¿Es posible que el número 114-115 de Chasqui sea posible?


Por Rafael Alberto Pérez

Portada ChasquiManuel Martín Serrano y sus aportes a la comunicación

Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, Nos. 114-115.

Especial sobre Manuel Martín Serrano, junio/septiembre 2012. Quito: CIESPAL, 211 p.

ISSN: 13901079

En 1981 Manuel Martín Serrano propuso (Teoría de la Comunicación. Epistemología y análisis de la referencia) que la pregunta fundacional de la Teoría de la Comunicación fuese: ¿Cómo es posible (a veces) que la comunicación sea posible? O alternativamente ¿cómo es posible (a veces) que no sea posible?

Esta misma pregunta metodológica, me la planteo hoy yo con respecto al número doble de la revista Chasqui, 114-115 de junio/septiembre 2012 (CIESPAL; Quito): ¿Qué hace posible que un único profesor sea el objeto de estudio de un número monográfico (doble) de una de las revistas señeras en Comunicación, con contribuciones de 41 expertos y docentes de 24 universidades de 10 países diferentes?

La respuesta nos la da el propio Martín Serrano: lo posibilita el hecho de que un ser vivo sea actor de su propia comunicación, en este caso sobre comunicación. En otras palabras: su obra, el valor de su investigación y aportaciones, que en este volumen sobre el autor de La mediación social se expone en cuatro partes:

Teoría de las mediaciones y producción social de la comunicación

Una primera parte en torno a su teoría de las mediaciones, que relaciona los ajustes y desajustes entre información, organización y prácticas sociales. Los especialistas que se han ocupado de esta parte de la obra describen este enfoque epistemológico, las diversas aplicaciones (mediaciones sociales, comunicativas, tecnológicas) y las operaciones mediadoras que ha identificado en esos ámbitos.

La segunda parte del volumen está dedicada a la labor que más ampliamente ha desarrollado Martín Serrano y que cabría resumir como refundación de la Teoría de la Comunicación como teoría autónoma, pues ciertamente ha llegado a reformular la concepción más tradicional de la naturaleza de la comunicación para establecer el lugar específico que ocupan los estudios de la Comunicación en el contexto de los saberes científicos sobre la acción animal y la acción humana, en particular. Esa contextualización de la Teoría de la Comunicación ya aparecía en el texto citado supra, donde se encuentra la pregunta fundacional y, a partir de la respuesta a esa pregunta, el desarrollo de sus planteamientos sobre los sistemas de comunicación y su funcionamiento cuando están afectados por los designios humanos (‘Modelo dialéctico de la comunicación’, cuyo criterio de uso es el estudio de las interdependencias entre comunicación, objetos de referencia y sociedad).

Los vínculos entre las modalidades de comunicación pública que han aparecido y desaparecido y los cambios históricos que experimentan las sociedades son el objeto de estudio de La producción social de comunicación (2004, 3a. ed.), donde el autor desarrolla su ‘modelo dialéctico’ proponiendo una Teoría Social de la Comunicación.

A las dos primeras partes, de corte más teórico, le sigue una sección dedicada a sus propuestas para la renovación metodológica de las Ciencias Sociales y otra dedicada a diversas investigaciones para verificar la teoría o probar la metodología. En Metodología, Martín Serrano ha diseñado nuevas formas y técnicas de investigación: entre ellas, las del análisis de las relaciones lógicas que se han aplicado por un buen número de discípulos para el estudio de los contenidos de las narraciones.

Al tiempo que ha ido dando a conocer avances en la investigación básica, la investigación sociológica aplicada le ha permitido utilizar la teoría y la metodología en el acercamiento a las diferenciaciones de los géneros y las generaciones, a las mentalidades y las identidades, a las representaciones mediadas y sus repercusiones en la socialización, entre otros objetos de estudio.

El volumen se cierra con una reflexión sobre las utopías y contrautopías y su papel de orientadoras de las prácticas sociales, de donde se deduce la necesidad de que se tomen en cuenta por todas las ciencias que se ocupan de objetos afectados por la acción humana.

Una vida de aportaciones

Como verá el lector, casi sin proponérmelo he dado respuesta a mi interrogante inicial. Lo que ha hecho posible este número especial de Chasqui es la talla intelectual de Manuel Martín Serrano y el alcance, todavía por descubrir, de sus aportaciones. Yo diría que, además de aportar nuevo conocimiento, ha creado nuevos órdenes desde los cuales generar nuevo conocimiento. Con lo que su obra se abre a la continuidad de los investigadores venideros.

Como reseñador, siento el deber de resumir en pocas líneas lo que más y lo que menos me gusta de este número de Chasqui.

Me gusta, en primer lugar, que el lector puede acercarse a la obra de toda una vida rica de aportaciones. En segundo lugar, que esas aportaciones se hacen comprensibles -incluso para aquellos que no hayan leído de primera mano sus libros- a través de los comentarios de los distintos autores que participan en el homenaje. Y finalmente que, con la distancia y perspectiva del tiempo transcurrido, esas colaboraciones han sabido retener la fuerza y la vigencia de propuestas que Martín Serrano formuló hace más de 30 años. Y nos hacen ver sus actuales potencialidades. Parafraseando al propio Manuel (que titula su autobiografía intelectual Los tiempos que han traído nuestro tiempo), yo hablaría de las ‘ideas que han traído nuestro tiempo’. Sus ideas nunca han sido tan actuales como lo son ahora.

Desde que fuera profesor mío en la Escuela Oficial de Publicidad allá por la década de 1960, me interesa una parte muy concreta de su obra: la que se refiere a encarnar la comunicación en sujetos vivos acudiendo a las ciencias de la vida para así entender la comunicación como un fenómeno natural y biológico que nos lleva hasta el ser humano y este a su futuro. En su libro más reciente, La comunicación, la vida y la sociedad, nos ha ofrecido la descripción más pormenorizada sobre la naturaleza de la comunicación, su origen y sus evoluciones. Este es todavía el enfoque que yo sigo hoy y que me permite encontrar nexos profundos entre comunicación y estrategia en la construcción de nuestros futuros. Por la variedad de especialistas que participan, procedentes de campos diversos del saber (Epistemología, Metodología, Ciencias Sociales, de la Comunicación, Humanidades, etc.) y, por tanto, con perspectivas diversas, otros colegas encontrarán aplicaciones diferentes de su trabajo.

En el debe de esta edición cabe señalar que podría haber cuidado mejor las referencias bibliográficas, así como la paginación. Detalles muy pequeños y a lo mejor discutibles.

Los coordinadores (Francisco Bernete y su equipo) han hecho un magnífico trabajo de estructuración, de selección de fragmentos de textos del autor y de recuperación de textos críticos antiguos, algunos de autores ya fallecidos. Celebro en este sentido la publicación de un resumen de 1984 de un trabajo del gran Jesús Ibáñez, tan olvidado en esta España nuestra como merecidamente admirado en Latinoamérica.

En conjunto, seguramente este monográfico es la mejor recopilación de que disponemos sobre las aportaciones científicas de Manuel Martín Serrano.

Artículo extraído del nº 93 de la revista en papel Telos

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