El desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ha modificado radicalmente el concepto de identidad, que ahora congrega diferentes planos sociales del individuo: familia, trabajo y amigos. La identidad digital se construye ya no solo a partir de lo que somos, sino también de qué hacemos y de cómo nos relacionamos. En este dossier se abordan los conceptos, la influencia de las redes sociales en la identidad digital, la percepción de los jóvenes nativos sobre su intimidad y sobre lo público y lo privado.
La referencia a las redes sociales parece imponerse cuando reflexionamos hoy sobre cualquier realidad o proceso importante en las relaciones sociales, sobre sus transformaciones y sus nuevos fenómenos. Tal ubicuidad podría hacer pensar ciertamente en las mitologías y los discursos utópicos, siempre renovados y omnipresentes en el discurso dominante. Pero también indica que se trata de un cambio esencial de las condiciones de emisión y recepción, de la oferta y la demanda de información que resulta difícil ignorar al abordar los cambios inducidos por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y las interacciones sociales que las conducen. El arbitraje correcto entre ambos polos distantes viene necesariamente proporcionado por la investigación empírica y el análisis detallado de cada nivel, en cada espacio y tiempo de la realidad social. Este número de Telos, en medio de una notable diversificación temática -desde la identidad hasta la cultura, desde la discriminación de género hasta la aplicación de la RSC-, muestra gráficamente estas constataciones, al integrar la referencia a las redes sociales en la mayoría de los textos, pero contextualizada, abordada en términos concretos y no principistas, desde una óptica evaluadora y crítica.
El Dossier central de este 91 número de Telos, coordinado por Miguel Pérez Subías (Presidente de la Asociación de Usuarios de Internet), se ha nucleado en torno al concepto de Identidad Digital y sus transformaciones sustanciales respecto al mundo analógico. Como resultado de la evaluación anónima sobre los numerosos textos llegados ante el llamamiento a colaboraciones, cuatro artículos sintetizan bien la compleja problemática planteada: Lucía Caro Castaño (Universidad de Sevilla) analiza la expresión identitaria como una ‘red mosaico’; Antonio Fernández Vicente (Universidad de Castilla-La Mancha) estudia críticamente los perfiles de usuario construidos, sus potencialidades y sus peligros de cosificación y mercantilización; Rosalía Winocur (Universidad Autónoma Metropolitana de México) profundiza en el cambio de las concepciones por los jóvenes de su propia intimidad y las nuevas articulaciones resultantes entre identidad pública y privada, y Jaime García Cantero (EOI) desarrolla la disolución de fronteras anteriores y la construcción narrativa permanente de la identidad digital.
Los Puntos de Vista, a cargo de expertos reconocidos, complementan esta entrega. Así Genís Roca (RocaSalvatella) estudia la gestión del yo digital y Sergio Sánchez (Universidad Politécnica de Madrid) aborda la espinosa cuestión de la construcción de una identidad digital única en Europa, exponiendo sus ventajas y riesgos para el futuro.
Este número de Telos enlaza por otra parte con anteriores dossiers en el análisis interminable y dinámico de los cambios sufridos por la cultura. Cambios que conectan el pensamiento crítico y el lenguaje audiovisual, pero también el cine clásico con sus nuevos desarrollos interactivos en el análisis detallado y sugerente de Lorenzo Vilches (Universidad Autónoma de Barcelona) de la película de Alexander Kluge sobre El Capital; cambios conceptuales en el pensamiento y el rol social de la cultura puestos de relieve en el balance crítico que Patricia Corredor (Universidad Rey Juan Carlos) y Enrique Bustamante (Universidad Complutense) hacen de la estrategia 2020 de la Unión Europea, y de sus guadianescas referencias a las industrias creativas.
Esta línea de investigación muestra otra de sus múltiples caras en el estudio de Luis Albornoz (Universidad Carlos III) y Micael Herschmann (Universidad Federal de Rio de Janeiro) sobre la música y la industria discográfica en Latinoamérica, que evidencia además nuevas experiencias digitales pioneras de las políticas públicas. Adquiere también una visión integral crítica sobre la contribución de las TIC a la transformación del arte y de su papel social en el texto de Fernando Contreras (Universidad de Sevilla); y se concreta en la sección de Experiencias en el artículo de María Purificación Subires (Universidad de Málaga) sobre el uso intensivo de Internet para la conservación y difusión del patrimonio cultural inmaterial (tradiciones orales, músicas, lenguas…).
Otros artículos de este número abordan temáticas que no están tan lejos de las anteriores como podría parecer. Bajo el título Cultura digital genérica, María Isabel Menéndez (Universidad de Burgos) examina los procesos de inclusión y exclusión de la mujer en el uso de las redes sociales, anticipando así nuestros objetivos de un próximo dossier. Y en la sección de Análisis, Araceli Castelló (Universidad de Alicante) y Vicente Ros (CEU de Valencia) diseccionan el uso de Twitter como herramienta esencial para la comunicación por las empresas de sus estrategias de RSC, especialmente en iniciativas medioambientales.
En su conjunto, esta entrega de Telos acredita así la larga trayectoria de nuestra revista como una plataforma internacional privilegiada de investigación y debate sobre la comunicación y la cultura digital, en todos sus más amplios sentidos, pero también sobre los valores humanos y sociales que deben guiar el desarrollo de este nuevo mundo todavía emergente y en transición continua.
En memoria de Reinhard Gäde
Primer diseñador de Telos
Reinhard Gäde (Lübeck, Alemania) ha fallecido a los 75 años. Desde Telos queremos rendir homenaje al arte de Gäde, quien diseñó la primera maqueta de nuestra revista durante meses para su nacimiento en enero de 1985. Esta maquetación original, fuertemente innovadora en su época, dio forma a Telos en sus primeros cincuenta números, hasta 1997.
Reinhard Gäde, diseñador inicial de El País, y de otras muchas publicaciones españolas e internacionales, recibió numerosas distinciones por su obra, entre ellas el premio Laus y el de la Society for News Design.
Artículo extraído del nº 91 de la revista en papel Telos
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