Sociedad de la Información y del Conocimiento en los países nórdicos.
Semejanzas y divergencias con el caso español.
Mariano Cebrián Herreros (director)
Gedisa, Barcelona, 2009, 378 p.
ISBN: 978-84-9784-358-4
Dicen los autores que no pretenden dar lecciones a nadie, que desean aprovechar el trabajo realizado a partir de una investigación fundamentada en un Pricit (www.modelonordico.com) y ayudar a la sociedad española. Magno deseo el que concibe este grupo de profesores universitarios en la comparativa realizada y que muestra la fractura existente entre sociedades diferentes, propia de cada una de sus culturas digitales.
Y sublime aventura cuando, además, se trata de asistir con argumentos de valor añadido para mejorar una sociedad de luz mediterránea e idiosincrasia del sur, como la española, con un enorme crecimiento en los últimos veinticinco años de democracia, pero desanimada ante las profundas transformaciones de la adolescencia económica y cultural postransicional que nos han llevado a ocupar, en lo que respecta a la SIC, puestos nada competitivos.
Se puede avanzar que es una obra brillante, por el rigor científico con el que sus autores afrontan los contenidos expuestos en la obra y por la excelente estructura en cinco apartados que nos muestra el discurrir de ideas, datos y reflexiones en sus trece capítulos. De obligada lectura para quienes se interesan por temáticas específicas y tangenciales, y muy recomendable para quienes disfruten y estén interesados con la aventura del saber («a quien daña el saber, homicida es de sí mismo» decía Calderón de la Barca) y su aplicación a sus propias necesidades.
Educación para el conocimiento
El análisis comparativo entre el modelo nórdico y su aplicación al espacio español tiene un principio conceptual que nos abre ventanas a la Sociedad de la Información y del Conocimiento (SIC) en lugar de ofrecernos imágenes en otros espejos de difícil concavidad, algo que es de agradecer a Mariano Cebrián. Ventanas que nos muestran cuatro dimensiones del modelo nórdico: las infraestructuras tecnológicas y las industrias que se derivan de ellas; los aspectos económicos y sociales; la I+D+i y el entorno en el que se mueven. Un modelo dinámico, de desarrollo continuo, abierto a la innovación y de referencia continua para los sectores tecnológico, económico, político y social. Que afecta sobremanera a la Educación y que se enfrenta a los retos de la sociedad del bienestar que deberá imperar a lo largo del XXI. Para Tapio Varis, la importancia de la Educación en el desarrollo del Conocimiento puede lograr, nuevamente, que Europa sea competitiva desde las TIC y con el objetivo del Aprendizaje Global.
La información por sí misma no vale nada, lo que realmente tiene valor es el conocimiento (Bunge, 2007). En efecto, son los gobiernos, dice Mariano Cebrián, con sus políticas y modelos quienes deben definir los sistemas educativos que transformen la Información en Conocimiento. Y, si bien no debemos definir el conocimiento como algo nuevo, en esta interrelación en la que el Conocimiento está por encima de la Información sí está sujeto al contexto global, a las infraestructuras, a las organizaciones.
La importancia de invertir en I+D+i
Una SIC en la que todos somos productores y consumidores de contenidos y servicios, con la evolución de los procesos comunicativos desde la verticalidad de los medios de comunicación tradicionales, a la horizontalidad de las redes sociales y los nuevos medios más interactivos, que, sobre todo, denota qué países, en función de su inversión en infraestructuras y uso de las nuevas tecnologías (Fernando Gallardo) se sitúan más cerca de esa SIC que implica el estado del bienestar. Y los países nórdicos son líderes en Europa por la habilidad de sus gobiernos ante el futuro digital; por la preparación de estos países ante las TIC y por el grado de convergencia tecnológica, tal y como demuestra Julio Larrañaga a partir del e-Readiness Index (ERI); del Networked Readiness Index (NRI) y del e-España de Orange.
Son los grandes países los que invierten más en Educación, en I+D+i, en aportar soluciones tanto desde la administración como por parte de la iniciativa privada. Javier Maestro plantea que, si bien las nuevas tecnologías no van a solucionar todos los problemas de la Sociedad Global, la innovación y la implicación empresarial son una asignatura pendiente para España. Sobre todo ante el referente nórdico basado en la relación entre instituciones investigadoras, empresas y poderes públicos. Algo que, como mantiene Eva Liébana, los países nórdicos han solucionado gracias a su relación transnacional.
Respeto por la multiculturalidad
Desde una perspectiva crítica, Enrique Bustamante regresa al marco de las industrias culturales, todavía en construcción, para ofrecer un detallado ensayo sobre las dimensiones culturales y educativas y su evolución en los últimos años hacia la innovación. Nos avisa del peligro de las industrias del entretenimiento o del ocio «que anulan toda singularidad y legitimidad de la cultura». Mas ¿puede ser la cultura algo individual? Frente a la creatividad individual habría que esgrimir la capacidad creativa de las culturas de cada sociedad en un entorno multicultural que exige primero fomentar la diversidad y el pluralismo. Y para terminar plantea que si se destruyen las huellas culturales, cemento vital de la democracia, se generarán imposiciones culturales internacionales y el imperio del libre comercio, lo que termina con el tributo a la política del two step flow y del tout court.
En esos mercados dinámicos que afectan a los sistemas educativos, a las formas de vida, Niels Ole Finnemann defiende la idea de múltiples modelos de Sociedad de la Información y el papel de la cultura como elemento fundamental en la defensa de esa realidad global multimodelo de SIC como puede ser el caso danés y el noruego que analiza Kirsti Baggethun.
En defensa de su mercado y del servicio público audiovisual
El cuarto apartado, dedicado a los medios de comunicación, lo inicia Juan José Fernández con un análisis de los grupos de comunicación nórdicos en la SIC y ante el reto de la globalización. Nos enseña cómo los gérmenes de la Sociedad de la Información nórdica se sitúan en la temprana alfabetización desde el XVII y el haber gozado de libertad de expresión, lo que ha facilitado una trayectoria histórica para los grupos desde su nacimiento, como Bonnier (sueco) y Schibsted (noruego) para dominar su mercado. Y cómo el respeto a sus culturas ha evitado: que el fenómeno de la concentración no afecte a estos grupos e incluso con modelos de negocio que han creado como el de la prensa diaria gratuita, se han internacionalizado; una apuesta por el servicio público, con una Televisión sin publicidad, financiada mediante canon; Karen Arriaza describe cual es la situación e implantación de la Televisión digital terrestre y de los modelos audiovisuales en la transición hacia lo digital.
Influencias del entorno europeo
El modelo nórdico es un gran referente para otros países de la Unión Europea. Influye, tal y como Ángel Rubio cuenta, en los países bálticos (Letonia, Estonia y Lituania) a pesar de las contradicciones existentes entre estos tres países en cuanto a su desarrollo económico, valores tradicionales y procesos hacia la SIC. Pero también la Propia UE establece políticas para potenciar la Sociedad de la Información y afectan tanto a los países nórdicos como a España. Mercedes Caridad y Ana Morales ofrecen un magnífico estudio, desde el Libro Blanco de Delors en 1993, sobre los diferentes planes de actuación que han favorecido marcos laborales y productivos modernos en España para acercarnos a la SIC. Posiciones de ventaja que hemos disfrutado en los últimos años a partir de programas comunitarios destinados al desarrollo y fomento de la Sociedad del Conocimiento, como el actual Plan Avanza (www.red.es) cuyo principal objetivo es impulsar la sociedad en red.
Artículo extraído del nº 83 de la revista en papel Telos
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