La Sociedad del Conocimiento, la Economía de la Información y los conceptos inforricos e infopobres son nuevos indicadores a la hora de planificar las políticas sociales y económicas de las naciones. Así, la brecha digital aparece en todos los discursos de los gobernantes de los países, especialmente en el de las naciones emergentes. El Presidente brasileño Lula, en sus distintos discursos sociales, habla constantemente de la inclusión digital, de evitar la exclusión de los ciudadanos infopobres. Tenemos la tecnología para llegar a casi todos los lugares del planeta, pero las cifras de acceso de Internet siguen siendo apabullantes en los continentes más desarrollados. No podemos olvidar que lo que se invierte en I+D+I en dichos países supera, como poco, el 1 por ciento del PIB, frente a otros continentes donde no se contempla este tipo de inversiones económicas.

La industria de los contenidos es otro elemento a tener en cuenta en nuestra sociedad donde la información con valor añadido, es decir analizada y contrastada con las mejores fuentes bibliográficas y textuales de reconocido prestigio se convierten en un recurso económico de carácter intangible pero de gran importancia en el desarrollo económico de los países.

En este punto se encuentra el libro escrito por Rosario Arquero y Mª Luisa García Ochoa, en el que se exponen recursos textuales de gran importancia cultural y se analizan de manera pormenorizada las principales hemerotecas electrónicas existentes de carácter periodístico en la Red. Ambas son profesionales de reconocido prestigio, tanto en el entorno docente –Rosario Arquer–como en el ambiente bibliotecario –Mª Luisa García Ochoa–, y su dilatada experiencia en el sector de las bases de datos fuente y bibliográficas de prensa, hacen de este libro un magnífico referente para estudiosos de la misma, sobre todo en el entorno digital.

Se inicia este estudio con la normativa internacional y los derechos de autor existentes en este complejo y cambiante sector. Un apartado básico, a mi entender, es la descripción minuciosa de los diferentes soportes, resaltando el digital como puente básico hacia el futuro inmediato, ya que los principales diarios tienen acceso a través de Internet, pudiendo solicitar información a texto completo, hecho que es muy importante en el sector que analizamos en esta monografía. Todos los que trabajamos en este ámbito sabemos que sus usuarios necesitan analizar y documentarse rápidamente sobre temas políticos, sociales, etc., con gran actualidad y donde la fuente solicitada tiene un tiempo de vida muy inmediato, en la mayoría de las consultas.

Gestionar las colecciones de prensa

Los capítulos II y III son ejes centrales en este trabajo, ya que en ellos se exponen los elementos de gestión, planificación y evaluación para el control eficaz de las ingentes colecciones de prensa. Se resalta la conservación y preservación de los fondos periodísticos especialmente en el entorno electrónico.

Continúa la investigación con un análisis exhaustivo de los periódicos en Internet, tanto los de carácter general, como en los especializados, especialmente en el sector económico-financiero. No podemos olvidar que las fuentes más consultadas, junto con las de medicina, química e ingeniería, son las fuentes numéricas del entorno empresarial donde existe gran número de analistas que se dedican a obtener informes de reconocida importancia para la toma de decisiones en las inversiones de carácter bursátil. Esta información es costosa y muy demandada, de ahí que importantes distribuidores de información especialmente Estados Unidos, Japón, Canadá y la Unión Europea dediquen esfuerzos de gran envergadura empresarial y se conviertan en enlaces de gran eficacia entre la oferta y la demanda de esta modalidad informativa.

La UE lleva más de veinte años invirtiendo en I+D+I y en programas de amplia digitalización de nuestro gran patrimonio cultural. Los resultados son excelentes, pero hay que continuar en esta línea de futuro ya que la Industria de los Contenidos es nuestra gran fortaleza frente a otros países como EEUU y Japón, donde disponen de las mejores y más demandadas bases de datos científicas en el mundo. Los países que componen la UE también las poseen, pero son en la mayoría de los casos de carácter muy localista y de menor número de registros a consultar.

Como se puede apreciar, la Sociedad del Conocimiento nos abre unas posibilidades apasionantes, con grandes ventajas y gran número de riesgos, especialmente la temida brecha digital. Las Cumbres mundiales de la Sociedad de la Información están muy alertas a este indicador que puede separarnos más en este entorno globalizado.

Por ello este libro es un eslabón más para evitar lo que Bill Clinton destacó en numerosos discursos: la existencia de un nuevo analfabetismo, el digital. Porque la alfabetización de la información es el concepto clave el siglo XXI.