Por Manuel Chaparro Escudero
Más de dos décadas de actuación a nivel internacional conforman la trayectoria de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). Hoy esta asociación es la reconocida expresión de un modelo de radiodifusión sonora alejado de las tradicionales radios públicas y privadas.
La radio asociativa, comunitaria, libre, popular, alternativa, participativa, ciudadana, cultural, insurgente, educativa, trucha, municipal, indigenista, comunal, rural… representa un modelo claramente diferenciador frente a los modelos clásicos dominantes del sector público tradicional y privado comercial. Los diferentes nombres bajo los que se conoce este modelo de radio responden a las diferentes realidades que la han ido alumbrando, en Europa, América y África, donde la tradición de estas emisoras se hace sentir en mayor medida.
Todas poseen un mismo denominador común, la de constituirse en un modelo alternativo a los medios del Primer y Segundo Sector (medios masivos públicos y comerciales privados). Estas emisoras se definen básicamente por su carácter participativo, desde el que tratan de aportar insumos a las comunidades en las que se asientan para construir ciudadanía y una cultura de vida más cercana a nuestras necesidades reales de progreso humano.
La radio comunitaria está orientada a satisfacer las necesidades de comunicación de una comunidad o colectivo social. Son medios construidos desde una concepción horizontal, en los que el equipo humano coordinador y la comunidad misma establecen las pautas de funcionamiento y las orientaciones para actuar procurando la articulación social y el desarrollo humano de manera endógena.
La libre expresión de estos actores de la comunicación horizontal viene avalada por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948): «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitaciones de frontera por cualquier medio de expresión». La garantía de la difusión por cualquier medio es fundamental, aunque todavía sigue escapando a la consideración de muchos Estados que la ignoran deliberadamente para no reconocer este derecho irrenunciable.
Las radios comunitarias no se definen por su propiedad, sino por su ánimo de no lucro y de servicio a la sociedad. Tampoco se definen por sus coberturas geográficas, ni por su mayor o menor potencia de emisión, ni por la emisión o no de espacios publicitarios. La posesión de una licencia tampoco constituye un patrón a tener en cuenta, ya que muchas carecen de una licencia legal en el intento de los gobiernos de reservar el espacio radioeléctrico para otros menesteres. No son radios clandestinas, son modelos legítimos dentro de un marco de espacios legales insuficientes en muchos países. Una radio comunitaria debe ser ante todo inspiradora de de los principios de participación ciudadana y cogestión en las decisiones que inspiran sus principios. Es una instancia promotora de desarrollo local.
La Asociación Mundial de Radios Comunitarias fue fundada en 1983 en Montreal en el contexto del Año Internacional de las Comunicaciones promovido por las Naciones Unidas. Actualmente, AMARC mantiene sede en todos los continentes donde el número se socios supera los tres mil. Su sede principal sigue estando en Montreal. AMARC está reconocida como organismo no gubernamental internacional (ONGI), de carácter laico y sin fines de lucro.
El principal objetivo de AMARC es la defensa de la democratización de las telecomunicaciones de manera que se garantice el derecho de acceso de la sociedad civil al espectro radioeléctrico. Asimismo, según las diferentes Cartas y Declaraciones aprobadas en las Asambleas Generales, los miembros de la asociación deben:
– Contribuir a la libre expresión de los diferentes movimientos sociales, políticos y culturales.
– Promover toda iniciativa que busque la paz y la amistad entre los pueblos.
– Reconocer el papel fundamental y específico de las mujeres en las nuevas prácticas de comunicación.
– Expresar por medio de su programación contenidos basados en la soberanía e independencia de los pueblos, la solidaridad y la no intervención en los asuntos internos de otros países, la cooperación internacional sobre bases de igualdad, reciprocidad y respeto mutuo, la no discriminación por razones de raza, clase social, género, opiniones políticas o religiosas, así como el respeto a la diversidad cultural y la preservación del medio ambiente.
