¿Está preparado el sistema de educación superior para dar respuesta a las demandas profesionales de la sociedad actual? ¿Qué tipo de formación exigirán en 2020 los jóvenes Millenials, que han nacido en un entorno digital y que aportan prácticas de aprendizaje informal, social e hiperconectado en su uso natural de la tecnología?
Así como la prensa, la economía o la política -instituciones tradicionales en el acceso, interpretación y diseminación de información- han visto relegado su papel privilegiado de intermediarios sociales por la presión del desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), de igual forma podemos observar una grave crisis en el modelo de la Educación Superior como sistema fundamental de conocimiento científico y formación universal.
Esto se debe a varios factores, entre los que destaca principalmente el desarrollo de la tecnología digital de los últimos quince años, que permite aprender desde cualquier lugar y en cualquier momento; pero también el desafecto de la comunidad universitaria con jóvenes estudiantes y precarios académicos que promueven un modelo más abierto y transparente y la falta de financiación pública, con el consiguiente crecimiento de la deuda privada por la subida de los costes universitarios.
Sostenibilidad económica en crisis
Actualmente en España más de un millón y medio de universitarios cursan alguno de los 2.500 grados, 3.300 programas de máster o 1.500 doctorados que se ofrecen en las 82 universidades del país, donde 50 son públicas y 32 privadas[1].
Pese a ser un país con más de la mitad de los jóvenes en paro, la oferta académica en España sigue creciendo: en los últimos cinco años los centros con formación on line se han multiplicado por tres[2] y desde el comienzo de este siglo hay una nueva universidad privada cada año. Sin embargo, mayor oferta no redunda en reducción de costes. Las matrículas universitarias se han disparado creciendo una media del 30 por ciento desde el comienzo de la crisis en 2008[3]. Una tendencia esta, de subida de tasas, que no afecta solo a España sino también a otros países como el Reino Unido, con un sistema prácticamente gratuito en otro tiempo, pero donde los fondos públicos se han ido retirando progresivamente de modo que la media de una matrícula universitaria se situaba ya en 1.250 euros en 1998 y necesitó la intervención del gobierno para fijar un máximo de 11.250 euros en 2010[4].
En Estados Unidos el coste de la educación superior se traduce en una excesiva deuda privada para la economía, alcanzando una media de 26.000 dólares por estudiante y un total agregado que en 2010 superó los mil millones de dólares en todo el país. La cultura norteamericana, acostumbrada a financiar la formación superior con créditos personales, ha visto que las tasas han ido subiendo mientras desciende la confianza en el título como garantía para encontrar un empleo a corto y medio plazo que permitiera devolver el préstamo contratado. El problema ha llegado a la agenda del gobierno hasta tal punto que en 2014 Barack Obama ha tenido que lanzar un plan de medidas para paliar la presión financiera de las familias y flexibilizar los plazos de devolución de los créditos adquiridos por los universitarios para realizar sus estudios[5].
Este fenómeno se conoce como la ‘burbuja de la educación superior’, término acuñado por Peter Thiel (inversor en Facebook y fundador y ex director ejecutivo de PayPal), famoso por haber pronosticado tanto la burbuja ‘puntocom’ en su día como la reciente burbuja inmobiliaria. Thiel, convencido de que la universidad ha dejado de ser el pilar de innovación y conocimiento para la sociedad contemporánea, desarrolla desde 2010 el proyecto 20under20[6], que beca anualmente con cien mil dólares a veinte jóvenes menores de 20 años para que emprendan su propio proyecto de formación y transformación social como alternativa a cursar estudios universitarios.
Precariedad académica
Por otro lado, un amplio sector de la comunidad universitaria lucha desde el propio sistema por provocar cambios y adaptar el mundo académico al contexto actual. Ahí se encuentran los propios estudiantes descontentos con el mundo universitario, como hemos visto en manifestaciones occupy por todo el mundo, pero también los jóvenes investigadores y profesores llamados ‘para-académicos'[7], profesionales socializados en una cultura open access, que han aprendido a construir conocimiento con modelos más abiertos, transparentes y digitales. Voces en su conjunto que ponen de manifiesto las inconsistencias de una educación superior anclada en lógicas industriales del pasado basadas en la masificación y la escasez del acceso a la información, y que utiliza además, en palabras de Noam Chosmky[8], la precarización profesional como un método de control social para reforzar la creciente deriva neoliberal de la universidad.
