la terminación fijo-móvil supondrá una transferencia de valor hacia Telefónica de España, por parte de los tres operadores móviles, de unos 300 millones de euros anuales. Por su parte, el Consejero delegado de France Telecom España (www.francetelecom.com), Belarmino García, aseguró que «la telefonía móvil está cada vez está más regulada. Esto se produce en un mercado que rebaja precios cada año, que en este año será de un 11 por ciento a cliente final. Si la CMT materializa la rebaja del 50 por ciento de interconexión fijo-móvil perderemos 171 millones de euros. Si esto sigue así, el mejor modelo español será que se instale de nuevo un monopolio».

Una gran parte de los representantes de la industria abogaron por una menor regulación del mercado. Ingemar Naeve, Consejero delegado de Ericsson España (www.ericsson.com), dijo que «la tecnología está disponible, a precios interesantes, y vamos a ser capaces de llevar la Banda Ancha a todos. Supondrá un cambio de vida en el hogar y en las empresas, pero para ello debe haber incentivos fiscales a la inversión, y una regulación que lo apoye. No se pueden aplicar las recetas regulatorias del pasado al mundo digital, y si se hace lo frenará. Si no encuentran una regulación adaptada al nuevo entorno es mejor no tener ninguna».

La respuesta al tráfico de datos

Eduardo Montes, Presidente de la división de Comunicaciones y Vicepresidente de Siemens AG (www.siemens.es), aseguró que la capacidad de 16 Megabits de ancho de banda, que dan hoy las redes de telecomunicaciones se convertirán en 1.706 Megabits en el año 2020. «La misión de la Red es satisfacer el mayor número posible de necesidades humanas, con contenidos y ofertas personalizadas para cada usuario con mayor precisión que la actual», puntualizó Montes.

Hasta ahora, «el volumen del tráfico de las comunicaciones en España se ha multiplicado por 15 en los últimos cinco años, y este crecimiento ha estado impulsado por las personas, que han incorporado las nuevas tecnologías a su vida cotidiana, profesional y personal. El consumidor es cada vez más activo, selectivo y participativo», explicó Julio Linares, Director general de Coordinación, Desarrollo de Negocio y Sinergias de Telefónica (www.telefonica.es). Para dar la respuesta adecuada, Antonio Viana-Baptista, responsable de negocio de Telefónica en España, anunció una inversión de «9.000 millones de euros en España en cuatro años, especialmente dirigida al desarrollo de la Banda Ancha fija y móvil».

Bernardo Villazán, Presidente de Lucent Technologies España, puso sobre el tapete el debate sobre la neutralidad de la Red. Abogó por «redes disponibles y abiertas para que cualquier negocio basado en Internet pueda crear un servicio». Los roles entre los operadores de telecomunicaciones, con gran fuerza en Europa, y los operadores web, con mayor presencia en Estados Unidos, están cambiando y «se abre un escenario que permite la sinergia de servicios entre ambos. En Europa hemos detectado un enorme interés por los servicios combinados de ambos», dijo Villazán.

El adiós de Montilla

El entonces Ministro de Industria Comercio y Turismo, José Montilla, aprovechó el foro para despedirse del sector y dar el testigo a su sucesor Joan Clos, afirmando que mantendrá una continuidad con la política desarrollada hasta ahora. Puntualizó que llevará adelante la Ley para el Impulso de la Sociedad de la Información y el Plan Estratégico de la Industria Audiovisual, que favorecerá el cine digital. Aseguró la próxima obligación de la factura electrónica para los proveedores de la administración, e indicó que Hacienda se encargará de abrir oficinas gratuitas para que las pymes con facturación anual inferior a 1,5 millones de euros puedan realizarla. El ministerio también obligará a empresas de servicios, como gas, electricidad, agua o bancos a que faciliten un medio de interlocución telemática a sus usuarios.

El ministerio también prepara la legislación para impulsar los programas de televisión en el teléfono móvil. Ya se ha decidido la dedicación de un multiplex para dar de 20 a 40 canales de TDT, y se baraja si se sacarán a concurso, subasta o se realizarán adjudicaciones directas.

Los negocios digitales

Tobías Martínez, Director general de Abertis Telecom (www.abertis.com), aseguró que la televisión se mantiene como «el medio preferido para contenidos de mayor relevancia». Abogó por la televisión como puerta de entrada para el entretenimiento y la Sociedad de la Información, y dijo que «el crecimiento de la TDT (televisión digital terrenal) y de la Banda Ancha apuntan a una convergencia de los servicios del hogar digital. La llegada de la televisión digital abre una nueva etapa a una televisión con más calidad de imagen y sonido y con servicios interactivos», explicó Martínez.

Luis Lada, asesor del presidente y del Comité Ejecutivo de Telefónica, abogó por las redes. En España hay 19,1 millones de accesos de telefonía fija, 46,1 millones de accesos móviles, 7,2 millones de accesos fijos a Internet, de los que seis son en Banda Ancha, y 3,6 millones de clientes de televisión de pago. Un total de 76 millones de conexiones en red de hogares, empresas y administraciones que nos proporciona «la masa crítica necesaria para afrontar el proceso acelerado de transformación que modificará el estilo e vida y la forma de hacer negocios».

Un punto importante será alcanzar una penetración de Banda Ancha que, según Lada, «supere el 90 por ciento en las empresas y el 55 por ciento en los hogares, previsiones que esperamos se cumplan al final de la década. Esta realidad permitirá cumplir la proyección de que el 20 por ciento de la actividad económica española esté generada por los negocios en red en 2010».

Lada recordó que el usuario residencial es el «motor de la era postecnológica porque es un depredador de dispositivos electrónicos que evolucionan muy rápido para satisfacerle. En poco más de cinco años, el 70 por ciento de los hogares tendrán DVD, la mitad tendrá cámara digital de fotos, y en uno de cada tres hogares habrá un MP3. Para satisfacerles, las empresas no se pueden limitar a gestionar redes o puntos de venta, sino que deben ofrecer tantos puntos terminales como clientes. Todos buscamos las propuestas de valor que puedan ser ganadoras, y se ofrezcan en un terminal abierto, estándar y multifuncional», afirmó Lada.

La industria discográfica fue un claro ejemplo, expuesto por Lada, de negocio excesivamente proteccionista que no ha sabido afrontar el cambio al nuevo modelo de negocio en red de contenidos. En el lado opuesto recordó al sector turismo, «que ha abrazado las nuevas tecnologías para hacer portales y plataformas de negocio en los que se da el amplio abanico de la oferta de viajes».

Lada habló de la sanidad, «donde hay un trasiego de datos críticos, y se han dado soluciones buenas pero fragmentadas. Cuando todo esté en red, la gente podrá acceder desde su hogar a un nuevo mundo de prestaciones, especialmente el millón de personas dependientes, porque es la solución más sostenible en costes, y que mejor puede aumentar la calidad de vida del entorno familiar».