Desde su fundación ha celebrado ocho Asambleas Generales; órgano de representación máxima y en el que todos los socios tienen derecho a voto (Montreal 1983, Vancouver 1986, Dublín 1990, Oaxtepec 1992, Dakar 1994, Milán 1998 y Katmandú 2003). En 2006 celebrará su novena Asamblea siendo las propuestas para su sede Buenos Aires y Aman.
Latinoamérica: la región más dinámica
Dentro de AMARC la región más dinámica ha sido históricamente Latinoamérica, donde la larga lucha por la democratización social ha venido acompañada desde los movimientos populares y alternativos por el mantenimiento de estaciones de radio que funcionaban fuera de marcos legales, pero desde la legitimidad de un derecho universal.
AMARC-ALC (América Latina y Caribe) fue fundada en 1990 y hoy cuenta con cerca de 400 socios. Su estructura regional cuenta con 18 representantes nacionales, que impulsan las actividades de la asociación en sus respectivos países y un Consejo Regional con representación de las subregiones (Países Andinos, Centroamérica, Cono Sur, México, Brasil y Caribe). Su sede principal estuvo en Quito hasta finales de los años 90 cuando se resolvió la descentralización de los servicios que se venían prestando desde la oficina principal.
La nueva estructura de AMARC-ALC reparte sus actividades más relevantes entre Argentina, Uruguay, Chile y Guatemala-El Salvador; en función de la ubicación de los responsables designados para dichas actividades.
No es de extrañar el protagonismo de AMARC-ALC dentro de la organización teniendo en cuenta los postulados de la comunicología de la liberación emanados a partir de los trabajos del boliviano Luis Ramiro Beltrán, los peruanos Rafael Roncagliolo y Rosa María Alfaro, y el uruguayo Mario Kaplún, quienes contribuyeron junto a otros muchos a la formulación de la tesis de la comunicación para el desarrollo social. Sin olvidar en todo ello los principios inspiradores de Paulo Freire.
Los modelos originales más representativos, aunque no definidos como comunitarios en su momento, fueron las radios mineras bolivianas (1944), como radios populares de corte sindical, y la colombiana Radio Sutatenza (1947). Estas dos experiencias impulsaron un nuevo modelo de hacer radio ligado a los intereses populares y al uso de una tecnología que posibilitó la mejora de los respectivos ecosistemas sociales.
El trabajo actual de AMARC ALC se centra en cinco capítulos principales que tratan de satisfacer las necesidades del conjunto de asociados y defender sus intereses: Programa de Legislaciones y Derecho a la Comunicación, Programa de Género, Agencia Informativa Púlsar, Programa de Gestión, Programa de Capacitación y Centroamérica en Sintonía. Estos cinco capítulos tratan de mantener activo el movimiento comunitario de las radios en América Latina y Caribe y han servido de referente para sus actividades a otros continentes.
– Programa de Legislaciones y Derecho a la Comunicación:
Uno de los principales problemas de la radio comunitaria es su falta de reconocimiento legal en gran parte de los países y las políticas represivas llevadas contra ellas por muchos gobiernos de la región, a veces con grave riesgo para la vida personal de sus periodistas que en alguna ocasión han pagado con su vida la defensa de los derechos a la libertad de comunicación.
Este programa trata de incidir en los diferentes gobiernos a fin de que adopten legislaciones que terminen con la persecución y alegalidad en que se encuentran las emisoras. La constitución de lobby internacionales, el monitoreo permanente y la denuncia de los atropellos cometidos a través de la Red de Solidaridad Internacional son sus principales activos.
El esfuerzo en este sentido ha sido positivo y ha cosechado éxitos notables en Ecuador, Colombia, Venezuela y, recientemente, México, donde el Gobierno de Fox parece cada vez más dispuesto a reconocer el papel vertebrador de las emisoras comunitarias.
– Programa de Género:
La desigualdad en la que vive la mujer en la región, su invisibilidad social y la discriminación permanente constituyen el objeto central del programa. Más allá de apoyar el papel de las mujeres como comunicadoras sociales, el Programa Género busca el reconocimiento de su papel en la sociedad y la defensa de sus derechos. La edición de material audiovisual y escrito constituye una de sus herramientas básicas para crear conciencia social.
