Por sus características y su historia, la iudad de Buenos Aires cuenta con un gran potencial editorial que, desde la abrupta crisis de 2001 que golpeó fuertemente al sector, viene creciendo de modo constante, sobrepasando, aún, los mejores niveles históricos de producción. En 2004 se editaron cerca de 56 millones de libros en Argentina, y más de 66 millones en 2005.

El 49 por ciento de las empresas editoriales argentinas está radicado en la Ciudad de Buenos Aires y éstas concentran el 66 por ciento de la producción. A su vez, de las 912 empresas editoriales nacionales, sólo 20 empresas –mayormente transnacionales– concentran el 80 por ciento de la producción total. Las restantes, son pequeñas editoriales.

Sin embargo, no todas son rosas para el sector editorial Pyme: de hecho, al decir de los propios actores, uno de los problemas más graves que enfrentan es la falta de visibilidad en los puntos de venta: los libros llegan a las librerías, pero no se exhiben y, por lo tanto, difícilmente se venden. La otra dificultad que enfrentan tiene que ver con la siempre escasa difusión mediática, ligada, muchas veces, a la pauta publicitaria.

Nace “Opción Libros”

Para suplir estos dos inconvenientes, e inspirados en la Declaración Universal de la UNESCO sobre Diversidad Cultural y en la experiencia madrileña de “bibliodiversidad” (una iniciativa de editoriales y librerías independientes que se asociaron para promover y difundir las obras de editoriales independientes en distintas librerías), se creó “Opción Libros-Programa de Fomento a la Diversidad Bibliográfica”.

Desde la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de la Subsecretaría de Gestión e Industrias Culturales, el objetivo inicial del programa había sido el de «fomentar y promover las ediciones de calidad» de las pequeñas y medianas editoriales, a través de la creación de espacios destacados de venta en las librerías (incluyendo la exhibición de algunos títulos en vidriera) y una importante difusión de prensa.

A su vez, las librerías adheridas al programa se beneficiaban de la campaña de difusión –donde aparecen mencionadas con sus respectivas coordenadas–, que incluye prensa gráfica (diarios y revistas), espacios en radio y televisión por cable, afiches en vía pública, además de toda la folletería del Programa que cuenta, inclusive, con la edición de un catálogo impreso.

Cada librería, además, está identificada por grandes autoadhesivos de “Opción Libro” colocados en los escaparates, los libros se exhiben con unas fajas del Programa colocadas a su alrededor y el sector dentro de la librería dedicado a “Opción” aparece destacado por la señalética, que también porta los mismos vistosos colores identificatorios.

Procedimiento, selección. En aras de la calidad

En el transcurso del año 2005, se realizaron dos convocatorias abiertas –la primera en mayo y la segunda en septiembre–, para confeccionar los catálogos de calidad de “Opción” con la finalidad de que todas las editoriales interesadas pudieran beneficiarse del Programa.

En ambas convocatorias, la confección de los catálogos contó con la participación de cinco grandes lectores, lo que implica una importante sugerencia de lectura para el público que se acerca a las librerías que forman parte de “Opción”. Esto significa que en ambas oportunidades se privilegió la calidad de los libros que conformaban el catálogo, caracterizado por libros de divulgación, libros que abordan problemáticas de actualidad, excelente literatura clásica, literatura orientada a un público juvenil, autores populares, reediciones, biografías de grandes personalidades locales del siglo XX, así como muy buenas traducciones y, en particular, autores noveles, a fin de ayudar a la promoción de nuevos talentos.

Números e impacto

En ambas convocatorias participaron más de 50 editoriales. De ellas, sólo 29 firmas han sido seleccionadas por el Consejo Asesor de Grandes Lectores para integrar los dos catálogos que reúnen 80 títulos de editoriales pequeñas y medianas y que se exhibieron de modo destacado y se comercializaron en 50 librerías de Buenos Aires.

Por otra parte, de acuerdo con el relevamiento semanal realizado, se sabe que en todas esas librerías se han vendido libros de “Opción” y que en algunos casos se han repuesto ejemplares. Además, entre ambas convocatorias existen algunos indicadores que sirven, en cierta forma, para constatar el impacto favorable y lo atractivo que le ha resultado el Programa al sector, hasta el momento; entre ellos:

1. Previamente al segundo lanzamiento, y a pedido de los interesados, se ha incrementado en un 10 por ciento la cantidad de librerías adheridas.

2. La cantidad de títulos presentados por las editoriales, para su selección, se acrecentó en un 25 por ciento.

3. Se sumaron editoriales de larga trayectoria como De la Flor, Colihue y Biblos, lo que demuestra el interés que despertó la propuesta.

4. Se recibió una gran cantidad de consultas y pedidos de asesoramiento, tanto de la ciudad de Buenos Aires como de diferentes provincias, así como de otros países.

5. El programa “Opción Libros” ha sido invitado a participar en distintas ferias del sector editorial, tanto nacionales e internacionales, como la I Feria Regional de Junín (Provincia de Buenos Aires), la V Feria del Libro del Zócalo (México D.F.) y el Salón del Libro de Madrid 2006.

6. Además del auspicio institucional de la Alianza Global para la Diversidad Cultural de la UNESCO, “Opción” también ha recibido el auspicio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

En la actualidad, “Opción Libros” está en proceso de reestructuración, a fin de ofrecer al público lector un beneficio adicional con la compra de alguno de los libros que formarán parte del próximo catálogo.

Cabe destacar que el Programa no sólo ha cumplido efectivamente con las expectativas generadas en un primer momento, como era la exhibición de una producción de calidad, sino que también ha servido como nexo multiplicador de otras acciones de fomento. Entre algunas de las percepciones de los editores podemos destacar que “Opción Libros”, indirectamente, también les ha servido para distribuir parte de su catálogo, no seleccionado por el Programa, en las librerías adheridas, creando de esta manera nuevos vínculos entre libreros y editores o reconstituyendo viejos vínculos.

Para concluir, estimamos que este tipo de políticas puede contribuir efectivamente a garantizar la diversidad de la oferta editorial, aunando los esfuerzos conjuntos de los sectores implicados: editoriales, librerías, público lector y el Estado.