En paralelo y cada vez con más fuerza, surgen en los márgenes de lo institucional movimientos y propuestas ciudadanas que aprovechan las tecnologías digitales a su alcance para organizarse en comunidades de aprendizaje colaborativo on line y presencial donde compartir conocimientos de manera informal. Entre ellas se encuentran ejemplos como los de la P2P University[9] o los proyectos de Master DIWO (do it with others)[10] que, jugando con la semántica del universo académico en su propio nombre, reflexionan, exploran y desarrollan iniciativas que construyen nuevas formas alternativas de aprendizaje y se dotan de legitimidad y autoridad desde la práctica real.
Desarrollo TIC: acelerador del problema y parte de la solución
El desarrollo de las TIC ha globalizado el acceso a la información con la posibilidad de generar conocimiento de forma colectiva; ha empujado la cultura open access, evidenciando la inoperancia de un modelo económico basado en la exclusividad del conocimiento; ha puesto en entredicho la rentabilidad de la inversión ciega en una inflación de acreditaciones, cuando tanto la sociedad como el mercado empiezan a reconocer nuevos agentes legitimadores, y ha provocado la reducción de los costes de formación globalizada, con la posibilidad de conectar alumnos en tiempo real desde cualquier punto del planeta con vídeo de alta calidad (MOOC).
Como hemos planteado, el modelo actual de educación superior sufre una acuciante crisis por varias causas que están desafiando su propia viabilidad económica y atacan su metodología, frente a alternativas de conocimiento libre que están desarrollándose bajo los efectos de la sociedad red. Ante este panorama de contradicciones, parece razonable preguntarse seriamente si la universidad, tal y como hoy la conocemos, es la mejor institución para garantizar un sistema de educación superior que sirva a las necesidades de la sociedad actual para formar a los profesionales y líderes del siglo XXI.
Por tanto, resulta incuestionable plantear la urgencia de abordar el problema y proponer fórmulas que ayuden a transformar radicalmente el sistema educativo de formación superior y corregir sus disfunciones. Las TIC no solo han sido catalizadores naturales de las fallas del sistema, sino que al mismo tiempo se erigen como parte de la solución en el diseño de un modelo que acoja abiertamente los valores de la cultura digital como son la transparencia, la horizontalidad, la sostenibilidad, la identidad y la colaboración.
Notas
[1] Según la estadística Datos y Cifras del Sistema Universitario Español que elabora anualmente el Ministerio de Educación. Véase: http://www.mecd.gob.es/dms/mecd/educacion-mecd/areas-educacion/universidades/estadisticas-informes/datos-cifras/DATOS_CIFRAS_13_14.pdf
[2] Álvarez, P. (2014, 31 de agosto). Las comunidades piden poner coto a las universidades ‘online’. El País [en línea]. Disponible en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/08/31/actualidad/1409510879_589992.html
[3] Pozo, S. (2014, 8 de septiembre). Los grados universitarios se han encarecido hasta en 450 euros en cuatro años. Lainformacion.com [en línea]. Disponible en: http://noticias.lainformacion.com/educacion/los-grados-universitarios-se-han-encarecido-hasta-en-450-euros-en-cuatro-anos_af8Quyuissft0WgxTLWW01/
[4] Suárez, E. (2010, 9 de octubre). Reino Unido aprueba entre protestas el aumento de las tasas universitarias. El Mundo [en línea]. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/09/internacional/1291917011.html
[5] Sobre la política del gobierno de EEUU sobre educación superior, véase: http://www.whitehouse.gov/issues/education/higher-education
[6] Véase: http://www.thielfellowship.org/
[7] Wardrop, A. y Whiters, D. (Eds.) (2014). The Para-Academic Handbook. Inglaterra: HammerOn Press.
[8] Chomsky, N. (2014, 28 de febrero). How America´s Great University System is Being Destroyed. Alternet [en línea]. Disponible en: http://www.alternet.org/corporate-accountability-and-workplace/chomsky-how-americas-great-university-system-getting
[9] Véase: https://p2pu.org/
[10] Véase: http://www.masterdiwo.org/
Artículo extraído del nº 100 de la revista en papel Telos