– Agencia Informativa Púlsar:
Los flujos informativos dominantes son una preocupación constante de la Asociación. En este sentido, la creación de una agencia de noticias propia nutre de información puntual y constante a las emisoras de la red. Todas las emisoras y socios son corresponsales. La oficina central de la agencia, ubicada en Buenos Aires, es atendida por tres periodistas encargados de la redacción de noticias y su posterior publicación en Internet (www.agenciapulsar.org) y distribución a las emisoras. Al servicio se encuentra suscrito más de un centenar de emisoras y medios comunitarios. La perspectiva de las informaciones que suministra Púlsar dista mucho de las ofrecidas habitualmente por las grandes agencias y medios de comunicación tradicionales.
– Programa de Capacitación:
La mayoría de emisoras se nutre de activistas locales que no siempre han tenido la oportunidad de formarse en las técnicas exigidas para el tratamiento del mensaje radiofónico y el uso de su utillaje. Conscientes de este déficit, los cursos y seminarios del Programa contribuyen a la formación de cuadros directivos, periodistas populares y técnicos a los que les acerca a las nuevas tecnologías.
– Programa de Gestión:
Junto a la capacitación, una de las principales debilidades detectadas en los diagnósticos se relacionaba con la pérdida de objetivos políticos en los medios comunitarios y las debilidades evidenciadas en algunos casos en los cuadros dirigentes. El Programa de Gestión trata de incidir en los objetivos fundamentales de estos medios de proximidad a fin de que no pierdan sus referencias y logren una mayor incidencia social. La formación en el lenguaje de género, la administración de los recursos y el trabajo en red con otros colectivos son sus principales referentes. Esta actividad ha alumbrado uno de los mejores materiales disponibles para entender el trabajo de la radio comunitaria, el Manual de gestión de la radio comunitaria y ciudadana, de Ernesto Lamas y Claudia Villamayor.
– Centroamérica en Sintonía:
Es uno de los proyectos más ambiciosos en el que AMARC ha unido sus esfuerzos a otra gran red latinoamericana de larga tradición: la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER). Ambas redes comparten socios y muchos objetivos comunes. Centroamérica en Sintonía, que ha contado con financiación europea desde Free Voice (Holanda) y EMA RTV (Andalucía), constituye una herramienta básica para el desarrollo de los medios comunitarios en Centroamérica donde el desarrollo de este modelo comunicacional era muy desigual en los diferentes países por lo que requieren de una estrategia conjunta. El proyecto ha dado a luz la conexión satelital de las emisoras salvadoreñas agrupadas en ARPAS (Asociación de Radios y Programas Participativos) a la que podrán integrarse el resto de países.
– Cara y Señal:
Todo tiene, todos tenemos, cara y señal. El perro y la serpiente y la gaviota, y tú y yo. Los que estamos viviendo y los ya vividos y todos los que caminan, se arrastran o vuelan, todos tenemos cara y señal. Eso creen los mayas, y creen que la señal, invisible, es más cara que la cara visible. Por tu señal te reconocerán. Este texto de Eduardo Galeano sirvió de inspiración y motivo para la publicación semestral de AMARC-ALC dedicada al análisis de medios, crítica social y denuncia sobre las políticas de medios excluyentes practicadas por algunos gobiernos. El primero de los números, diciembre de 2004, recoge un amplio informe sobre la situación legislativa en los diferentes países Latinoamericanos. La revista se distribuye de manera gratuita y puede ser también consultada en www.alc.amarc.org.
Nombre Institución: Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)
URL:www.amarc.org
Director: Steve Buckley (Presidente)
Dirección: 705 Bourget Street, Suite 100
Montreal, Quebec
Pais: Canada
Teléfono: +1-514-982-0351
Fax: 514 849-7129
amarc@amarc.org
Artículo extraído del nº 65 de la revista en papel Telos