El análisis fílmico y audiovisual
Demetrio E. Brisset
Universitat Oberta de Catalunya
Barcelona, 2010, 174 p.
ISBN: 978-84-9788-959-9
A finales de la década de 1960 en la selva filipina, Francis Ford Coppola dirigía a un equipo de 200 personas, llevaba más de un año desesperado: el clima adverso, las enfermedades tropicales que afectaban a su equipo técnico, a sus actores y a su propia familia, la corrupción de las instituciones locales… el rodaje de Apocalipse now era el infierno. A 11.000 kilómetros, en la frenética Hollywood un chascarrillo se repetían en cada junta de productores: «¿Sabes cómo se titula la nueva película de Coppola? Apocalipse never». Los inversores huyeron del proyecto y Coppola tuvo que rehipotecar su vivienda. Su mujer para mantener la cordura decidió iniciar un documental sobre el caos: entrevistó a su esposo, este exhausto y desencajado le confesó su sueño: en un futuro un niño de diez años podría él solo hacer una película en su casa.
El sueño de Coppola se ha hecho realidad, cualquier joven que entra en una Facultad de Comunicación o Escuela de Cine tiene herramientas y equipos suficientes para rodar, grabar y exhibir sus propias películas. Muchos de ellos ya las hacen y las vuelcan diariamente a YouTube, Myspace… Lo que en aquella selva filipina parecía la idea de un loco visionario se ha convertido en una certera profecía. El texto de Demetrio E. Brisset Análisis fílmico y audiovisual pretende comprender esta célere evolución.
Las nuevas pantallas
Brisset, catedrático de la Universidad de Málaga, busca divulgar y explicar cuáles son las claves de los cambios tecnológicos y sociales en la comunicación audiovisual y el cine actuales. El objetivo de su libro consiste en desentrañar este difícil proceso. Ingeniosamente, en vez de comenzar con un académico planteamiento metodológico o con una historia del análisis cinematográfico, el escritor opta por presentar el panorama actual, por estudiar los cambios y las nuevas relaciones e intercambios audiovisuales.
Su planteamiento inicial se realiza desde una doble perspectiva: por un lado, aporta y explica los cambios tecnológicos; y por otro indica cómo los consumidores y espectadores se relacionan e, incluso, interrelacionan con estos. Este capítulo inicial se basa en estadísticas, datos sociológicos e informaciones de encuestas de organizaciones públicas y privadas. El autor, formado en la antropología social, analiza estos datos de forma rigurosa. Así, muestra cómo el uso de la televisión va en retroceso respecto de Internet y cómo el cine se va convirtiendo en un producto elitista y residual.
Sin duda, la parte más compleja y también la más atractiva, es la que se centra en las nuevas pantallas y en el nuevo activismo de la imagen, ya que los nuevos productos audiovisuales son muy difíciles de encajar o de encasillar con esquemas anteriores. Verbigracia, se cita la fascinante web HBOlab, el laboratorio digital de la productora de series de televisión HBO, o el activismo político fomentando por Michael Moore. El autor aborda la ardua tarea de intentar clasificar y organizar todos estos nuevos productos audiovisuales.
El libro de Brisset continúa con un capítulo de explicación de conceptos básicos y esenciales de la comunicación audiovisual. Este texto puede servir sin duda de manual para alumnos y aficionados que se acercan al análisis fílmico. La intención del autor es asentar y formular de una manera didáctica y divulgativa algunos de las ideas esenciales del arte y el lenguaje visual. Fuera de la aparente simpleza, la definición de plano, de género cinematográfico son complejas y su verbalización resulta difícil y, a veces, casi imposible. Así, como es sabido, la industria cinematográfica española, prácticamente en su totalidad, usa de forma equivocada los términos escena y secuencia. Lo que un operador de cámara llama escena un académico de la lengua española llamaría secuencia, y lo que un joven director denomina secuencia no es más que una escena en cualquier diccionario español. Por esto, resulta muy conveniente refrescar y presentar de nuevo conceptos básicos: Brisset hace un ejercicio divulgativo, pero práctico y nada fútil.
En los siguientes capítulos, el autor aborda el tema central del análisis de lo fílmico y audiovisual. Lo presenta dividido en dos grandes bloques: en primer lugar, aborda lo que sería el estudio cinematográfico clásico y después presenta aportaciones al análisis audiovisual actual. Ambos capítulos han sido elaborados y ordenados de forma didáctica y con carácter de manual, para que el lector pueda seguir de una forma lógica la exposición. Se abordan casi la totalidad de las modalidades de análisis y se presentan las más importantes perspectivas para el estudio de la comunicación audiovisual. Tal vez estas presentaciones resultan, a veces, un poco breves o concisas.
El catedrático Demetrio E. Brisset concluye su texto con un capítulo en el que explica la situación actual del análisis audiovisual en España. El autor muestra las diversas escuelas y visiones que se ofrecen en las universidades, departamentos y asociaciones de historiadores. Se trata de un generoso esfuerzo de intentar sintetizar y aunar las diferentes perspectivas y direcciones que actualmente existen en la investigación audiovisual y que para un aficionado neófito pueden resultar excesivamente atomizadas.
La relación de creadores independientes con el audiovisual
El gran acierto del libro, su intención innovadora y actualizadora es también y lógicamente su aspecto más incluso. La comunicación audiovisual, la tecnología y, sobre todo, el uso que hacen los consumidores de estas posibilidades provocan que cualquier texto sobre ellos envejezca rápidamente. Así, el libro de Brisset, que se publicó enero de 2011, no puede, lógicamente, incluir las interesantes propuestas de google.com, los nuevos cambios de youtube.com o toda la revolución de las redes sociales y soportes audiovisuales que se ha producido tras la aparición de movimientos sociales y democráticos en el norte de África, Europa e, incluso, en España desde inicios de este año.
El análisis fílmico se creó y se pensó para analizar productos cinematográficos, en la actualidad debe surgir un nuevo análisis audiovisual en el cual las bases no sean descubrir las características de los grandes directores, los discursos de los grandes estudios o la propaganda de los estados totalitarios del siglo pasado, sino explicar la relación de los jóvenes, los creadores independientes y los consumidores-usuarios con lo audiovisual hoy. Brisset, aunque no concluye, conduce sabiamente el debate científico hacia esta nueva situación.
Se trata de un buen libro de divulgación que servirá de guión para muchos estudiantes, aficionados o especialistas que desean plantearse o revisar conceptos fundamentales sobre el cine y la comunicación audiovisual.
Artículo extraído del nº 88 de la revista en papel Telos
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