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Una «biblioteca virtual» sobre la investigación de la comunicación en México


Por Raúl Fuentes Navarro

En América Latina en general, México incluido, los servicios de información y la sistematización documental de la producción científica se han impulsado incomparablemente menos que en otros países, por lo que su actividad científica cuenta con mucho menor apoyo en este tipo de infraestructura y presenta severas limitaciones en cuanto al desarrollo de una cultura de uso y apropiación del conocimiento científico ampliamente extendida, incluso en los ámbitos universitarios. En el contexto de la emergencia de la llamada Sociedad de la Información o del Conocimiento, los esfuerzos por fortalecer los recursos disponibles y extender su empleo por la mayor cantidad de agentes sociales, adquieren una importancia estratégica adicional a la que de por sí les correspondería.

Desde hace muchos años, no sólo en México, se han constatado repetidamente en el campo académico de la comunicación grandes deficiencias de circulación y referencia de los aportes publicados en los trabajos que deberían acumular críticamente el conocimiento sobre sus objetos de estudio. Entre los principales problemas estructurales de este campo académico está sin duda el amplio desconocimiento de sus propios productos, que es obviamente un obstáculo mayor para su desarrollo como especialidad científico-social.

El proyecto ccdoc

La conjunción de estas condiciones está en la base de la justificación de un proyecto de «desarrollo de bases de información», realizado a partir del año 2000 en el Departamento de Estudios Socioculturales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), con el respaldo de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla SJ de la propia institución, y el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), la agencia gubernamental mexicana responsable de la ciencia y sus aplicaciones en el país (Referencia R34247-S). A partir de una experiencia previa de dos décadas en las tareas de documentación en el campo, este proyecto planteó como su objetivo general «consolidar una base de datos bibliográficos lo más completa, actualizada y orientada a los usuarios que sea posible, sobre la producción científica mexicana en el campo académico de la comunicación y ponerla a disposición de la consulta pública mediante la tecnología informática más avanzada».

Desde octubre de 2003, tal base de datos puede consultarse vía Internet, en el sitio Documentación en Ciencias de la Comunicación o «ccdoc» (http://ccdoc.iteso.mx). Contiene cerca de cuatro mil referencias a libros, capítulos, artículos y tesis de postgrado sobre la comunicación en México, incluyendo el texto completo digitalizado de, aproximadamente, un 25 por ciento de los documentos, porcentaje que se irá incrementando en la medida en que sus editores lo autoricen y se realicen los procesos técnicos correspondientes. Dado que el propósito más general de los trabajos de documentación académica es impulsar el desarrollo articulado de la infraestructura y la cultura de la información, buscando el aprovechamiento de nuevos recursos tecnológicos y el establecimiento de nuevos patrones de interacción entre los usuarios y el conocimiento del campo, los principios básicos sobre los que se elaboró el proyecto ccdoc se resumen en cinco:

. seleccionar e incluir los documentos publicados que contengan aportes académicos al conocimiento de la comunicación en México en cualquiera de sus dimensiones;

. abrir al acceso público gratuito la información sistematizada, sin perjuicio de su carácter especializado;

. gestionar la autorización de los editores (titulares del copyright) para ofrecer la reproducción facsimilar (formato .pdf) de los textos completos en línea;

. procurar la compatibilidad y complementariedad con otros recursos de información académica nacionales e internacionales; y

. fomentar el desarrollo de una cultura académica y una investigación de la comunicación de mayor rigor y pertinencia, especialmente entre los investigadores en formación en los programas de postgrado.

Una «biblioteca virtual»

El sitio web ccdoc, sede de la base de datos construida, busca operar así, simultáneamente, como interfaz de un sistema de información y como mediación de un sistema de comunicación académica. En su dimensión tecnológica, aprovecha el protocolo PMH para la recolección de «metadatos» en los registros de la base de datos, que aporta una gran flexibilidad y velocidad a las búsquedas; y la plataforma OAI (Iniciativa de Archivos Abiertos), diseñada para el intercambio libre de información académica a través de Internet. En su dimensión sociocultural, ccdoc ofrece a sus usuarios el acceso a una «biblioteca virtual» especializada en el estudio académico de la comunicación en México, que no obstante ser única en su tipo, es complementariamente compatible con otros recursos académicos, informatizados o no.

El concepto de «biblioteca virtual» implica la adopción y el desarrollo de nuevos esquemas de servicios de búsqueda, recuperación, intercambio y uso de la información en línea, para poner a disposición de los usuarios una mayor capacidad de recursos académicos. De ahí que el propósito central de su construcción sea colaborar y alentar el desarrollo de una cultura de acceso, uso y valoración del conocimiento a través de la información, lo cual requiere un financiamiento ajeno a toda finalidad de lucro y una apropiación decidida por parte de sus usuarios. Al poner a disposición de la comunidad académica las referencias y los textos producidos y puestos en circulación como representaciones del conocimiento sobre la comunicación, ccdoc se integra en una «ecología cognitiva» potencialmente enriquecida como recurso cultural, que puede ser entendida y asumida desde un modelo de «cogniciones distribuidas», y por lo tanto desde las condiciones de aprendizaje y acción colectivas que ciertos usos tecnológicos pueden mediar, y para los cuales los sujetos deben desarrollar competencias específicas.

El diseño de ccdoc prevé dos tipos de usos principales de la información: uno relativamente más individual, como soporte documental para la elaboración de estados de la cuestión de proyectos de investigación; el otro, más bien colectivo, consiste, por una parte, en disponer de una base de información que facilite la evaluación continua de la producción del campo, y por otra, en suscitar un proceso de reflexividad entre los investigadores mexicanos de la comunicación sobre el desarrollo de su propia especialidad. Podría decirse, en ambos planos, que la pretensión es incidir en el habitus, en la cultura académica específica del campo y sus agentes, especializados precisamente en la operación social de los sistemas de producción de sentido.

Artículo extraído del nº 61 de la revista en papel Telos

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Raúl Fuentes Navarro